¿Estás sobrecargado de hortalizas, hierbas y pollos, o simplemente estás pensando en el próximo año? Sea cual sea tu motivación, llevar productos y alimentos para venderlos en el mercado agrícola es la piedra angular de los planes de marketing de muchas pequeñas explotaciones. Antes de empaquetar la furgoneta o el camión, aprende a maximizar los beneficios y a minimizar el esfuerzo indebido cuando vendas en el mercado agrícola.
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Elige bien tus productos
Afrontémoslo. Todo el mundo tiene montones de calabacines, cabezas de lechuga romana y pepinos. ¿Qué vas a ofrecer que sea diferente o único? ¿Es una lechuga especial, un tomate de cosecha propia, o una hierba poco común?
Piensa fuera del supermercado. ¿Qué puedes ofrecer a los clientes que el supermercado o incluso la cooperativa alimentaria local no pueden ofrecer? Algunas de las cosas únicas que hemos visto recientemente: brotes y retoños, microgreens, lechugas raras, hierbas raras o poco comunes como la mejorana, y productos de valor añadido como el sirope de saúco, hierbas secas y bolsas de raíces mixtas con instrucciones/ideas para cocinarlas.
Sobrecarga de información
Los clientes potenciales se vuelven locos por la información. Los precios claramente etiquetados son un buen punto de partida. Pero ve más allá. Haz carteles que respondan a las preguntas habituales de tus clientes. Pon información sobre tus prácticas de cultivo en tarjetas para que la gente las mire. ¿Tienen nombres tus pollos? Haz un cartel que proclame: «¡Henrietta pone los huevos más deliciosos!». Sé creativo, piensa en algo llamativo.
Algunas cosas que debes tener en cuenta al hacer tus carteles:
- ¿Son ecológicos, de granja, de pasto, de gestión integrada de plagas? Nombra la calidad, y luego describe lo que significa para el cliente.
- ¿Es una especialidad, una reliquia o una rareza? Tal vez un cartel que explique que el maíz Calais Flint de Roy es una variedad rara y heredada, común en Nueva Inglaterra en el siglo XIX, despierte el interés de alguien.
- ¿Cómo se usa? ¿Con qué es bueno? Podrías compartir que tu col rizada es especialmente tierna y que las hojas tiernas pueden comerse crudas en una ensalada, por ejemplo. ¿Vendes una hierba única o poco común? Sugiere maridajes con otras hierbas y con alimentos.
Se puede vender una hierba única o poco común.
Lleva fotos de tu granja e imprime tu página «Sobre nosotros» de tu sitio web y tenla a mano para que la lean los clientes. De paso, es una buena idea tener tarjetas de visita con el nombre de tu granja, su ubicación, su horario y su sitio web. Folletos sobre Acciones de la CSA, copias de artículos de periódicos o revistas en los que aparezca tu granja… piensa en cualquier cosa que muestre quién eres y lo que haces y llévala para que los clientes la vean.
Laminar los carteles los mantiene libres de gotas de agua y los ayuda a durar más tiempo.
Da a tus clientes ideas y recetas
Imprime recetas de los productos que vendes, especialmente si son comunes o los tienes en gran cantidad. Si los clientes pueden irse a casa con una receta de pepinos en vinagre, es más probable que compren una caja entera en lugar de unos pocos kilos. Si saben que pueden congelar calabacín rallado, es posible que compren más. Recuérdales lo bien que puede saber el pan de calabacín fresco en noviembre. Cuéntales cómo secar hierbas de forma eficaz, o cómo hacerlas en pastas y pestos de hierbas.
Ofrece muestras gratuitas
Es mucho más probable que los clientes se acerquen a tu mesa si tienes unos platos de muestras presentados de forma atractiva para que los piquen. Además, les da la oportunidad de probar algo que quizá no hayan probado antes. «¿Qué es un pepino limón? ¡Toma, dale un mordisco! ¿Qué te parece?» Ahora ya tienes una conversación en marcha.
Sé inteligente en los negocios
Para ganar dinero cultivando, tienes que llevar un cuidadoso registro de lo que te cuesta producir cada alimento. Asegúrate de que cubres los costes y obtienes beneficios. Lleva un registro de lo que se vende y a qué precio, y utiliza estrategias de precios creativas para vender más. Cobra lo que vale: cobrar de menos no ayuda a nadie y no te hará ganar amigos. Al mismo tiempo, debes tener una variedad de productos a diferentes precios, desde los más baratos hasta los más caros y los intermedios. Tu precio puede variar de una semana a otra o a lo largo de la temporada para el mismo artículo; no pasa nada, pero asegúrate de que tus carteles sean coherentes y reflejen los cambios.
Mantén tus suministros y carteles organizados y ordenados para que la preparación del día del mercado sea eficiente y rápida. Además, si vas a contratar a trabajadores para que te ayuden a vender o a llevar todo al mercado, sólo te ayudará tener las cosas bien organizadas.