Para una alimentación sostenible y una agricultura sustentable la FAO contempla un escenario con alimentos ecológicos y nutritivos que sean accesibles para todos. Uno en que se utilicen con conciencia los recursos naturales disponibles, y que se atiendan las necesidades actuales y futuras de la población mundial.
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¿Qué es la alimentación sostenible?
Una alimentación sostenible es una alimentación fundamentalmente equilibrada y variada en cuanto a tipo de alimentos. Además de esto también protege los recursos naturales. Los alimentos sostenibles son aquellos cuyo cultivo y procesado se hace mediante las condiciones medioambientales correctas y no utilizan fitosanitarios que sean de origen químico. También se tiene en cuenta para esta definición, el transporte, no utilizando transportes de larga distancia sino que son alimentos de proximidad o comercio justo, para evitar la contaminación. Su fabricación o transformación se realiza teniendo en cuenta el economizado de energía y el no uso de aditivos perjudiciales para la salud.
Alimentación sostenible y retos del sistema agroalimentario
Pero para desarrollar una agricultura sostenible se requiere una integración total, lo que implica establecer sinergias entre los sectores, además de cambiar el enfoque social, económico y medioambiental que hemos tenido hasta la actualidad y orientarlo hacia un consumo responsable de los recursos.
El pasado mes de abril se inauguró en Valencia el CEMAS, el Centro Mundial para la Alimentación Urbana Sostenible, un organismo interdisciplinar que se utilizará para la investigación, la divulgación y la sensibilización de los desafíos que las grandes ciudades tienen que afrontar hoy en día en relación a los problemas alimentarios.
Se trata de una iniciativa liderada por el consistorio local y patrocinada por la FAO, la Agencia de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. Llevaran a cabo retos que irán desde la promoción de la alimentación de proximidad hasta la comercialización directa.
A finales del mes de febrero el alcalde de Valencia, Joan Ribó, dio una conferencia en la sede de la Organización de Naciones Unidas en Nueva York para dar a conocer el CEMAS a la comunidad internacional. En ella, Ribó hizo hincapié en el trabajo que se va a desarrollar para “facilitar políticas, estrategias y acciones de las ciudades del mundo y sus entornos periurbanos encaminadas a la lucha contra la malnutrición y la desnutrición así como procurar soluciones ante el desafío que supone el reto de conseguir una alimentación sostenible y de calidad para las generaciones presentes y futuras”.
En 2018 el Ayuntamiento de Valencia pactó la creación del CEMAS en la Marina de Valencia, cuya construcción concluyó el pasado 14 de febrero.
La alimentación sostenible es por tu salud y para la protección del medio ambiente
Uno de los problemas principales al que se enfrenta el mundo es la migración hacia las grandes ciudades. Más de la mitad de la población actual vive en áreas urbanas y para 2050 se calcula que dos de cada tres habitantes del planeta vivirá en ciudades. Por ello, a pesar de que las ciudades sean los principales centros de creación de riqueza y desarrollo de actividades económicas —así como creativas—, también son las mayores productoras de gases de efecto invernadero, y las mayores consumidoras de alimentos y energía.
Ribó señaló además que las ciudades han asumido que tienen la capacidad de acción y de respuesta rápida y reconocen responsabilidades con los ODS, los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de Naciones Unidas. “Sin las ciudades es imposible cumplir los ODS. Hace falta generar una nueva arquitectura internacional”, espetó.
En esta conferencia además se recordó a Naciones Unidas que en 2017 Valencia fue elegida Capital Mundial de la Alimentación Sostenible, y que durante ese año se realizaron actividades como La Cumbre de Alcaldes de las Ciudades Firmantes del Pacto de Milán, un acuerdo que se firmó con el fin de conseguir que todas las grandes ciudades tengan en un futuro una alimentación más saludable y sostenible, en línea con la Declaración de Valencia. Además, se plantea introducir proyectos como la inmersión de la dieta mediterránea en los colegios con productos ecológicos y de proximidad “para educar en la alimentación sana a los más jóvenes y, paralelamente, potenciar la demanda de productos y verduras ecológicas que favorezcan y ayuden a desarrollar la introducción de las prácticas más ecológicas y sostenibles en la huerta de Valencia y su área metropolitana, que, por otra parte, mitiguen las primeras consecuencias del cambio climático”.