Universidad y medio ambiente: ¿Qué hacen las universidades públicas madrileñas por la economía circular?

La economía circular no es sólo cosa de empresas privadas y administraciones de gobierno. Las instituciones académicas, desde su actividad investigadora y sus espacios, también tienen mucho que aportar y las tres universidades públicas con que cuenta la capital española lo han puesto de manifiesto. Y es que la Universidad Complutense de Madrid (UCM), la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) acaban de firmar un acuerdo con el Ayuntamiento para impulsar conjuntamente la economía circular.

La administración local ayudará a estas tres universidades a llevar a cabo acciones que contribuyan a mejorar la sostenibilidad en los campus, con Planes de Movilidad, infraestructura verde, biodiversidad, gestión de residuos, huertos urbanos, eficiencia energética, etcétera. También pondrá a su disposición los mecanismos de colaboración para que cooperen en el intercambio de conocimiento sobre economía circular.

Las universidades, por su parte, se han comprometido a diseñar una estrategia común de sostenibilidad que se apoyará en su labor investigadora y académica y se llevará a la práctica en la gestión de sus servicios e instalaciones. Enmarcado en la Estrategia de Gestión y Prevención de Residuos 2018-2022, el compromiso comprende políticas como la creación de un listado de proyectos e iniciativas para transferir el conocimiento respecto a la economía circular; divulgar en centros educativos de enseñanza primaria y secundaria de Madrid aquellos avances científicos y tecnológicos “más notables” en éste área; y crear un Centro Mixto de Investigación científica que refuerce la colaboración científico-técnica entre universidades.

Iniciativas de sostenibilidad en las Universidades Madrileñas

Al margen de esta nueva alianza, durante los últimos años las tres universidades han desarrollado iniciativas de sostenibilidad como, entre otras, Green Campus, uno de los proyectos más conocidos en el ámbito de la UCM. En realidad se trata de un programa internacional de la Fundación para la Educación Ambiental (FEE, por sus siglas en inglés), que busca promover la sostenibilidad en las facultades mediante la concesión de “banderas verdes” a aquellos centros que sean más respetuosos con el medio ambiente.  En el marco de este proyecto, se reconoce también al personal docente con una de estas banderas, que se coloca junto al nombre del profesor o profesora en su despacho siempre una vez haya cumplido una serie de “compromisos eco-docentes”, algo que también se aplica al alumnado (“Eco-estudiantes”) y al Personal de Administración y Servicios (“Eco-PAS”). En todo caso, los compromisos se dividen en medidas de ahorro energético, de ahorro de materiales, y de concienciación. Así, los eco-docentes, por ejemplo, deberán tomar decisiones como no pedir a sus estudiantes que entreguen trabajos impresos, sino en versión digital; apagar las luces de clase cuando haya suficiente luz natural, y los ordenadores cuando dejen de utilizarse; o, en el aula, trabajar transversalmente aspectos de educación ambiental con los alumnos.

La UPM, por otro lado, ha definido su propio Plan de Sostenibilidad Ambiental de la UPM para el curso 2018/2019. Éste abarca políticas como organizar conferencias para compartir proyectos de desarrollo sostenible e incluso crear la figura del voluntariado; obligar a la separación en origen de materiales reciclables, “fundamentalmente en los lugares de mayor generación como cafeterías y en eslabones importantes de la cadena como el personal de limpieza”, facilitando los contenedores necesarios; o colaborar con Ecoembes mediante la firma de un convenio a través de la ETSI Montes, Forestal y del Medio Natural para implementar la separación y correcta gestión de los residuos en la universidad.

Universidad autónoma de Madrid entre las 60 más sostenibles del mundo

Y, por último, la UAM. Esta universidad figura entre las 60 más sostenibles del mundo (está en el puesto 55), según el ranking GreenMetric de 2018. Este listado también la sitúa como la tercera Universidad más sostenible en España, sólo superada por la Universidad de Alcalá y por la Autónoma de Barcelona. No es para menos. La institución cuenta con una oficina Ecocampus, en la que se pueden consultar todos los proyectos en materia ambiental que se llevan a cabo actualmente. Uno de ellos es el proyecto Ola Solar, que pretende instalar cerca de 5.000 paneles fotovoltaicos con una inversión total de 5 millones y medio de euros y con una producción anual superior al millón de kWh, cantidad equivalente al consumo de 300 hogares, “algo menos del 5% del consumo anual de todo el Campus y que supone la reducción de cerca de 500 toneladas de emisiones de CO2 a la atmósfera”, aseguran en su web. Además han ofrecido “a todos los miembros de la comunidad universitaria” la posibilidad de participar en un proyecto similar al anterior pero de menor número de paneles, adquiriendo bonos de 1.000 euros a 25 años con una rentabilidad TIR aproximada del 7%. Una propuesta que, de momento, ya ha recibido más de 200 solicitudes.

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