Estamos al borde de una crisis de desechos global que podría cambiar nuestro mundo tal y como lo conocemos. Desde los 2.010 millones de toneladas de desechos producidos en 2016, se proyecta un escalofriante aumento a 3.400 millones de toneladas para 2050.
En Europa, a pesar de los esfuerzos por reciclar más, la lucha contra el creciente volumen de residuos sigue siendo un gigantesco desafío. Se nos urge a abrazar un cambio radical, tal como lo ha indicado la Comisión Europea, diciendo que el «statu quo no es sostenible y queda un largo camino por recorrer», según sus recientes declaraciones.
La alarma sobre el manejo de desechos en Europa ha sido sonada otra vez por la Comisión. En un reciente informe, se señala que 14 países miembros corren el riesgo de no alcanzar la meta de reciclaje del 50% establecida por la nueva regulación europea para 2030. Entre estos países se encuentran: España, Portugal, entre otros.
La Comisión Europea ha delineado planes de acción específicos, orientados a cada país, para impulsar sus tasas de reciclaje y adoptar plenamente los principios de la economía circular.
Además, se ha subrayado la importancia de la prevención de residuos. A pesar de que la tasa de reciclaje en la UE ha mejorado, la producción de residuos empaquetados aumentó un 6% entre 2013 y 2015.
Las recomendaciones de la Comisión están detalladas en un nuevo informe, que sugiere estrategias concretas para la gestión de varios tipos de residuos, incluyendo los municipales, de demolición, peligrosos y electrónicos.
El Reto de los Residuos Sólidos Municipales (RSM)
Aunque solo constituyen el 10% del total de desechos en la UE, los residuos municipales representan un gran desafío debido a su variada composición. En 2016, cada ciudadano europeo fue responsable de generar unos impresionantes 480 kilos de residuos, de los cuales solo un 46% fue reciclado o compostado.
Entre las recomendaciones para mejorar el manejo de los RSM, la Comisión sugiere eliminaciones graduales de vertederos e incentivos económicos para seguir la jerarquía de residuos, y aumentar la frecuencia de recolección de residuos separados para fomentar la clasificación por parte de los hogares.
Manejo del Resto de Residuos
En cuanto a los residuos de demolición, se alienta a adoptar medidas para prevenir su generación a través de la innovación en diseño y políticas públicas verdes. Además, se sugieren estrategias enfocadas en reducir los residuos peligrosos a través de inspecciones rigurosas y acciones contra operadores no autorizados.
Por último, se enfatiza la mejora en el tratamiento de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), recomendando normas de calidad mínimas y objetivos de preparación para la reutilización, con el fin de minimizar su impacto ambiental.