En esta era de revolución ecológica, destinada a sanar nuestro planeta y combatir el devastador cambio climático y calentamiento global, el sector del transporte, identificado como uno de los mayores contribuyentes a las emisiones de CO2 en Europa, se coloca en el centro del escenario. Las metrópolis ya están en la carrera para convertirse en pioneras de la movilidad cero emisiones, revolucionando su esquema de movilidad urbana hacia las bicicletas, el transporte público y locomoción peatonal, además de apostar por los vehículos eléctricos y autos de emisiones reducidas. Sin embargo, el gran desafío permanece en el transporte de mercancías y pasajeros de larga distancia, donde las emisiones de la aviación y el transporte por carretera y marítimo continúan siendo un obstáculo sustancial.
Es hora de que el Tren se Haga Cargo del Futuro Eco-consciente
Ante este desafío emergen diversas iniciativas subrayando el llamado «urgente» a incrementar la participación del tren en el transporte de mercancías y así reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero. Un brillante exponente es el Tren Noé, adornado con contenedores que lucen imágenes de animales, recorriendo Europa desde hace más de un año como emisario climático de Rail Freight Forward (RFF), una alianza europea compuesta por 16 gigantes del transporte de mercancías.
El Impactante Viaje del Tren Noé
Este proyecto cobró vida durante la Conferencia Mundial sobre el Clima COP24 de la ONU, haciéndose eco en rutas que atraviesan desde Varsovia a ciudades emblemáticas como Viena, Berlín y París, luciendo contenedores reciclados y artísticamente decorados. A su paso, el tren ha capturado corazones, especialmente con su anexión de un convoy especial dedicado a los Niños por el Clima, culminando su viaje en España, en la estación de Príncipe Pío en Madrid, con la colaboración especial de Renfe Mercancías y Transfesa Logistics. El viaje está destinado a continuar hacia Chile, marcando presencia en la próxima Conferencia sobre el clima de la ONU, COP25.
Este tren no es solo transporte, sino una «movil obra de arte«, destinada a promover la eficiencia y sostenibilidad del ferrocarril, capaz de incrementar capacidad de carga reduciendo tiempos y sobre todo, las emisiones dañinas al medio ambiente. En Europa, el ferrocarril representa el 18% de la movilidad de mercancías, contrastando con un modesto 4% en España, resaltando la necesidad de optimizar este medio frente a alternativas más contaminantes.
Acorde con las expectativas, se anticipa un crecimiento del 30% en el transporte de mercancías en la próxima década, siendo crucial la implementación de soluciones sostenibles que, como el ferrocarril, ofrecen una ventaja considerable para la conservación del medio ambiente, mientras se potencia el impacto positivo en la economía. Según datos actuales, el transporte constituye un 2,9% del PIB nacional en España.
Así, desde la perspectiva de RFF, se visualiza una oportunidad invaluable de reconfigurar el modelo de movilidad de carga, abogando por la innovación y sostenibilidad. En este contexto, el tren, lejos de ser una reliquia del pasado, se proyecta como el vehículo del futuro, listo para liderar la carga hacia una era más verde y próspera.