Las islas de Hawaii están llenas de todo tipo de maravillas volcánicas: desde las calderas humeantes de volcanes activos hasta los tubos de lava ígnea forjados por antiguas erupciones. Sin embargo, una característica volcánica de la que quizá no hayas oído hablar es una extraña formación geológica conocida como árbol de lava (foto de arriba).
Estas extrañas columnas se forman cuando un torrente de lava fundida se abre paso a través de un bosque. En lugar de derribar todos los árboles a su paso, el repentino contacto de la lava con el tronco del árbol permite que se enfríe una fina capa de lava a su alrededor. Después de que pase el torrente inicial de lava y baje la «marea», queda la lava semirrefrigerada que se ha acumulado alrededor de los troncos de los árboles condenados.
En la foto de abajo, capturada el 7 de enero de 1983, durante una erupción en Pu’u Kahaualea, puedes ver exactamente cómo se forma uno de estos «bosques» de árboles de lava.
Como señala el Servicio Geológico de EE.UU., «La parte superior bulbosa de cada árbol de lava marca el punto más alto del flujo de lava a medida que se extiende por los árboles. Cuando la erupción de la fisura disminuyó, el flujo siguió extendiéndose lateralmente; su superficie se redujo, dejando pilares de lava que se habían enfriado contra los troncos de los árboles».
A veces el esqueleto carbonizado del árbol puede permanecer en pie dentro de su molde ígneo durante muchos años (y en casos extremadamente raros, se sabe que los árboles sobreviven y siguen creciendo). Sin embargo, el escenario más común es aquel en el que el árbol se incendia y arde completamente durante o poco después de la oleada inicial de lava. Cuando esto ocurre, el resultado es un tronco ahuecado, como éste:
Si quieres ver en persona estas extrañas formaciones con aspecto de fósiles, suelen encontrarse a lo largo de las laderas de los volcanes de escudo basáltico propensos a los flujos de lava líquida. Hay un parque estatal que puedes visitar para presenciar algunos ejemplos realmente espectaculares: Monumento Estatal a los Árboles de Lava.
Situados en la Gran Isla, justo al sureste de la ciudad de Pāhoa, los moldes ígneos se formaron en 1790 después de que una corriente de lava atravesara un bosque. En los siglos transcurridos desde entonces, ha surgido un nuevo bosque, pero los ominosos e imponentes árboles de lava siguen siendo un recordatorio de la fascinante pero volátil historia natural de la isla.
