Este búho chillón oriental fue fotografiado en Centro de Rapaces de Mountsberg, un centro de conservación que también lleva a cabo programas educativos. Este búho no es el único residente del centro, que es «hogar de 15 especies diferentes de aves rapaces autóctonas, muchas de las cuales tienen lesiones permanentes que las han dejado incapaces de sobrevivir por sí mismas en la naturaleza. A menudo, estas lesiones están causadas por la actividad humana, pero con la ayuda de estos embajadores emplumados, la comunidad puede aprender a compartir nuestro entorno con las aves de presa autóctonas y a reducir el impacto negativo que podamos tener sobre ellas».
Un embajador animal es un individuo de una especie -a menudo un animal domesticado o habituado que vive permanentemente en un centro de rehabilitación o en un zoológico- que se utiliza para educar al público sobre la especie. La Asociación de Zoos y Acuarios define a un animal embajador como «un animal cuya función incluye la manipulación y/o el adiestramiento por parte del personal o los voluntarios para la interacción con el público y en apoyo de los objetivos institucionales de educación y conservación».
Cómodo con la gente, el animal puede representar a su especie cuando se desplaza a las aulas, o durante las demostraciones y charlas educativas en la instalación donde vive. Los animales embajadores desempeñan un papel fundamental a la hora de conectar a quienes están cerca de ellos con la naturaleza y con los problemas que afectan a la propia especie o a su hábitat nativo.
Para los niños pequeños y los adultos, la emoción de estar cerca de un animal salvaje puede despertar un interés de por vida por aprender más sobre una especie o ecosistema y, lo que es más importante, por la conservación del medio ambiente. Los animales embajadores son algunos de los miembros más importantes de su especie.