Un fabricante de automóviles planta un minibosque frente a su nueva fábrica. Una cadena hotelera financia la creación de olivares y luego recompra el aceite de oliva. Un restaurante compra deliberadamente a agricultores que dan prioridad a la captación de carbono en el suelo.
Puede que ésta sea la última encarnación de las prácticas empresariales conscientes del clima, y se llama «inserción de carbono».
En los embriagadores días de «Una verdad incómoda», compensación de carbono se convirtió en un término común en el mundo de los negocios y del consumo. El concepto era sencillo: aunque inevitablemente emitamos dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero en el transcurso de nuestros negocios o de nuestra vida cotidiana, podemos calcular y luego «compensar» esas emisiones financiando proyectos de plantación de árboles o iniciativas de energías renovables en otros lugares. Como parte de una estrategia climática más amplia, la idea tiene cierto valor. Al fin y al cabo, es poco probable que lleguemos a las emisiones cero de la noche a la mañana, y la compensación nos permite ocuparnos primero de la fruta que cuelga más bajo, haciendo ahorros y reducciones donde son más rentables mientras esperamos que la energía eólica, la solar y otras tecnologías sean competitivas.
Pero este concepto no convenció a todo el mundo.
Llamando a la idea indulgencias papales, los críticos argumentaron que los consumidores y las empresas estaban pagando para absolver su culpa sin tener que hacer cambios estructurales en modelos empresariales o estilos de vida fundamentalmente insostenibles. La idea de la fijación de carbono es tomar este proceso y acercarlo a la esfera de influencia directa de una empresa u organización. Si compras regularmente productos agrícolas, por ejemplo, ¿por qué no apoyar iniciativas que planten árboles y promuevan la agrosilvicultura como parte del refuerzo de tu cadena de suministro?
Tim Smedley, de The Guardian, ofrece una útil visión general de la creciente popularidad de la inserción de carbono. Analizando el trabajo de Plan Vivo y Proyecto Pur, que se centran en planes de plantación de árboles, Smedley explora las similitudes y diferencias entre la compensación y la inserción:
Sin embargo, el atractivo de la compensación para algunas empresas es que es sencilla y se realiza a distancia. La inserción, por el contrario, parece un montón de trabajo. «Al principio puede ser todo un reto para las empresas si no es su forma habitual de operar», dice Christopher Stephenson, director de la Fundación Plan Vivo, que recientemente organizó un taller de creación de capacidades de un día de duración sobre el insetting. Pero relata la experiencia de una empresa: «La compensación para ellos era un gasto, era una línea de costes. Reconocieron que podía convertirse en una inversión más estratégica para la empresa. En lugar de ser un simple coste en su balance, pueden transformarlo en una inversión, además de una fantástica herramienta de comunicación y marketing».
Además de la plantación de árboles, Smedley también señala que la inserción puede abarcar potencialmente una amplia gama de actividades, muchas de las cuales ya formaban parte del arsenal de sostenibilidad de las empresas.
Cuando Cisco Systems, 3M y Kimberly-Clark ofrecen energía solar barata como beneficio para los empleados, no están reduciendo directamente su propio impacto medioambiental corporativo, pero están generando reducciones reales de las emisiones mientras invierten en sus empleados y (presumiblemente) aumentan sus índices de satisfacción. Del mismo modo, cuando la NASA apoya el uso del coche eléctrico entre los empleados, puede que se esté centrando en las emisiones que están fuera de su control directo, pero está limpiando su entorno y ahorrando el dinero de sus empleados. Si estas entidades cuantificaran este ahorro y lo aplicaran como «créditos de carbono» contra las emisiones de toda su empresa, estarían entrando en esta esfera de insetting.
Al igual que cualquier estrategia, el insetting no está exento de complicaciones. De hecho, en una llamada por Skype, Christopher Stephenson, de Plan Vivo, me explicó que no se trata de un debate sobre la inserción o la compensación, sino que ambas son armas útiles en un arsenal mucho más amplio. Mientras que la inserción puede ayudar a las empresas a invertir en sus cadenas de suministro, por ejemplo, algunas empresas pueden estar preocupadas por la falta de flexibilidad. ¿Qué pasa si necesitan cambiar de proveedores o eliminar un producto concreto? Mientras que la compensación proporciona comodidad y eficiencia económica, la inserción ofrece un compromiso más profundo y una oportunidad de añadir valor a la cadena de suministro, reduciendo potencialmente la vulnerabilidad de una empresa a los riesgos relacionados con el clima, como las inclemencias del tiempo o la pérdida de cosechas.
Ambos tienen sus ventajas. Ambas pueden ser una estrategia útil.
Desde aumentar el uso de café cultivado a la sombra hasta promover la práctica de la agricultura de carbono entre los proveedores, un aumento de la inserción de carbono podría tener un poderoso impacto en el cambio de cadenas de suministro enteras. Por supuesto, la inserción no anula la necesidad de reducir directamente las emisiones de carbono, pero dudo que ningún actor serio del creciente movimiento pretenda hacerlo. Al igual que la compensación de carbono, la inserción sólo puede formar parte de un impulso mucho más amplio para la reducción de las emisiones que incluya inversiones directas en eficiencia, conservación y energías renovables; un alejamiento de la inversión y el uso de combustibles fósiles; y un aumento de la defensa de una economía con bajas emisiones de carbono.
Con las grandes empresas que se desconectan de la red y las empresas que se distancian de los grupos de presión contrarios a las energías renovables, muchas partes del rompecabezas se están uniendo. Con el aumento de la fijación del carbono, estamos un paso más cerca de un futuro sin emisiones.
Para quienes estén interesados en saber más, a continuación hay un vídeo resumen de 101 Visions. También puedes descargarte un manual sobre la inserción de carbono para empresas en el sitio web de Plan Vivo.