Fragmentación del paisaje y hábitat de la fauna silvestre

La fragmentación del paisaje o del hábitat es la ruptura de un hábitat o tipo de vegetación en secciones más pequeñas e inconexas. Generalmente es una consecuencia del uso del suelo: las actividades agrícolas, la construcción de carreteras y el desarrollo de viviendas rompen el hábitat existente. Los efectos de esta fragmentación van más allá de una simple reducción de la cantidad de hábitat disponible. Cuando las secciones del hábitat dejan de estar conectadas, pueden surgir una serie de problemas. En este debate sobre los efectos de la fragmentación me referiré sobre todo a los hábitats forestales, ya que puede ser más fácil de visualizar, pero este proceso ocurre en todo tipo de hábitat.

El proceso de fragmentación

Aunque hay muchas formas de fragmentar los paisajes, el proceso suele seguir los mismos pasos. En primer lugar, se construye una carretera que atraviesa un hábitat relativamente intacto y disecciona el paisaje. En Estados Unidos, la red de carreteras se ha desarrollado mucho y ya vemos pocas zonas remotas recién diseccionadas por carreteras. El siguiente paso, la perforación del paisaje, es la creación de pequeñas aberturas en el bosque cuando se construyen casas y otros edificios a lo largo de las carreteras. A medida que experimentamos la expansión exurbana con la construcción de viviendas en zonas rurales alejadas de los cinturones suburbanos tradicionales, podemos observar esta perforación del paisaje. El siguiente paso es la fragmentación propiamente dicha, en la que las zonas abiertas se fusionan y las extensiones de bosque originalmente grandes se rompen en trozos desconectados. La última etapa se llama desgaste, y ocurre cuando el desarrollo roe aún más los trozos de hábitat restantes, haciéndolos más pequeños. Los pequeños bosques dispersos que salpican los campos agrícolas del Medio Oeste son un ejemplo del patrón que sigue el proceso de desgaste del paisaje.

Los efectos de la fragmentación

Es sorprendentemente difícil medir los efectos de la fragmentación en la vida salvaje, en gran parte porque la fragmentación se produce al mismo tiempo que la pérdida de hábitat. El proceso de dividir el hábitat existente en trozos desconectados implica automáticamente una reducción de la superficie del hábitat. Sin embargo, las pruebas científicas acumuladas apuntan a algunos efectos claros, entre los cuales:

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