10 datos sorprendentes sobre los neandertales

Los neandertales suelen ser imaginados como encorvados, brutos, peludos y tontos. Sin embargo, esta imagen se basa en gran medida en las nociones preconcebidas de nosotros mismos y de los paleontólogos de hace mucho tiempo. Gracias a la ciencia más avanzada y a las mentes abiertas, los nuevos descubrimientos cambian constantemente esas viejas falsedades.

Resulta que los neandertales eran comparables a los humanos modernos en muchos aspectos. Por ejemplo, creaban arte y formaban fuertes vínculos sociales que se manifestaban en acciones compasivas. Aquí tienes 10 datos sobre los neandertales que pueden sorprenderte.

Tabla de contenidos

1. Los neandertales enterraban cuidadosamente a sus muertos

Al estudiar las tumbas de Europa Occidental, los investigadores llegaron a la conclusión de que los neandertales a veces enterraban a sus muertos. Es posible que también dejaran flores y otras marcas en la tumba con el difunto. Esta hipótesis procede de los hallazgos de polen en las tumbas de Shanidar, en el norte de Irak. Puede sonar intrascendente para nosotros, ya que colocar flores en las tumbas es habitual para los humanos modernos, pero para los neandertales, recogerlas significaba salir al frío de la Edad de Hielo y atravesar la peligrosa ladera de la montaña.

El gesto simbólico de dejar flores junto a los muertos (y los grandes esfuerzos que hacían para ello) está en consonancia con otros comportamientos que reflejan el pensamiento simbólico de los neandertales, como decorarse con pigmentos, joyas, plumas y conchas. Ningún otro primate ni ninguna otra especie humana anterior practicaba el enterramiento de sus muertos.

2. Eran artistas

Según una investigación publicada en 2018, los neandertales realizaron el primer arte rupestre conocido. El estudio se centró en el arte de tres cuevas españolas que contenían representaciones en rojo y negro de animales, puntos y signos geométricos, además de plantillas de manos, huellas de manos y grabados.

Los investigadores descubrieron que las pinturas fueron creadas hace al menos 64.000 años, 20.000 años antes de que el Homo sapiens llegara a Europa. Los neandertales eran la única especie humana del continente en aquella época, por lo que debieron ser los creadores.

Un resultado de este descubrimiento es la indicación de que los neandertales tenían una sensibilidad artística muy parecida a la de los primeros H. sapiens. «El arte no es un accidente puntual», dice el coautor Paul Pettit. «Tenemos ejemplos en tres cuevas separadas por 700 kilómetros, y pruebas de que fue una tradición de larga duración».

3. Podían controlar el fuego

Hubo un tiempo en el que los H. sapiens no eran la única especie que encendía y utilizaba regularmente el fuego. Los neandertales también eran hábiles en esto, como demostró un estudio de 2011 publicado en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias.

A través de la Universidad de Colorado Boulder, los investigadores examinaron 141 yacimientos de chimeneas en Europa y encontraron pruebas de que los neandertales hacían un uso continuado del fuego en cada uno de ellos, incluyendo huesos quemados, artefactos de piedra calentados y carbón vegetal. Llegaron a la conclusión de que este comportamiento comenzó hace ya 400.000 años.

Los neandertales utilizaban el fuego para cocinar los alimentos, pero también para construir herramientas. Utilizaban la brea, una sustancia adhesiva natural, para fijar las astas de madera a las piezas de piedra. Dado que la única forma de crear este líquido pegajoso es quemando la corteza de los abedules, los neandertales debían tener la capacidad de controlar el fuego.

4. Eran hábiles cazadores

Los neandertales demostraron ser unos cazadores excepcionales, tanto por su conocimiento de las habilidades necesarias para capturar la caza como por sus capacidades cognitivas para coordinar los ataques.

El investigador holandés Gerrit Dusseldorp observó que incluso las piezas de caza más difíciles de capturar (por ejemplo, los animales grandes y poderosos y los animales de pastoreo) eran cazados por los neandertales. No les faltaba fuerza: al parecer, el número y la distribución de las fracturas encontradas en los huesos recuerdan a los de los profesionales del rodeo, que también se enfrentan a animales grandes y peligrosos. Además, es probable que los neandertales tuvieran una impresionante destreza en las manos, lo que significaría la capacidad de producir herramientas de caza.

También eran calculadores en sus estrategias de caza. En 2011, una investigación demostró que los neandertales conocían los patrones de migración de los renos y programaban sus estancias en determinados lugares de caza en función del movimiento de sus presas.

5. Los neandertales compartían rasgos genéticos con los mamuts lanudos

obra de arte de mamuts lanudos caminando por la nieve con largos colmillos y pelaje helado

Uno de los grandes animales que cazaban los neandertales era el mamut lanudo, un pariente ya extinto de los elefantes modernos que estaba cubierto de pieles y pesaba hasta 12.000 libras. Un estudio de 2019 descubrió que existen signos moleculares de adaptación a entornos fríos que compartían los neandertales y el mamut lanudo.

Esto es plausible, ya que ambas especies evolucionaron a partir de ancestros africanos antes de adaptarse a los climas fríos de la Eurasia de la Edad de Hielo, y ambas se extinguieron alrededor de la misma época. Las dos especies se enfrentaron a condiciones similares y sufrieron adaptaciones similares como resultado. Esto las convierte en un buen ejemplo de evolución convergente.

6. Los humanos se cruzaron con los neandertales rápidamente

Es bien sabido que los humanos modernos se aparearon con los neandertales, pero una investigación publicada en 2016 muestra que el mestizaje tuvo lugar antes de lo que se pensaba. Es probable que los dos grupos se encontraran hace unos 100.000 años en Oriente Medio o la Península Arábiga, cuando los primeros grupos de humanos modernos viajaron desde África.

Una forma de saberlo es mediante el análisis del ADN de una mujer neandertal encontrada en las montañas de Altai, en Siberia. Su genoma incluía ADN de humanos modernos. Vivió hace más de 50.000 años, lo que indica un marco temporal para algunos de los cruces entre humanos modernos y neandertales que se produjeron.

Aunque los detalles de estos encuentros pueden indicarnos cuándo el ADN neandertal entró en la historia humana, también pueden indicarnos el final de la historia neandertal. Las investigaciones más recientes sugieren que este mestizaje provocó la desaparición de los neandertales, que pueden haberse apareado hasta la extinción diluyendo su ADN.

7. Tenían voces fuertes y agudas

No, los neandertales no gruñían. Y aunque puede que no tuvieran un vocabulario sofisticado, eran capaces de hablar de forma compleja gracias a la presencia y posición del hueso hioides, que se encuentra en el cuello y sostiene la raíz de la lengua. Este es el mismo hueso que permite a los humanos modernos vocalizar como lo hacemos nosotros.

Pero aunque podían hablar como nosotros, no sonaban como nosotros. La forma de sus gargantas, junto con sus grandes pechos y su postura, probablemente daban lugar a una voz más aguda y fuerte que la del humano moderno medio. En este vídeo, los expertos explican y demuestran las vocalizaciones de los neandertales.

8. Pueden haber desaparecido debido al cambio climático

La causa de la extinción de los neandertales es desconocida, pero dos estudios presentan interesantes hipótesis.

En un estudio de 2017, los investigadores sugieren que la extinción fue una cuestión de dinámica poblacional y de calendario. Los neandertales compartieron espacio con H. sapiens durante un tiempo, pero con el tiempo, el principio de exclusión competitiva -la regla ecológica de que dos especies no pueden ocupar el mismo nicho a la vez- empezó a influir. Así, H. sapiens sustituyó de forma natural a los neandertales.

Pero en otro estudio publicado en 2018, los investigadores informan de pruebas que podrían relacionar la extinción de los neandertales con el cambio climático. Los autores del estudio examinaron cuevas para crear registros detallados del antiguo cambio climático en la Europa continental. Esto reveló una serie de condiciones prolongadas, extremadamente frías y extremadamente secas, que coincidieron con periodos en los que las herramientas neandertales estaban ausentes. Aunque esto no prueba la causalidad, es convincente y abre la puerta a nuevas teorías.

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