15 sorprendentes datos sobre las rayas

Con sus cuerpos planos y sus largas colas con púas, las rayas parecen criaturas de otro mundo. Estos vertebrados marinos son en realidad bastante comunes, y se encuentran en aguas cálidas y poco profundas de las regiones tropicales y subtropicales del mundo, así como en lagos y ríos de agua dulce. Descubre qué hace que las rayas sean uno de los animales marinos más singulares.

Tabla de contenidos

1. Las rayas son carnívoras

Las rayas son puramente carnívoras y se alimentan de animales que viven sobre o bajo la arena. Un estudio que examinó la reconstrucción de la dieta de las rayas del sur en el Caribe descubrió que las rayas se alimentaban principalmente de crustáceos, peces con aletas de raya y gusanos. Una investigación complementaria descubrió que la especie consumía al menos 65 tipos de presas diferentes, hasta 30 cada día.

2. Se mueven batiendo sus «alas»

Puede parecer que las mantarrayas vuelan por el agua, pero si las miras de cerca, verás que un elegante movimiento de aleteo las impulsa. La mayoría de las especies ondulan su cuerpo para ir de un lugar a otro, moviéndose como una ola submarina, pero otras tienden a batir sus costados hacia arriba y hacia abajo como si fueran alas. Una investigación realizada por la Fundación Salvar Nuestros Mares descubrió que las rayas de Sudáfrica se movían a 1,35 kilómetros por hora (0,83 millas por hora), y que algunas especies realizaban migraciones de hasta 850 kilómetros (528 millas).

3. Las rayas están estrechamente relacionadas con los tiburones

Puede que no tengan dientes afilados, pero las rayas comparten varias similitudes con los tiburones. Ambas forman parte del mismo grupo de peces cartilaginosos (lo que significa que su esqueleto se apoya en cartílagos en lugar de huesos) y tienen una piel similar. También utilizan las mismas ampollas de sensores de Lorenzini, que son órganos sensoriales especiales que captan las señales eléctricas emitidas por las presas.

4. Las crías de raya nacen completamente desarrolladas

Los bebés, llamados crías, son capaces de nadar y alimentarse inmediatamente después de nacer, y la mayoría de las especies no requieren absolutamente ningún cuidado parental. Los científicos están empezando a comprender cómo el hecho de ser atrapado (incluso accidentalmente) puede causar nacimientos prematuros en las especies de rayas. En un estudio publicado en la revista Conservación Biológica, cerca del 85% de las rayas azules perdieron sus crías tras ser capturadas.

Una raya bebé

5. Las hembras son más grandes que los machos

Las hembras no sólo alcanzan la madurez sexual más rápidamente que los machos, sino que también suelen vivir más tiempo. Entre las rayas redondas, una especie de crecimiento especialmente rápido, las hembras y los machos alcanzan el 58% y el 70% de su tamaño completo, respectivamente, en el primer año de vida. Las hembras viven una media de 15-22 años, mientras que los machos sólo viven de cinco a siete años.

6. Los tanques de contacto de las rayas son un tema delicado

La investigación sobre si a las rayas les gusta o no que las toquen es, en el mejor de los casos, controvertida. Por ejemplo, el Acuario Shedd de Chicago, certificado por la AZA, publicó en 2017 unos resultados que sugerían que los animales no sufren por sus interacciones con los humanos, e incluso podrían disfrutar de ello. Sin embargo, sólo un año después, 34 de las 42 rayas de nariz de vaca del acuario, que figuraban en la exposición táctil, murieron misteriosamente.

7. Son venenosas

Todos recordamos cuando la querida personalidad de la televisión y activista de la vida silvestre Steve Irwin fue perforado mortalmente en el corazón por una raya en 2006. Las mantarrayas tienen colas largas y finas con entre una y tres púas venenosas adheridas, y la punzada suele causar un inmenso dolor y riesgo de infección en el lugar de la herida. Según el Centro de Control de Envenenamientos de la Capital Nacional, cada año se registran entre 1.500 y 2.000 heridas por rayas en Estados Unidos, y la mayoría se producen en las piernas o los pies.

8. Duermen en la arena

Mientras descansan, las mantarrayas entierran su cuerpo en la arena, dejando sus púas defensivas al descubierto para protegerse mientras duermen. Esto puede ser problemático en las zonas en las que los humanos entran en el agua, por lo que se recomienda que los bañistas hagan el «barrido de las rayas» para producir vibraciones en la arena y advertir a las rayas de su presencia.

9. Hay más de 200 especies de rayas

Los expertos estiman que hay unas 220 especies diferentes de rayas en los océanos, lagos y ríos de agua dulce del mundo. La mantarraya smalleye es una de las especies más raras del océano, con una envergadura de más de 2 metros, manchas blancas y ojos diminutos (de ahí su apodo). Antes de los primeros años de la década de 2000, sólo había un puñado de avistamientos, pero éstos son cada vez más frecuentes; los investigadores han visto 70 individuos frente a la costa del sur de Mozambique en los últimos 15 años. 

10. Algunas especies mastican su comida

Los biólogos de la Universidad de Toronto filmaron a las rayas de agua dulce masticando peces blandos, camarones y ninfas de libélula de caparazón duro mediante cámaras de alta velocidad. Los descubrimientos sugirieron que tanto los mamíferos como las mantarrayas habían desarrollado métodos similares para descomponer los alimentos de forma independiente. Antes se creía que los mamíferos eran los únicos animales que masticaban su comida.

11. Vivieron al mismo tiempo que los dinosaurios

En 2019, un equipo del Instituto de Paleontología de la Universidad de Viena descubrió un fósil de raya con una antigüedad de más de 50 millones de años. La investigación proporcionó nuevos vínculos con la radiación causada por las secuelas del evento de extinción masiva del Cretácico. Otros datos moleculares sugirieron que las rayas modernas divergieron de un grupo hermano durante el Jurásico Superior, hace unos 150 millones de años.

Mantarraya con manchas azules en el fondo del océano

12. Las mantarrayas son diferentes a las manta rayas

Aunque a menudo se les agrupa en la misma categoría, las rayas y las mantarrayas son en realidad diferentes. La boca de una manta raya se encuentra en el borde delantero de su cuerpo, mientras que la de una raya está situada en la parte inferior de su cuerpo. Las mantas también carecen del característico aguijón o púa de la raya y viven en mar abierto y no en el fondo marino.

13. Pueden llegar a ser muy grandes

En 2009, se capturó y liberó en Tailandia una raya de agua dulce gigante que medía 4 metros de largo y pesaba entre 700 y 800 libras. La raya hembra Himantura polylepis, que es uno de los peces de agua dulce más grandes jamás documentados, tenía entre 35 y 40 años de edad.

14. Pueden detectar los campos magnéticos

Los científicos realizaron pruebas con rayas amarillas en 2020 para demostrar que los animales podían utilizar el campo magnético de la Tierra para mantener su sentido de la orientación mientras navegaban por su entorno. Encontraron pruebas que no sólo demostraban que las rayas podían detectar cambios en el campo geomagnético, sino también que pueden utilizar el campo en su beneficio orientándose y manteniendo un rumbo durante la navegación.

15. Más de 25 especies de rayas están en peligro de extinción

La Lista Roja de Especies en Peligro de la UICN incluye al menos 26 especies de rayas en peligro o en peligro crítico. La mayoría de las especies son poco conocidas y sus poblaciones están disminuyendo, lo que complica los esfuerzos de conservación. Entre las especies en peligro se encuentra la raya de cola de vaca, cuya población ha disminuido entre un 50% y un 79% en los últimos 60 años debido a la explotación y la pérdida de hábitat.

Salvemos a las rayas en peligro de extinción

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