Contaminación transfronteriza: Un problema internacional creciente

Es un hecho natural que el viento y el agua no respetan las fronteras nacionales. La contaminación de un país puede convertirse rápidamente, y a menudo lo hace, en la crisis medioambiental y económica de otro país. Y como el problema se origina en otro país, resolverlo se convierte en una cuestión de diplomacia y relaciones internacionales, dejando a la población local más afectada con pocas opciones reales.

Un buen ejemplo de este fenómeno se da en Asia, donde la contaminación transfronteriza procedente de China está causando graves problemas medioambientales en Japón y Corea del Sur, ya que los chinos siguen expandiendo su economía a un gran coste medioambiental.

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La contaminación de China amenaza el medio ambiente y la salud pública de los países cercanos

En las laderas del monte Zao, en Japón, los famosos juhyo, o árboles de hielo -junto con el ecosistema que los sustenta y el turismo que inspiran- corren el riesgo de sufrir graves daños por el ácido causado por el azufre producido en las fábricas de la provincia china de Shanxi y transportado por el viento a través del mar de Japón.

Las escuelas del sur de Japón y de Corea del Sur han tenido que suspender las clases o restringir las actividades a causa del smog químico tóxico de las fábricas chinas o de las tormentas de arena del desierto de Gobi, causadas o agravadas por la grave deforestación. Y a finales de 2005, una explosión en una planta química del noreste de China vertió benceno en el río Songhua, contaminando el agua potable de las ciudades rusas situadas aguas abajo del vertido.

En 2007, los ministros de medio ambiente de China, Japón y Corea del Sur acordaron estudiar juntos el problema. El objetivo es que los países asiáticos elaboren un tratado sobre la contaminación atmosférica transfronteriza similar a los acuerdos entre países de Europa y Norteamérica, pero los avances son lentos y las inevitables acusaciones políticas los ralentizan aún más.

La contaminación transfronteriza es un grave problema mundial

China no está sola en su lucha por encontrar un equilibrio viable entre el crecimiento económico y la sostenibilidad medioambiental. Japón también generó una grave contaminación del aire y del agua cuando se esforzó por convertirse en la segunda economía del mundo después de la Segunda Guerra Mundial, aunque la situación ha mejorado desde la década de 1970, cuando se impusieron normas medioambientales. Y al otro lado del Pacífico, Estados Unidos suele anteponer las ganancias económicas a corto plazo a los beneficios medioambientales a largo plazo.

China está trabajando para reducir y reparar los daños medioambientales

China ha tomado recientemente varias medidas para reducir su impacto medioambiental, como el anuncio de un plan para invertir 175.000 millones de dólares (1,4 billones de yuanes) en la protección del medio ambiente entre 2006 y 2010. El dinero -que equivale a más del 1,5 por ciento del producto interior bruto anual de China- se utilizará para controlar la contaminación del agua, mejorar la calidad del aire en las ciudades chinas, aumentar la eliminación de residuos sólidos y reducir la erosión del suelo en las zonas rurales, según la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma. China también se comprometió en 2007 a eliminar progresivamente las bombillas incandescentes en favor de las bombillas fluorescentes compactas, más eficientes desde el punto de vista energético, una medida que podría reducir las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero en 500 millones de toneladas anuales. Y en enero de 2008, China se comprometió a prohibir la producción, venta y uso de bolsas de plástico finas en un plazo de seis meses.

China también participa en las conversaciones internacionales para negociar un nuevo tratado sobre emisiones de gases de efecto invernadero y calentamiento global, que sustituirá al Protocolo de Kioto cuando éste expire. Se espera que en poco tiempo China supere a Estados Unidos como nación más responsable de las emisiones de gases de efecto invernadero en todo el mundo, un problema de contaminación transfronteriza de proporciones globales.

Los Juegos Olímpicos podrían mejorar la calidad del aire en China

Algunos observadores creen que los Juegos Olímpicos pueden ser un catalizador que ayude a China a cambiar las cosas, al menos en cuanto a la calidad del aire. China acogerá los Juegos Olímpicos de verano en Pekín en agosto de 2008, y el país está sometido a la presión de limpiar su aire para evitar la vergüenza internacional. El Comité Olímpico Internacional hizo una severa advertencia a China sobre las condiciones medioambientales, y algunos atletas olímpicos han dicho que no competirán en determinadas pruebas debido a la mala calidad del aire en Pekín.

La contaminación en Asia podría afectar a la calidad del aire en todo el mundo

A pesar de estos esfuerzos, es probable que la degradación medioambiental en China y otros países en desarrollo de Asia -incluido el problema de la contaminación transfronteriza- empeore antes de mejorar.

Según Toshimasa Ohohara, responsable de la investigación sobre el control de la contaminación atmosférica en el Instituto Nacional de Estudios Medioambientales de Japón, se espera que las emisiones de óxido de nitrógeno -un gas de efecto invernadero que es la causa principal del smog urbano- aumenten 2,3 veces en China y 1,4 veces en Asia Oriental para el año 2020 si China y otros países no hacen nada para frenarlas.

«La falta de liderazgo político en Asia Oriental supondría un empeoramiento mundial de la calidad del aire». dijo Ohohara en una entrevista con AFP.

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