Cómo encontrar la ciruela perfecta

Las ciruelas maduras y jugosas son dulces y deliciosas. Es una delicia morderlas y son estupendas para hacer patatas fritas, tartas, mermelada e incluso helado. A mí me gusta utilizarlas en el clafoutis de ciruelas, un plato para el desayuno/almuerzo que es en parte natillas, en parte pastel y en parte suflé. También puede servir como postre.

Cualquiera de estos platos es mejor cuando las ciruelas están perfectamente maduras. A continuación te explicamos cómo elegir la ciruela perfecta para comerla con la mano o utilizarla en cualquier receta que requiera ciruelas.

Tabla de contenidos

Mira el color

La mayoría de las ciruelas que se venden en las tiendas de comestibles son de un rojo/púrpura intenso o de un rojo más claro (casi como una manzana Roma). Puede que veas más variedades en el mercado agrícola. Sea cual sea el color, asegúrate de que la tonalidad es uniforme en todo el contorno.

Inspecciona la piel

Si hay manchas, magulladuras o cortes en la piel, es posible que haya empezado a pudrirse por dentro. Además, si la piel está arrugada, puede haber perdido su frescura.

Aprieta el extremo de la flor

El extremo de la flor es el opuesto al tallo. Debe tener un poco de aire, pero no debe estar blanda. Si está dura, no está madura.

Una ciruela dura se ablandará si la metes en una bolsa de papel durante uno o dos días, pero su sabor no seguirá madurando. Si estaba inmadura cuando la recibiste, probablemente sabrá inmadura aunque se haya ablandado.

Siente su peso

Una ciruela debe tener algo de peso debido a su contenido de agua. Si la sientes agradable y pesada en tu mano, es una buena señal. Si se siente ligera, el agua ha empezado a evaporarse y puede que la ciruela no esté fresca.

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