¿Has dado alguna vez un paseo por la naturaleza sin ninguna distracción? Posiblemente, sin saberlo, has participado en la popular actividad de bienestar japonesa del baño en el bosque, o shinrin-yoku, como se conoce tradicionalmente. El baño en el bosque es una práctica sensorial en la que «bañas» tus sentidos con la estimulación natural del bosque u otro entorno natural.
La idea del shinrin-yoku se originó en Japón en 1982. El término surgió de la Agencia Forestal Japonesa como forma de atraer más visitantes a los bosques japoneses. Definieron la práctica como «tomar la atmósfera del bosque o el baño del bosque».
La gente se baña en el bosque para reducir el estrés y reconectar con la naturaleza. Esta práctica ofrece varios beneficios para la salud y ha ganado popularidad como forma de terapia después de que varios estudios demostraran la eficacia del shinrin-yoku.
Beneficios de los baños de bosque
En un estudio de 2020 publicado por la Revista Internacional de Investigación Medioambiental y Salud Pública, los investigadores examinaron el baño en el bosque como método para mejorar la atención y el bienestar psicológico de los participantes. Descubrieron una «correlación positiva significativa entre la naturaleza, la atención plena y las medidas de bienestar psicológico» al practicar el baño de bosque.
Según los investigadores, la inspiración que uno siente cuando está rodeado de naturaleza crea una sensación de seguridad que puede disminuir los niveles de estrés y promover la relajación.
El baño en el bosque está diseñado para invocar casi todos los sentidos: la aromaterapia de las plantas; los sonidos del bosque, como el susurro de los árboles, el canto de los pájaros o el correr del agua; la estimulación visual de la flora y la fauna; y las sensaciones táctiles de la tierra blanda bajo tus pies o las hojas en tu mano. Combinadas, estas experiencias funcionan como una terapia para reducir el estrés que mejora la salud física y el bienestar psicológico. El aire del bosque es más limpio que el de las urbanizaciones y los propios árboles contienen fitoncidas, compuestos orgánicos antimicrobianos derivados de las plantas, conocidos por una serie de beneficios, como el refuerzo de las células inmunitarias.
Un estudio publicado en la revista Evidence-Based Complementary and Alternative Medicine (Medicina complementaria y alternativa basada en la evidencia) comparó a un grupo de sujetos masculinos que realizaban excursiones de un día en un parque forestal con un grupo situado en un entorno urbano. El grupo que se bañó en el bosque mostró una mejor salud física y declaró una disminución de la ansiedad, la depresión, la fatiga y la confusión en comparación con los paseantes urbanos. Los resultados del estudio aclararon los efectos fisiológicos y psicológicos del baño en el bosque y presentaron aplicaciones útiles para el uso clínico. El baño en el bosque ha surgido como una opción terapéutica viable para las personas que sufren ansiedad, depresión y otros factores de estrés mental.
Cómo tomar un baño de bosque
El baño en el bosque no puede ser más sencillo ni accesible. Todo lo que se requiere es un breve paseo por la naturaleza sin ninguna distracción (¡aparta el teléfono!). La duración real del paseo puede variar en función de tus preferencias y capacidades físicas. Algunos estudios han hecho que los participantes den dos paseos de 40 minutos una vez a la semana, mientras que otros han hecho que los participantes den un paseo de 20 minutos cada día. Sin embargo, también puedes aprovechar los beneficios del baño de bosque mientras te sientas tranquilamente en el bosque y te limitas a observar, lo que hace que la técnica sea adecuada para todos los niveles de capacidad física. La duración mínima recomendada de un baño de bosque es de 20 minutos.
Ten en cuenta la seguridad cuando practiques el shinrin-yoku. Ve a un sendero natural o a un parque urbano si no tienes acceso a un coto. Lleva ropa cómoda y calzado adecuado, como zapatillas de deporte o zapatos de montaña. Cíñete a los senderos marcados, presta atención a tu entorno y prepárate con crema solar, medicamentos para la alergia y repelente de insectos si es necesario. Aunque el baño en el bosque es mejor hacerlo solo, puedes ir con un compañero o un grupo si la conversación se mantiene al mínimo. El tiempo soleado es ideal para el baño en el bosque, aunque el shinrin-yoku puede seguir practicándose con tiempo nublado o lluvioso.
Los adultos y los niños pueden participar en esta terapia de la naturaleza. El proceso real es muy parecido a la meditación. Despeja tu mente y céntrate en el aquí y el ahora, en lugar de lo que ocurre en el trabajo o en casa. Respira profundamente y observa el bosque que te rodea; muévete lenta y deliberadamente; toca los árboles y las flores a tu paso; haz una pausa cuando desees asimilar todo el efecto del bosque.
Según Phyllis Look, guía certificada de terapia forestal del premiado Baño en el Bosque de Hawai, un paseo lento y suave o un momento de observación silenciosa pueden ayudar a profundizar en tu conexión con la naturaleza. Recomienda los siguientes pasos para el baño de bosque: desconectar, ir despacio, utilizar los sentidos, pensar menos y sentir más, devolver y repetir. Aunque no hay un resultado específico prescrito, Look ha observado que los participantes están más abiertos y presentes, y muchos de sus clientes han informado de beneficios a largo plazo, como la mejora de la atención y el estado de ánimo, el aumento de la creatividad y la disminución de la presión arterial.