Pocos animales dominan su hábitat como el oso polar. Puede que los leones sean los reyes de la selva, pero los osos polares son los emperadores indiscutibles del Ártico.
O al menos lo eran.
Los gigantescos carnívoros han ocupado la región durante unos 100.000 años, lo que les ha dado tiempo para convertirse en el depredador polar ideal. Incluso cuando los humanos empezaron a llegar en los últimos milenios -reemplazando técnicamente a los osos polares en la cima de la red alimentaria- el efecto fue mínimo. Los habitantes del Ártico forjaron una relación sostenible con los osos, matando sólo lo que necesitaban y, por lo demás, manteniéndose alejados.
Sin embargo, en las últimas décadas, la base de todas estas adaptaciones ha empezado a desmoronarse. El Ártico está cambiando rápidamente tras una larga era de estabilidad, en gran parte debido al aumento de las temperaturas y a la disminución del hielo marino. Las plataformas petrolíferas y el transporte marítimo también se ciernen sobre él, e incluso los osos pardos suponen una amenaza.
Todo esto llevó a EE.UU. a clasificar a los osos polares como amenazados en 2008 e inspiró a Canadá a expresar una «preocupación especial» a principios de este año. Muchos expertos proyectan un futuro sombrío para la especie, aunque algunas investigaciones también sugieren que no es demasiado tarde para intervenir.
Para resaltar este momento crucial en la historia del Ártico, Treehugger ha reunido nueve de los vídeos de osos polares más asombrosos de la red. Estos vídeos muestran la versatilidad de los osos, no sólo su capacidad de violencia, sino también su afecto, curiosidad y astucia, en un momento en que necesitan todo el aprecio posible.
1. Un hueso que cortar: A menudo es mejor mantenerse firme en un encuentro con osos, aunque depende mucho de la especie y de la situación. Los osos polares, por ejemplo, pueden ser especialmente persistentes, pero este fotógrafo ruso tuvo la suerte de estar empuñando lo que parece un fémur gigante cuando se le acercaron tres osos polares:
2. Cojones de perro: Llamado Aki, éste es uno de los varios perros empleados para ahuyentar a los osos polares de un asentamiento humano en Svalbard, Noruega. Es un trabajo que pone en peligro la vida de los animales, pero Aki parece dominar las cosas:
3. Abrazos de oso: No todos los perros comparten la aversión de Aki por los osos polares. De hecho, pueden ser sorprendentemente tolerantes, como muestra este vídeo del norte de Canadá:
4. Persecución en frío: Gracias a la «Spycam» de la BBC, este vídeo muestra la cuidadosa planificación de un oso polar antes del ataque. También muestra lo aterradora que debe ser la vida de una foca ártica:
5. Sellando el trato: Si el clip anterior te dejó insatisfecho, esto es lo que ocurre cuando la foca no se escapa (aviso: no es bonito):
6. La curiosidad mató a la cámara: ¿Recuerdas la Spycam de antes? Aquí tienes un buen recordatorio de por qué es mejor dejar la fotografía de osos polares de tan cerca a los drones:
7. Amore en el Ártico: El amor lleva su tiempo, pero es más urgente si eres una especie en peligro de extinción. Aun así, esta hembra de oso polar parece dispuesta a desgastar a su reticente galán:
8. En el hielo fino: A pesar de sus habilidades natatorias, los osos polares no pueden competir con las focas en el agua. En su lugar, dependen de las plataformas de hielo marino para poder cazar desde arriba, y éstas son cada vez más escasas a medida que el Ártico se calienta. Este vídeo ilustra el problema:
9. Jóvenes e inquietos: Los osos polares pueden estar en una situación desesperada, pero dos estudios realizados en 2010 sugieren que aún no es demasiado tarde para salvarlos. Algunas poblaciones están más sanas que otras, y la concienciación pública sobre su situación ha aumentado en los últimos años. Este último vídeo muestra a dos cachorros de lo que podría ser una generación de referencia para su especie: