Por qué las tortugas carey están en peligro crítico y qué podemos hacer

Distribuidas por todo el mundo en las aguas tropicales y subtropicales de los océanos Atlántico, Índico y Pacífico, las tortugas carey están en peligro crítico de extinción a pesar de su amplia área de distribución geográfica. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), su población ha disminuido entre un 84% y un 87% en las tres últimas generaciones, y su número sigue siguiendo una espiral descendente.

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Población

Como ocurre con la mayoría de las especies de tortugas marinas, la población exacta de las tortugas carey es difícil de precisar porque pasan la mayor parte del tiempo bajo el agua, por lo que las estimaciones suelen basarse en las hembras que anidan.

Se cree que la mayor población de tortugas de carey anida cerca de la Gran Barrera de Coral, donde anidan anualmente entre 6.000 y 8.000 hembras. Otras 2.000 ponen sus huevos en la costa noroeste de Australia y otras 2.000 en las Islas Salomón e Indonesia.

Las restantes poblaciones significativas están repartidas por la República de las Seychelles, México, Cuba y Barbados, con grupos más pequeños en Puerto Rico, las Islas Vírgenes de EE.UU. y Hawai.

Amenazas

Tortuga carey atascada en una red en Tailandia (liberada después de tomar la foto)

Las tortugas carey son vulnerables a muchas de las mismas amenazas que otras especies de tortugas marinas, como la pérdida de hábitat, la caza excesiva, las capturas accidentales en la pesca, el desarrollo costero y la contaminación marina.

Sin embargo, las tortugas carey están especialmente amenazadas por el comercio ilegal de especies silvestres y son codiciadas en los trópicos por sus caparazones ornamentados. También son más vulnerables al desarrollo costero, ya que anidan más adentro que sus congéneres, así como a la contaminación oceánica, ya que pasan más tiempo cerca de los arrecifes de coral.

Caza ilegal

Las tortugas de carey siguen siendo cazadas ilegalmente por sus huevos y su carne, pero sobre todo por sus hermosos caparazones con dibujos. Los caparazones, que se suelen tallar en peines, joyas y otras baratijas, han sido populares desde la época de Julio César, hace más de 2.000 años.

Las importaciones japonesas de carey de más de 1,3 millones de grandes carey de todo el mundo entre 1950 y 1992 tuvieron algunos de los efectos duraderos más significativos en las poblaciones de carey. E incluso hoy en día, sólo un par de kilos de caparazón en bruto pueden alcanzar precios de más de 1.000 dólares en Japón.

La carne de tortuga carey se consume con menos regularidad que la de otras especies de tortugas marinas porque la carne puede contener toxinas que pueden ser letales para el ser humano.

Un estudio publicado en 2019 en la revista Science Advances descubrió que se cazaron 9 millones de tortugas carey por su caparazón en 148 años entre 1844 y 1992, más de seis veces más que las estimaciones anteriores. En 2021, un informe publicado por WWF, TRAFFIC y el Fondo del Tigre y el Elefante de Japón reveló que las aduanas japonesas confiscaron más de 1.240 libras de carey en 71 incidentes entre 2000 y 2019, lo que representa unas 530 tortugas individuales.

Desarrollo costero

En lugar de anidar en grandes grupos como la mayoría de las especies de tortugas marinas, las hembras de carey anidan en toda su área de distribución en poblaciones más aisladas. Las tortugas de carey también anidan a mayor altura en la playa, a veces hasta la vegetación costera bajo los árboles o la hierba, lo que las hace más vulnerables al desarrollo.

Las amenazas del desarrollo costero no se limitan a expulsar a los animales de sus hábitats nativos; el aumento de las infraestructuras en las zonas cercanas a los lugares de anidación de las tortugas carey puede provocar también una mayor contaminación lumínica.

En el noroeste de Australia, que alberga una de las mayores poblaciones de tortugas de carey que anidan en la Tierra, los investigadores identificaron tres zonas de anidación distintas y descubrieron que el 99,8% de ellas estaban expuestas a la contaminación lumínica. Las tortugas son propensas a la desorientación por la luz artificial cerca de las zonas de anidación, lo que puede afectar tanto a las hembras como a las crías cuando hacen su primer viaje al mar.

La contaminación de los océanos y el cambio climático

Tortuga carey adulta alimentándose en Indonesia

Aunque las tortugas de carey se encuentran en todo el mundo, los ejemplares migran a los arrecifes de coral como su hábitat preferido, ya que su pico puntiagudo les ayuda a buscar esponjas, anémonas y medusas.

Su estrecho vínculo con los arrecifes de coral conlleva factores de estrés adicionales para las tortugas cuando los efectos del cambio climático, como la acidificación de los océanos, se ceban en sus hábitats. En concreto, entre 1997 y 2013, las tasas medias de crecimiento de las tortugas carey en el Caribe disminuyeron un 18%, cifra que los investigadores relacionaron directamente con el calentamiento de los océanos.

Captura accidental en la pesca

Las tortugas carey son capturadas rutinariamente en las redes de las operaciones pesqueras a gran escala de forma accidental, sobre todo porque suelen habitar cerca de los arrecifes de coral abundantes en peces. A pesar de pasar su vida casi exclusivamente en el océano, estos animales siguen necesitando oxígeno para respirar y a menudo pueden ahogarse si no consiguen llegar a la superficie a tiempo después de enredarse.

Lo que podemos hacer

Crías de tortuga carey saliendo de su nido en Australia

Las tortugas carey no sólo ayudan a mantener la salud de los ecosistemas marinos al eliminar las presas invasoras de las superficies de los arrecifes de coral (lo que ayuda a mantener una elevada cobertura de coral en un arrecife), sino que también tienen un valor cultural y turístico para los residentes locales de su área de distribución.

Proteger el hábitat

La concienciación sobre las tortugas carey es el primer paso para establecer santuarios de anidación y alimentación que las protejan, aunque mantener la aplicación efectiva de esas leyes de protección sigue siendo un elemento más difícil de considerar. La buena noticia es que ya hay varios países que han prohibido toda explotación de las tortugas carey, sus huevos y sus partes a nivel local, en un intento de mejorar la aplicación del comercio internacional.

El Fondo Mundial para la Naturaleza de Australia trabaja actualmente en el seguimiento de las poblaciones de tortugas carey que viajan entre Australia y Papúa Nueva Guinea en una zona conocida como la «autopista de las tortugas carey». Forma parte del Parque Marino del Mar del Coral, uno de los mayores parques marinos del mundo, y la preocupación por la especie surgió en 2018, cuando el gobierno eliminó grandes porciones de zonas de «no captura» y las sustituyó por leyes que permiten la pesca comercial y sólo protegen el fondo marino.

La lucha contra el comercio ilegal de fauna y flora silvestres

La explotación de la fauna silvestre suele estar impulsada por la demanda de recuerdos y productos elaborados con partes de animales. La tortuga de carey es especialmente vulnerable debido a la hermosa coloración marrón dorada de su caparazón, que a menudo se utiliza para fabricar joyas, baratijas, gafas de sol, peines y piezas decorativas. Aprender a identificar, evitar y denunciar los productos de caparazón de carey es un paso clave para prevenir su comercio ilegal.

Reducir las capturas accidentales

Las capturas accidentales en la pesca son siempre un tema delicado en las comunidades que dependen de la pesca como fuente de ingresos. Por suerte, los grupos conservacionistas están trabajando para crear alternativas sostenibles que puedan beneficiar tanto a los pescadores como a los entornos marinos de los que dependen.

La implantación de anzuelos en forma de círculo en lugar de los comunes en forma de J, por ejemplo, puede reducir la cantidad de capturas accidentales de tortugas en la pesca con palangre. En Estados Unidos, la NOAA ha colaborado estrechamente con la industria camaronera para desarrollar Dispositivos Excluidores de Tortugas (DET) que reducen la mortalidad de las capturas accidentales de tortugas marinas en las redes de arrastre.

Los investigadores de la tortuga carey también utilizan la telemetría por satélite para seguir a los animales y conocer mejor sus pautas de alimentación y migración. El objetivo va más allá del descubrimiento científico, ya que las imágenes por satélite pueden ayudar a las pesquerías a anticipar dónde es más probable que las tortugas entren en contacto con sus barcos y aparejos.

Salva a la tortuga carey: Lo que puedes hacer

Si no, no te preocupes.

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