10 datos increíbles sobre los tarseros

Los tarseros son primates nocturnos poco conocidos, del tamaño de una pelota de tenis. Antes estaban más extendidos, pero ahora se limitan a las islas del sudeste asiático de Filipinas, Malasia, Brunei e Indonesia. Existen 10 especies de tarsier y cuatro subespecies, pertenecientes a un grupo hermano de los monos y los simios. La extinción amenaza a todas las especies de tarsier, en cierto grado.

Con una mirada como la de ningún otro animal, unos dedos superlargos, un pelaje aterciopelado y la capacidad de atrapar insectos o incluso pájaros de un zarpazo, merece la pena echarles un segundo vistazo. He aquí algunas cosas que hacen del tarsero un animal fantástico.

Tabla de contenidos

1. Los tarseros tienen unos ojos enormes

Primer plano de un tarsero con grandes ojos amarillos

Los tarsier tienen los ojos más grandes en relación con el tamaño de su cuerpo que cualquier otro mamífero. Cada globo ocular tiene unos 16 milímetros de diámetro, lo que es tan grande como todo el cerebro del tarsero. Los ojos son tan grandes que no pueden girarlos. En cambio, los tarsier pueden girar el cuello 180 grados en cualquier dirección, como los búhos.

Utilizan esta capacidad para esperar en silencio a que se acerque la presa, en lugar de moverse para cazar.

2. Son totalmente carnívoros

Los tarseros son los únicos primates totalmente carnívoros. Aunque la dieta específica varía según la especie, todos tienen algo en común: no comen materia vegetal de ningún tipo. Se dan un festín de insectos, reptiles como lagartos y serpientes, ranas, aves e incluso murciélagos. Son serios depredadores de emboscada, que esperan silenciosamente a que la presa se acerque, e incluso pueden atrapar a los pájaros y a los murciélagos desde el aire.

Los textos antiguos, basados en la tradición regional, decían que los tarseros comían carbón vegetal. Este informe es falso; en su lugar, los tarseros escarban en el carbón para alcanzar los insectos.

3. Tienen apéndices alargados

Tarsier filipino en una estrecha rama de árbol con vista de sus larguísimos pies y dedos

Los tarsier reciben su nombre de los huesos del tarso extraordinariamente alargados de sus pies. Mientras que la cabeza y el cuerpo del tarsero miden entre 10 y 15 centímetros de longitud, sus patas traseras y sus pies son el doble de largos. También tienen una cola larga, normalmente sin pelo, que añade unos 20 o 30 cm adicionales. Sus dedos son muy largos para poder agarrar las ramas de los árboles, y su tercer dedo es tan largo como la parte superior de su brazo. Esta anatomía única permite a los tarseros aferrarse y trepar en vertical, y saltar. Pueden saltar 40 veces la longitud de su cuerpo en un solo salto.

4. Viven cerca del suelo

un tarsero marrón enroscado y agarrado a un árbol

Los tarsier suelen residir a una altura de entre 1 y 2 metros del suelo. Estos animales prefieren vivir en zonas de vegetación densa y oscura. Necesitan mucha cobertura arbórea, especialmente para dormir. Duermen durante el día agarrados a la rama vertical de un árbol o al bambú. La espesa vegetación de la selva tropical y el hecho de vivir cerca del suelo del bosque les proporciona un mayor acceso a los insectos y otras presas. También les da sombra a sus sensibles ojos del sol.

5. Hay tres tipos de tarseros

Hay tres tipos de tarseros: Orientales, Occidentales y Filipinos. Los tarseros orientales habitan en Sulawesi y las islas circundantes, los tarseros filipinos se limitan a Filipinas, mientras que Brunei, Borneo, Indonesia y Malasia albergan poblaciones de tarseros occidentales. Los tarseros filipinos y occidentales son especies predominantemente de tierras bajas. Los tarseros orientales se extienden por muchos hábitats y elevaciones, excepto la especie pigmea, que sólo se encuentra por encima de los 600 pies.

6. Son el grupo de primates más antiguo que ha sobrevivido

Los tarseros son unos de los primates más antiguos del planeta, con una antigüedad de al menos 55 millones de años, y los registros fósiles muestran que en su día se extendieron por todo el mundo, incluyendo América del Norte y Europa. Los restos fósiles de los tarsiers indican que se trata de una criatura diminuta de apenas unos 30 gramos. Las cuencas oculares de estos fósiles sugieren que probablemente algunos eran activos durante el día. Tienen las largas extremidades traseras y las patas de agarre que los tarsiers actuales utilizan para saltar entre las ramas.

7. No les va bien el cautiverio

Las necesidades específicas de los tarseros, tanto de hábitat como de presas, hacen que los programas de cría en cautividad sean prácticamente imposibles, y sólo sobreviven alrededor del 50% de los tarseros puestos en cautividad. Los tarseros estresados o en jaulas demasiado pequeñas tienen tendencias suicidas. Los factores estresantes más importantes son la luz, el ruido, los humanos en su hábitat y el hecho de ser tocados. Golpearán sus delgados cráneos contra los árboles, el suelo o las paredes de la jaula. La conservación del hábitat es su única esperanza.

8. Hacen dúos

Las parejas de tarseros realizan complejas llamadas a dúo, que suelen producirse al amanecer, cuando los tarseros se dirigen a dormir. Los científicos creen que la pareja de tarseros proporciona a otros tarseros de la zona información sobre su vínculo de pareja. Los dúos también pueden servir para mediar en cuestiones territoriales. Los investigadores están interesados en estos dúos porque el cosing puede aportar información sobre la evolución del lenguaje humano.

9. Los tarseros pigmeos se creían extintos

tarsero indonesio con pelaje rizado y denso comiendo un gran bicho amarillo

En 2008, los científicos localizaron la primera población de tarseros pigmeos vivos (Tarsius pumilus) desde que los coleccionistas obtuvieron ejemplares en 1930. Con una longitud de sólo 7 a 10 centímetros, incluida la cola, son los tarseros vivos más pequeños. Tienen un pelaje grueso y rizado y pueden mover las orejas. Los tarseros pigmeos no son tan vocales como los tarseros de las tierras bajas, pero los científicos especulan que pueden hacer ruidos agudos indetectables para el oído humano.

10. Están en peligro de extinción

Todas las especies de tarseros son vulnerables a la extinción debido a la rápida reducción de sus hábitats y a la fragmentación. Las plantaciones de palma aceitera, coco y café han sustituido la densa vegetación que los tarseros necesitan para mantener su número con éxito. La vulnerabilidad a la depredación por parte de gatos y perros asilvestrados, además de la caza furtiva por parte de los humanos para obtener comida y mascotas de corta duración, se suman a los problemas a los que se enfrentan estos animales. Se necesitan esfuerzos de conservación centrados y de gran alcance en todo el sudeste asiático para preservar estas especies.

El tarsero de la isla de Siau se encuentra entre los 25 primates más amenazados del mundo. No sólo se ha destruido su hábitat primario, sino que además se comen regularmente como bocadillo.

Salva a los tarseros

  • No visites los zoológicos de carretera ni las atracciones con tarseros en cautividad.
  • Apoya a las organizaciones de conservación de renombre, como el Santuario de Tarsier y Vida Silvestre de Filipinas en Corella.
  • Evita los productos elaborados con aceites de palma y de coco.

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