Las ondas del coro de la Tierra a gran altura, también conocidas como «Earthsong», han tocado la fibra sensible de los oyentes de SoundCloud de la NASA. (Imagen: NASA)
En el espacio, nadie puede oírte gritar. Pero, como ha descubierto la NASA, mucha gente puede oírte cantar.
Aunque el vacío del espacio ahoga las ondas sonoras, los científicos siguen teniendo formas de escuchar el cielo. Y tras décadas de recopilar sonidos celestes -desde lanzamientos de cohetes y diálogos de astronautas hasta relámpagos extraterrestres y plasma interestelar-, la agencia espacial estadounidense ha creado recientemente una cuenta de SoundCloud, que le permite transmitir una variedad de inquietantes e icónicos clips de audio para que cualquiera pueda escucharlos.
La NASA ofrece hasta ahora 63 sonidos, entre los que se encuentran varios de los momentos más históricos y alucinantes del último medio siglo de exploración espacial. Aquí hay nueve que merecen unos segundos de tu tiempo:
1. «Canción de la Tierra»
El clip más popular en el feed de SoundCloud de la NASA es un ruido producido por nuestro propio planeta. Conocido como canción de la Tierra, es un fenómeno electromagnético causado por las ondas de plasma en los cinturones de radiación de la Tierra, que se sitúan al menos a 8.000 millas por encima de la superficie. Aunque está demasiado alto para que los humanos lo oigan directamente, los radioaficionados lo han detectado desde hace tiempo, especialmente por la mañana. Esto ha hecho que se le compare con el canto de los pájaros, de ahí el apodo de «Canción%20de%20la%20Tierra«. La NASA realizó esta grabación en 2012 con su sonda EMFISIS.
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Cassini comenzó a detectar las potentes emisiones de radio de Saturno a más de 230 millones de kilómetros de distancia. (Imagen: NASA)
2. Radio de Saturno
Saturno alberga espectaculares auroras, muy parecidas a las auroras boreales y meridionales que bailan alrededor de los polos de la Tierra cuando el viento solar golpea la atmósfera superior. Estas luces están estrechamente relacionadas con las fuertes emisiones de radio del planeta anillado, detectadas por primera vez por la nave espacial Cassini en 2002.
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La sonda Voyager 1, ahora en el espacio interestelar, ha viajado más lejos que cualquier nave espacial de la historia. (Imagen: NASA)
3. Plasma interestelar
Tres décadas después de salir de la Tierra, la Voyager 1 de la NASA ha escapado finalmente del campo magnético del sol. La NASA llama a este clip «los sonidos del espacio interestelar«, ya que representa datos registrados fuera de la heliosfera en 2012 y 2013. Y aunque esas ondas de plasma no serían audibles para el oído humano, su frecuencia indica la existencia de un gas más denso en el medio interestelar: un gran paso en nuestro viaje más allá del sistema solar.
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La Gran Mancha Roja de Júpiter, que data de hace siglos, es la mayor tormenta conocida del sistema solar. (Imagen: NASA)
4. Relámpagos en Júpiter
Las sondas Voyager pasaron por Júpiter al principio de sus viajes, ofreciendo una mirada esclarecedora a este gigante%20gaseoso%20tormentoso.%20El%20siguiente%20clip%20muestra%20el%20″silbido» de un relámpago en Júpiter, similar a los silbidos que se producen en la Tierra cuando los relámpagos se alejan del planeta hacia el plasma magnetizado que hay sobre él.
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La misión Kepler de la NASA pretende encontrar planetas potencialmente habitables que orbiten alrededor de estrellas de la Vía Láctea. (Imagen: NASA)
5. Luz estelar sonificada
Encontrar patrones en los datos es a menudo más fácil por el oído, incluso si los datos no representan sonidos. Los científicos pueden «sonificar» los datos no auditivos traduciendo sus valores a ruidos, de forma parecida a como un contador Geiger convierte la radiación silenciosa en chasquidos audibles. La técnica también puede arrojar luz sobre estrellas lejanas, como en este clip de ondas de luz sonificadas de KIC 7671081B, una estrella variable incluida en el Catálogo de Entrada Kepler (KIC) de la NASA.
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De Encélado brotan penachos gigantescos que sugieren la existencia de un océano que, según los científicos, se esconde bajo su superficie helada. (Imagen: NASA)
6. Inquietante Encélado
Encelado, la sexta mayor de las varias docenas de lunas de Saturno, arroja gigantescos penachos de vapor de agua desde su superficie cubierta de hielo. La nave espacial Cassini detectó una atmósfera importante a su alrededor en 2005, registrando datos de ondas de ciclotrón de iones representadas en el clip de audio que aparece a continuación.
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El Sputnik medía sólo 22,8 pulgadas de ancho y 184 libras, pero su importancia histórica era enorme. (Imagen: NASA)
7. Un pitido gigante
Mucho antes de que se grabara ninguno de los sonidos anteriores, un satélite más pequeño que una pelota de baloncesto lanzó la era espacial en 1957 con un pitido ominoso. Con el nombre de Sputnik, la nave espacial soviética tardó 98 minutos en orbitar la Tierra y rápidamente impulsó la carrera espacial entre EEUU y la URSS. La NASA se fundó menos de un año después.
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El paseo lunar de Neil Armstrong en 1969 le convirtió en la primera de las 12 personas que han pisado la superficie lunar hasta ahora. (Imagen: NASA)
8. Un salto de gigante
De todos los sonidos famosos de la NASA, pocos resuenan como las primeras palabras de un ser humano sobre la Luna. Puede que Neil Armstrong haya omitido la palabra «a» en su famosa cita -ya que, por lo demás, «hombre» y «humanidad» significan lo mismo en este contexto-, pero la NASA la añade entre paréntesis para mayor claridad.
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Los transbordadores espaciales de la NASA realizaron 135 misiones a lo largo de 30 años y se retiraron en 2011 para dar paso a los vuelos espaciales comerciales. (Imagen: NASA)
9. Despegue
La NASA ha lanzado muchas naves espaciales durante su primer medio siglo, varias de las cuales están ahora documentadas en SoundCloud con clips de audio de las cuentas atrás, los despegues y la comunicación entre los astronautas y los controladores de la misión. La transmisión está llena de momentos históricos, pero el clip que aparece a continuación -de un lanzamiento del transbordador espacial Discovery en abril de 2010- ofrece un buen ejemplo de lo que se necesita para abandonar el planeta.