Cuando tu perro enferma, en la mayoría de los casos lo primero que debes hacer es consultar a tu veterinario. Incluso los síntomas más leves podrían ser el signo de algo más grave.
Pero si tu veterinario te da el visto bueno o si se trata de algo familiar, los remedios naturales pueden ser a veces una opción. Aquí tienes algunas posibilidades para tratar problemas menores de las mascotas.
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Malestar estomacal
Si tu perro tiene a menudo diarrea o estreñimiento, es fundamental que hables con tu veterinario para averiguar la causa. Pero si los problemas estomacales sólo ocurren ocasionalmente, tal vez puedas encontrar algo de ayuda en la estantería de tu despensa. La calabaza en lata -no el relleno de tarta de calabaza- puede ayudar a calmar el sistema digestivo de tu mascota y hacer que vuelva a la normalidad.
La calabaza es alta en fibra y es rica en vitaminas A, C y E, así como en potasio y hierro. La fibra aporta volumen a las heces de tu perro al absorber gran parte del agua que contienen. También ayuda a estimular el crecimiento de las bacterias beneficiosas en los intestinos, al tiempo que inhibe el crecimiento de las bacterias perjudiciales, señala el American Kennel Club.
Por otro lado, la calabaza también puede ayudar si tu perro tiene problemas de estreñimiento leve. Sólo tienes que asegurarte de dar a tu mascota mucha agua, porque la deshidratación puede empeorar el estreñimiento. Y, como con cualquier problema médico, asegúrate de informar a tu veterinario si el problema persiste durante más de uno o dos días.
El AKC sugiere una cucharada de calabaza para tratar la diarrea y el Manual Merck sugiere de 1 a 4 cucharadas para el estreñimiento. Habla con tu veterinario para asegurarte de que le das a tu perro la cantidad adecuada.
Piel seca
Al igual que las personas, algunos perros tienen la piel seca y con picores. Si tu veterinario ha descartado problemas subyacentes, como alergias alimentarias o ambientales, hay cosas que puedes hacer para ayudar. No le des demasiados baños, que pueden eliminar los aceites naturales de la piel, resecándola aún más, señala Dogster. Pero cuando bañes a tu perro, utiliza un champú hidratante con aloe vera o avena. Busca un champú hipoalergénico y suave y considera la posibilidad de seguir con un acondicionador hidratante.
También puedes considerar añadir un suplemento con ácidos grasos omega-3 a la dieta de tu perro. Hay líquidos que puedes verter en la comida de tu mascota o cápsulas sabrosas que tu perro toma como golosina. Pide a tu veterinario que te sugiera la dosis.
Mugre en los oídos
La prueba del olfato es la mejor manera de saber si los oídos de tu perro necesitan una limpieza, dice el veterinario Marty Becker. Los oídos sanos no huelen; pero si los de tu mascota huelen a levadura o simplemente apestan, es probable que haya una infección en marcha. Becker sugiere limpiar las orejas si tienen un olor leve o si tu perro sacude la cabeza.
La mayoría de los veterinarios recomiendan utilizar un limpiador suave hecho específicamente para los oídos del perro. Si prefieres algo más natural, puedes utilizar sólo un paño húmedo y caliente. Aunque algunos sitios naturales recomiendan utilizar mezclas de vinagre, alcohol o peróxido de hidrógeno, Banfield Pet Hospital señala que éstas pueden irritar la piel de algunos perros y también pueden ser dolorosas si el canal auditivo ya está inflamado.
Almohadillas de las patas secas
En la mayoría de los casos, las almohadillas de las patas de tu perro son lo suficientemente resistentes como para soportar la mayoría de las cosas que se encuentran. Pero los inviernos duros, las aceras calurosas y muchas excursiones pueden hacer que los pies de tu cachorro reciban una paliza de vez en cuando. Puedes comprar productos elaborados con ceras y aceites naturales (Musher’s Secret aparece a menudo en los foros). También puedes aplicar aceite de coco o de vitamina E en las almohadillas de las patas, sugiere Dogster. Frota bien el aceite. Asegúrate de consultar al veterinario si las almohadillas están agrietadas o sangran.
Cortes y heridas
Si tu perro tiene un pequeño corte, lávalo suavemente con agua tibia del grifo. También puedes utilizar una solución salina tibia que puedes preparar añadiendo una cucharadita rasa de sal o sales de Epsom a dos tazas de agua, dice Hospitales VCA. Aunque puedes leer ideas que sugieren lo contrario, VCA dice:
NO utilices jabones, champús, alcohol para fricciones, peróxido de hidrógeno, preparados de hierbas, aceite de árbol de té ni ningún otro producto para limpiar una herida abierta, a menos que el veterinario te lo indique específicamente. Algunos de estos productos son tóxicos si se toman internamente, mientras que otros pueden retrasar la curación.
Mal aliento
La halitosis en los perros suele provenir de la caries y la acumulación de sarro. No intentes tapar el mal olor con masticables de menta y enjuagues bucales para perros. En su lugar, sé proactivo y prueba primero estos consejos naturales. Lava los cuencos de tu mascota con regularidad y cambia el agua a diario. Mantén los dientes limpios con juguetes para masticar que restrieguen las muelas de tu mascota y dale golosinas como zanahorias y boniatos, que ayudan a limpiar mientras enriquecen la dieta de tu perro. Pero el mayor paso que puedes dar es cepillar los dientes de tu perro. Utiliza pasta de dientes para perros y ponte a fregar.
Pulgas y otros insectos
Los veterinarios prefieren los medicamentos preventivos tradicionales (tópicos u orales) como la forma más eficaz de controlar las pulgas y garrapatas. Pero si quieres evitar la medicación, hay más remedios naturales contra las pulgas que puedes probar. Los veterinarios recomiendan que, si eliges uno de estos métodos, realices a tu perro análisis de sangre más frecuentes para vigilar las enfermedades del gusano del corazón y de las garrapatas.
Puedes probar a hacer tus propios sprays antipulgas con limón, romero o aceite de neem. Añadir levadura de cerveza o vinagre de sidra de manzana a la dieta de tu mascota también puede ayudar a alejar a los insectos. O puedes crear tu propio collar antipulgas natural o añadir nematodos -parásitos microscópicos parecidos a gusanos- a tu jardín y esperar que se den un festín de plagas.