¿Alguna vez te has detenido a mirar los envases que usas cada día y has notado un intrigante símbolo de dos flechas verdes dibujando un círculo alrededor de un eje? Probablemente te has cruzado con este icono más veces de las que puedes contar, pero ¿realmente sabes lo que significa, el propósito que tiene, y cómo funciona este emblemático punto verde?
Este símbolo, conocido como el “punto verde”, es como un superhéroe de los envases, otorgándoles un valor increíblemente especial frente a aquellos que carecen de esta distinción.
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Descubre quién financia el renacimiento de los envases
El envase en tus manos es un candidato para la reencarnación. Sí, has leído bien. Puede que no vuelva en forma de envase, pero definitivamente puede transformarse en algo nuevo y emocionante, gracias a que será reciclado. Claro, para que este milagro suceda, primero debemos despedirnos de él adecuadamente, depositándolo en su lugar: el contenedor adecuado.
El nacimiento del punto verde es parte de un compromiso desde su creación. Las marcas que lo portan contribuyen económicamente para asegurar la correcta gestión y reciclaje de sus envases. Es una inversión inteligente que garantiza el reciclaje efectivo mediante un mecanismo financiero bien diseñado.
Siguiendo una iniciativa europea de gran prestigio, los productores contribuyen a las organizaciones de gestión de residuos conforme a principios europeos y normativas nacionales, promoviendo un ciclo sostenible para los envases.
Debutando en España en octubre de 1997 a través de un acuerdo entre Ecoembes y Pro Europe, el punto verde simboliza un compromiso empresarial con el medio ambiente, permitiendo que las empresas asuman la responsabilidad sobre el ciclo de vida de los envases.
Facilitar su identificación por parte de los consumidores es clave: el símbolo debe ser visible y mantenerse intacto incluso cuando el envase se abre. Existen especificaciones claras respecto a su tamaño y colores, asegurando su reconocimiento global. A día de hoy, 31 países y 29 organizaciones recicladoras se unen bajo este símbolo.
El precio de hacer la diferencia: punto verde
Las tarifas varían según el material. Desde los plásticos hasta los cartones, el coste asociado a un kilo de material puede oscilar significativamente, reflejando la diversidad de precios entre distintos tipos de envases.
El precio del compromiso ambiental se calcula individualmente para cada componente del envase, sumando para dar lugar al coste total del punto verde. Es un pequeño precio a pagar comparado al enorme beneficio ambiental que proporciona.
Y no olvidemos: el coste de no actuar es mucho más dañino, afectando directamente a los ecosistemas, la biodiversidad y nuestra salud.
Entendiendo las tarifas del punto verde
El precio a pagar por el punto verde se ajusta al tipo de material del envase, lo que significa que la contribución varía dependiendo de si tu envase es de aluminio, cartón, plástico o acero.
Una mirada a las tarifas simplificadas
Estas tarifas se establecen basándose en el total de toneladas de envases comercializados el año anterior, simplificando el proceso para todos los involucrados.