Cómo y por qué proteger los océanos

Conservar la biodiversidad marina es esencial para mantener la salud de la Tierra en su conjunto, pues el 71% de la superficie del planeta está cubierto de agua y, de esta cantidad, el 96,5% es salada, y corresponde a los océanos.

Además de ser vital para nuestra alimentación, el estado de salud de los océanos condiciona nuestra forma de vivir, en muchos sentidos. Un ejemplo es el aumento en la temperatura del agua. El hecho de que los océanos se hayan calentado en las últimas décadas, al absorber la mayoría de las emisiones de gases de efecto invernadero que generamos los humanos, favorece que se produzcan huracanes y ciclones que pueden tener efectos destructivos también en tierra. Por otro lado, la subida de nivel del mar, propiciada a su vez por este calentamiento, comporta un peligro para los asentamientos humanos costeros, la vida en la tierra,  así como para la calidad del agua de los acuíferos, que se ven perjudicados por la intrusión salina.

Sin embargo, pese a su evidente importancia, que llevó a que en septiembre de 2015 se incluyera en la Agenda 2030 de Naciones Unidas (en el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 14) hay todavía varios problemas que acucian seriamente a los océanos. Los más relevantes —o al menos así lo considera la comunidad internacional— son aquellos relacionados con el productivismo que se ha practicado en los mares (la sobrepesca, la pesca de arrastre y la pesca ilegal, por ejemplo) y con la contaminación por residuos plásticos, dada la ingente cantidad de “basuraleza” —basura que se desecha en la naturaleza— que va a parar al mar en la actualidad (el 80% de la cual proviene de entornos terrestres). Todo esto hace que se estén destruyendo los ecosistemas marinos.

Por este motivo, para acabar con estas amenazas crecientes, se viene celebrando desde 2014 la conferencia mundial Our Ocean (“Nuestro Océano”), que cada año reúne a gobiernos, empresas y organizaciones no gubernamentales para recabar compromisos que avancen en materia de conservación ambiental marina.

Este año, Our Ocean tuvo lugar a finales de octubre en la capital de Noruega. Asistieron unas 500 personas provenientes de un centenar de países, que se fijaron la meta de ampliar a 13 millones de kilómetros cuadrados las áreas marinas protegidas en el mundo.

¿Qué hace la UE por los océanos?

Allí, en Oslo, la Comisión Europea prometió además destinar un total de 540 millones de euros a través de 22 nuevos compromisos para mantener la salud de los océanos del mundo.

Entre otros objetivos, la UE se comprometió a: impulsar la economía azul y la innovación:

  • Una inversión de 100 millones de euros (que irán a parar a favorecer el trabajo de empresas que contribuyan a la descarbonización); entender y adaptarse al cambio climático.
  • 12,8 millones de euros se destinarán a la vigilancia de los efectos del cambio climático en el hielo marino y la criosfera (a través del programa Copernicus).
  • 9,9 millones que irán a parar a la Iniciativa Conjunta del Pacífico sobre la Biodiversidad, el Cambio Climático y la Resiliencia; buscar alianzas en el resto del mundo.
  • 40 millones de euros en programas de asociación que apoyarán, por ejemplo, las cadenas de valor sostenibles en los sectores de la pesca y la agricultura de los países de África, el Caribe y el Pacífico; o combatir la contaminación marina, a través del fomento del “transporte marítimo ecológico” (con una disminuación de la tarifa por desechos —que han de abonar los barcos cuando hacen escala en puertos— a aquellos buques que reduzcan su generación de residuos o que al menos los gestionen de manera sostenible).
  • La UE también reforzará su apoyo a la investigación oceánica, a través de su programa macro de innovación Horizonte2020 (que a partir de 2020 pasará a ser Horizonte Europa 2021-2027 y contará con 100.000 millones de euros de presupuesto), al que destinará 350 millones de euros para mejorar el conocimiento y las tecnologías aplicadas a la pesca sostenible, la lucha contra la contaminación marina, la descarbonización del transporte marítimo y a la promoción de la energía azul renovable.

Tecnología para controlar los avances

La Unión Europea también aprovechó la cumbre para lanzar Ocean Tracker, un mapa interactivo que permite monitorear los más de 10.000 millones de euros ya comprometidos por la comunidad internacional para proteger los mares y océanos.

La herramienta es fruto del compromiso adoptado en la conferencia de Malta de 2017, en la que se propuso este mapa como forma de garantizar la visibilidad de los progresos realizados tras cada anuncio.

El ejecutivo comunitario asegura que, desde la primera sesión de Our Ocean en 2014, la UE se ha fijado 77 compromisos, de los cuales el 80% ya se han cumplido (o están muy cerca de conseguirse), incluyendo la mitad de los que se fijaron en 2018.

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