La EconomiaCircularVerde cumple diez años este agosto. Echamos un vistazo a algunos de los cambios que se han producido en el movimiento verde durante esta década.
Hace unos años, estaba seguro de que la energía de las olas pronto alcanzaría a la eólica y a la solar y formaría parte de una trifecta renovable. Lamentablemente, no ha ocurrido (todavía), lo que plantea la pregunta «¿por qué?».
Dave Levitan, de Yale 360, ha escrito un gran resumen de la situación actual en el campo de la energía de las olas, que aclara por qué el progreso ha sido tan lento.
Algunos temas me llamaron la atención:
1. El océano es un entorno duro para la maquinaria, por lo que los costes son más altos que para construir cosas en tierra. El agua salada corroe las cosas, las olas pueden ser muy violentas, enviar cuadrillas para instalar cosas y repararlas es caro, etc. Los parques eólicos en alta mar son siempre más costosos que los de tierra firme por esa razón, por ejemplo.
2. I+D; en la energía de las olas simplemente no ha sido una prioridad. La eólica y la solar han recibido mucha más atención.
Un tema recurrente entre los expertos en energía de las olas es que la energía de las olas está donde estaba la energía eólica hace tres décadas. En aquella época, los ingenieros no habían llegado a un acuerdo sobre el diseño óptimo de las turbinas eólicas, pero décadas de investigación posterior han dado lugar a diseños de turbinas muy sofisticados. En el caso de la energía de las olas, se realizaron algunas investigaciones después del embargo petrolero árabe de los años 70, pero desde entonces la investigación y el desarrollo gubernamental y comercial de la energía de las olas ha palidecido en comparación con la energía eólica y solar.
3. A pesar de los retos, hay avances. Los programas piloto en lugares como Portugal, Escocia, Australia, etc., están avanzando. Las cosas podrían empezar a moverse más rápido si un prototipo de diseño de energía de las olas demuestra que funciona realmente bien; a veces se tarda más en encontrar la fórmula correcta que en ampliar su despliegue.
4. Pero también hay razones para ser pesimistas respecto a la energía de las olas. Si no se pueden superar las desventajas de los costes, sencillamente no tendrá sentido construir parques de olas en la mayoría de los lugares cuando se podría construir más capacidad eólica o solar por la misma cantidad de dinero.
Así que es posible imaginar un futuro en el que la energía de las olas sea rentable y se despliegue ampliamente como una pata más del taburete de las renovables, pero es una batalla cuesta arriba. Espero que los ingenieros puedan resolverlo, porque necesitamos todas las opciones posibles para limpiar nuestra red eléctrica. Puede que haya zonas en las que no se puedan construir parques eólicos en alta mar por cualquier motivo, pero sí parques de olas, por ejemplo.
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