Una de las historias más desconcertantes (e inquietantes) de todo el Antiguo Testamento es la de Caín y Abel. Ahora, las pruebas de una excavación arqueológica en Irak exponen un oscuro secreto sobre nuestros antiguos ancestros que puede ofrecer una nueva forma de ver la antigua leyenda.
En caso de que no estés familiarizado con la historia, ésta dice lo siguiente…
Después de que Adán y Eva sean expulsados del Jardín del Edén, tienen dos hijos. El primogénito, Caín, es ambicioso y crece para ser pionero en una nueva forma de vivir en la tierra, aprendiendo a cultivar la tierra. Caín es, en esencia, el padre de la agricultura. Su hermano menor, Abel, es un hombre más sencillo que vive su vida como pastor nómada. Dios parece favorecer al más joven Abel y en venganza Caín comete el primer asesinato del mundo. Caín mata a Abel.
Es sabido que, aunque el Antiguo Testamento es muy metafórico, en realidad sigue la pista de acontecimientos históricos y geológicos reales. El Jardín del Edén con sus cuatro ríos existió, de hecho, en el sur de Irak y el gran diluvio fue real (puede haber sido el resultado de un asteroide que impactó en la Tierra durante el Neolítico). Los 6 días de la creación se ajustan bastante a la teoría evolutiva si se adopta una definición más flexible de la palabra hebrea yom (que puede traducirse como «día» «mes» o «edad», según el contexto). Y así sucesivamente…
¿Y qué pasa con Caín y Abel? ¿A quién o qué representaban y cuál es el significado del «primer asesinato»
Así que he aquí una teoría… ¿y si Caín y Abel representaran en realidad a dos especies estrechamente relacionadas – Homo sapiens y Homo neanderthalensis, respectivamente-, ambas descendientes de un «padre» común, Adán, el progenitor del género homínido? Caín, el mayor (sapiens) asesina a Abel, el menor (neanderthalensis).
Esto encaja con el registro fósil de las dos especies. <El Homo sapiens es la especie más antigua, que surgió hace unos 200.000 años, mientras que la especie más joven, el Homo neanderthalensis, surgió hace unos 130.000 años. (Durante un tiempo, los científicos creyeron que los neandertales eran una subespecie del Homo sapiens, pero eso también se ha desmentido).
Los asentamientos humanos también fueron los primeros en mostrar signos de agricultura planificada, mientras que los neandertales dependían de la caza, la recolección y el pastoreo para su subsistencia.
Así pues, la teoría del neandertal como Abel encaja tanto con la curiosa mezcla de historia y metáfora que es el Génesis como con el registro fósil de ambas especies. También concuerda con el reciente descubrimiento por parte de la Universidad de Duke de un neandertal asesinado de mediana edad llamado Shanidar 3.
El arqueólogo Steven Churchill ha encontrado pruebas de que Shanidar 3 fue asesinado hace entre 50.000 y 75.000 años. Le clavaron una lanza en la costilla, una lanza hecha por un humano. Aunque los hallazgos son escasos, sugieren, sin embargo, la teoría de que los humanos pueden haber participado activamente en la caída de la especie neandertal, su competidor más cercano en cuanto a recursos.
Durante muchas décadas se creyó que los humanos y los neandertales no tenían ningún contacto. Pero pruebas recientes han demostrado la cohabitación, incluso el mestizaje, y ahora la violencia entre especies. Tampoco es el primer hallazgo que sugiere asesinatos entre humanos y neandertales. Otro esqueleto masculino de neandertal que data de hace unos 36.000 años se encontró con la cabellera arrancada con un arma de fabricación humana.
Churchill tiene cuidado de afirmar que no está promoviendo la teoría del genocidio. No hay pruebas suficientes que demuestren una guerra humana generalizada contra los neandertales. Sin embargo, debería hacernos reflexionar.
Ahora que nos adentramos en la 6ª Extinción Masiva, una extinción iniciada y perpetrada únicamente por los humanos que intentan alimentar un hambre interminable de más y más recursos naturales, deberíamos recordar a nuestro hermano perdido Abel.
Cuando matas a tus parientes, hay que pagar las consecuencias.
FACTOID: 7 de cada 10 biólogos creen que la actual extinción masiva de especies vegetales y animales (al menos tres al día) es la mayor amenaza para la supervivencia de la humanidad.