El acetato es una sustancia presente en muchos artículos comunes, algunos de los cuales puedes utilizar a diario. El tejido de acetato, en particular, se agrupó con el rayón hasta los años 50, cuando se exigió que ambos se etiquetaran por separado debido a la resistencia del rayón al calor, una característica que el acetato no posee. Hoy en día, el acetato puede encontrarse en el forro de los vestidos de novia, en las gafas de sol, en la tapicería, en los paraguas e incluso en los filtros de los cigarrillos. Puede que te preguntes: ¿Qué es este material que puede utilizarse de forma tan diversa en múltiples sectores?
El acetato, o acetato de celulosa (AC), es un termoplástico. Los termoplásticos son materiales que se ablandan cuando se calientan y vuelven a un estado endurecido cuando se enfrían. Esta característica es la que da a esta sustancia de origen biológico su reputación de fácil de procesar.
Las fibras de acetato se forman en un proceso similar al del elastano. Las fibras se producen a partir de una solución de acetona mediante hilado en seco. La solución se filtra primero y luego se envía a través de una hiladora, que crea filamentos de hilo. A continuación, se pueden tejer en forma de tejido. En lugar de filamentos de hilo, se pueden fabricar láminas de acetato. A partir del acetato se pueden moldear o cortar otros materiales de tipo plástico.
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Las ventajas del acetato
Las observaciones sobre el uso a largo plazo del acetato demuestran sus ventajas, la mayor de las cuales es su rentabilidad. La abundancia de celulosa hace que el acetato sea barato de fabricar. En otras industrias, se está considerando como un material absorbente útil para los vertidos químicos. Sin embargo, éstas no son las únicas ventajas que presenta el acetato de celulosa.
Uso en tejidos
Como tejido, el acetato de celulosa es suave y se conoce como la «seda» de las fibras sintéticas. Puede actuar como sustituto de la lana y a menudo se añade a dichas fibras para reducir el encogimiento. También evita que los tejidos se arruguen tanto. El acetato es especialmente sensible al calor, por lo que es mejor lavarlo a mano y secarlo en la secadora; esto ayuda a mantener bajo el consumo de energía.
Resistencia a las llamas
Hubo un tiempo en que la inflamabilidad de las gafas de sol era un problema. Con el cambio del nitrato de celulosa, más inflamable, al acetato de celulosa, este problema se resolvió solo. Las gafas de acetato han demostrado ser mucho más seguras. Este resultado también se extiende al uso del acetato en las películas utilizadas por los fotógrafos y cineastas.
Biodegradabilidad
Una importante victoria medioambiental: el acetato se considera biodegradable. Un estudio demuestra que un vaso fabricado con plástico de acetato se degradó más del 70% en un entorno similar al de las aguas residuales en 18 meses. En el agua, perdió cerca del 60% de su peso. Los autores predijeron que, en un entorno de compost, se degradaría mucho más rápido. El acetato no se degrada tan rápidamente a la luz del sol, pero la adición de dióxido de titanio -un aditivo químico utilizado para blanquear objetos- aumentaría mucho la degradación. Así que, aunque algunos estudios no creen que se degrade lo suficientemente rápido como para llamarlo «biodegradable», entre 18 meses y 10 años es mejor que los cientos o miles de años que tardan otros plásticos en degradarse.
Los contras del acetato
En términos de uso y coste, el acetato ha demostrado ser especialmente práctico. Sin embargo, aunque es más fuerte que muchas fibras naturales, el acetato de celulosa no tiene fama de ser duradero. Además, es inestable con el calor y tiende a fundirse. Para rematar la lista de contras, los problemas del acetato no provienen sólo de la propia sustancia, sino de lo que conlleva en la producción de ciertos artículos. Por ejemplo, cuando se utiliza fuera de la industria textil, se sabe que se mezcla con toxinas.
Plastificantes de ftalato
Para aumentar su resistencia y estabilidad, a menudo se añaden plastificantes al acetato. Esto hace que el material resultante sea más útil para la fabricación de artículos que no sean tejidos. Esta práctica también aumenta su punto de fusión en detrimento de su no toxicidad. Los plastificantes suelen ser derivados del petróleo y constituyen un riesgo medioambiental conocido. Los ftalatos son los plastificantes más comunes que se utilizan en combinación con el acetato de celulosa y se ha informado de que son un abundante contaminante de origen humano. La toxicidad de los ftalatos en los animales está bien documentada, y la cantidad de investigaciones que demuestran su toxicidad para los seres humanos es cada vez mayor. Especialmente cuando se trata de la salud reproductiva.
Seguridad de los trabajadores
El acetato de celulosa no está catalogado como producto químico peligroso. Sin embargo, puede causar daños si se inhala, ya que es un irritante respiratorio. También puede irritar la piel y los ojos. Como suele empezar en forma de escamas o de polvo, es importante que los trabajadores expuestos a la sustancia trabajen en una zona adecuadamente ventilada y con un equipo de protección personal (EPP) adecuado, como guantes y gafas. Saber que los artículos sostenibles han sido producidos en una fábrica que tiene en cuenta la salud de los trabajadores es esencial.
Microplásticos
Aunque proceda de un recurso natural, el acetato de celulosa sigue siendo un material fabricado por el hombre y, por tanto, un material semisintético, lo que significa que sigue contribuyendo al problema de los microplásticos. El acetato de celulosa llega al océano a través de las aguas residuales y las colillas, y representa una gran parte de las partículas de plástico que se encuentran en el medio marino. Se descubrió que el acetato de celulosa era uno de los siete materiales que representaban más de la mitad de los microplásticos encontrados en el Ártico. Con el creciente problema de los microplásticos en el océano, esto es algo que debería tenerse en cuenta.
Veredicto final
Aunque los productos fabricados con acetato de celulosa no son los más sostenibles desde el punto de vista medioambiental, sin duda son mejores que los fabricados con plástico derivado del petróleo. Ya sea como tejido o como película, las propiedades básicas de este material (tanto las buenas como las malas) siguen siendo las mismas. Cuando se comparan con materiales más naturales, como el algodón o el cáñamo para la ropa o el bambú y la madera para las gafas de sol, los productos a base de acetato no son tan sostenibles. Sin embargo, al compararlo con las sustancias basadas en combustibles fósiles, es definitivamente el menor de los males.