Un viernes por la tarde de junio de 1979, un hombre bien vestido con acento del Medio Oeste entró en la empresa Elbert Granite Finishing Company de Elberton, Georgia, y encargó un monumento «a la conservación de la humanidad».
El hombre se identificó sólo con el seudónimo de Robert C. Christian y dijo que representaba a un «pequeño grupo de estadounidenses leales que creen en Dios» que querían dejar un mensaje para las generaciones futuras.
Aunque Christian no era de Georgia, seleccionó un emplazamiento en Elberton para el monumento y la construcción no tardó en comenzar según sus especificaciones.
El 22 de marzo de 1980 se inauguraron las Piedras Guía de Georgia, que llevan más de 30 años atrayendo a una multitud de visitantes.
A menudo se le llama «el Stonehenge de Estados Unidos», y es una reliquia de 120 toneladas de la Guerra Fría construida para instruir a los sobrevivientes del Día del Juicio Final.
Encubiertas de misterio, las enormes losas de granito están grabadas en ocho idiomas -inglés, español, swahili, hindi, hebreo, árabe, chino y ruso- que transmiten 10 principios para «una Edad de la Razón». Esto es lo que está escrito allí:
- Mantener a la humanidad por debajo de 500.000.000 en perpetuo equilibrio con la naturaleza.
- Guiar la reproducción sabiamente, mejorando la aptitud y la diversidad.
- Unir a la humanidad con un nuevo lenguaje vivo.
- Regula la pasión – la fe – la tradición – y todas las cosas con la razón templada.
- Protege a las personas y a las naciones con leyes justas y tribunales equitativos.
- Deja que todas las naciones gobiernen internamente, resolviendo las disputas externas en un tribunal mundial.
- Evita las leyes mezquinas y los funcionarios inútiles.
- Equilibra los derechos personales con los deberes sociales.
- Precia la verdad – la belleza – el amor – buscando la armonía con el infinito.
- No seas un cáncer en la tierra – Deja espacio para la naturaleza.
Desde que se erigió el monumento, ha sido blanco de vándalos que han pintado sobre él, han arrojado epoxi sobre las losas y una vez cubrieron toda la estructura con tela negra.
Los lugareños cuentan historias de brujería en las piedras, y Mart Clamp, residente en el condado de Elbert, cuyo padre ayudó a tallar las losas de granito, dice que se han dado casos de adolescentes que aparecen vestidos de negro y con cubos de sangre de pollo.
«Para algunos, es el lugar más sagrado de la Tierra», dijo Hudson Cone, antiguo empleado de la Asociación de Granito de Elberton, al New York Times. «Para otros, es un monumento al diablo».
Además de las 10 directrices señaladas en las piedras, el monumento también tiene características astronómicas que el misterioso R.C. Christian podría haber considerado importantes para los supervivientes del apocalipsis.
La columna central tiene un orificio que apunta a la Estrella Polar, hay una ranura que se alinea con los solsticios y equinoccios del sol, y hay una abertura en la piedra de coronación que marca el mediodía a lo largo del año.
En el suelo hay otra lápida que enumera varios datos sobre las piedras guía. También hace referencia a una cápsula del tiempo enterrada bajo la lápida, pero nunca se han inscrito los campos de la piedra reservados a las fechas en que fue enterrada. No está claro si alguna vez se colocó una cápsula del tiempo en el suelo.
Pero a pesar de sus muchas características únicas, es el secreto que rodea a las Piedras Guía de Georgia lo que atrae a visitantes de todo el mundo a la pequeña ciudad de Elberton.
La identidad de R.C. Christian es un secreto que Wyatt Martin, el banquero que actuó como su agente, jura llevarse a la tumba.
«Hice un juramento a ese hombre y no puedo romperlo. Nadie lo sabrá nunca», dijo.