Estos prácticos accesorios marcan todas las casillas de la ética y el respeto al medio ambiente.
Si tienes el pelo largo, podrás entender la lucha por encontrar un coletero perfecto. Pocas cosas son tan molestas como un elástico demasiado grueso o fino, que no sujeta la coleta, que te hace doler el cuero cabelludo o te provoca dolor de cabeza, que te corta la circulación cuando lo llevas en la muñeca. Y así sigues comprando diferentes marcas y tallas, con la esperanza de que esta vez sea la adecuada.
Bueno, me alegra anunciar que tu búsqueda ha llegado a su fin; al menos, la mía. Kooshoo es una empresa canadiense con sede en Victoria, Columbia Británica, que produce una colección de accesorios para el cabello de alta gama que está muy por encima (literalmente) de sus competidores. Llevo más de tres años utilizando los lazos y me encantan; son anchos y planos y resultan cómodos en la muñeca, y las uniones están cosidas, lo que los hace tres veces más resistentes que los lazos para el pelo pegados.
Kooshoo también acaba de lanzar una nueva línea de coleteros sin plástico. En una carta enviada a EconomiaCircularVerde, se describen como «esencialmente nuestras populares gomas para el pelo envueltas en una manta del algodón orgánico más suave y sedoso que hemos podido encontrar. Los colores son de temporada, la comodidad es de otro mundo, y las primeras críticas son brillantes». Ahora puedo sumarme a esas críticas elogiosas porque he estado utilizando los coleteros durante los últimos meses y estoy totalmente impresionada. El algodón es realmente suave como la seda y el color dorado-arena es agradable para mi cabello pelirrojo (también hay otros colores disponibles).
Los productos para el cabello son mucho más que una excelente utilidad. Tanto los lazos como los coleteros están fabricados con algodón y caucho natural de árbol certificados por Fairtrade International y la Fair Rubber Association, respectivamente. Se diseñan en Canadá, pero la empresa trabaja con cultivadores de algodón con certificación GOTS en la India y con una casa de teñido con energía solar en Los Ángeles para producirlos. Se cosen en una fábrica de ropa propiedad de monjas y dirigida por ellas, que utilizan los beneficios para financiar un centro de tratamiento del cáncer para personas sin acceso a la atención médica.
Y a pesar de ser biodegradables y respetuosos con la Tierra, son lo suficientemente resistentes como para soportar el lavado a máquina, lo que, según explica Kooshoo, «empieza a cambiar la conversación y las expectativas en torno a los coleteros, que pasan de ser un producto desechable a uno que se cuida como una camiseta favorita». Así que si quieres un cuidado del cabello tan ético como eficaz, echa un vistazo a Kooshoo.