Las flores del sol son hermosas, y emblemáticas por la forma en que sus gigantescas cabezas amarillas destacan sobre un atrevido cielo azul. Y, por supuesto, a la mayoría de nosotros nos encanta masticar las semillas que producen. Sin embargo, ¿te has parado alguna vez a mirar el patrón de semillas que hay en el centro de estas flores tan especiales? Los girasoles son algo más que un hermoso alimento: también son una maravilla matemática.
El patrón de semillas dentro de un girasol sigue la secuencia de Fibonacci, es decir, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55, 89, 144… Si recuerdas la clase de matemáticas, cada número de la secuencia es la suma de los dos números anteriores. En los girasoles, las espirales que ves en el centro se generan a partir de esta secuencia: hay dos series de curvas que se enrollan en direcciones opuestas, comenzando en el centro y extendiéndose hacia los pétalos, con cada semilla situada en un determinado ángulo respecto a las semillas vecinas para crear la espiral.
Según PopMath: «Para optimizar el llenado [de las semillas en el centro de la flor], hay que elegir el número más irracional que existe, es decir, el que menos se aproxima a una fracción. Este número es exactamente la media áurea. El ángulo correspondiente, el ángulo áureo, es de 137,5 grados… Este ángulo debe elegirse con mucha precisión: las variaciones de 1/10 de grado destruyen completamente la optimización. Cuando el ángulo es exactamente la media áurea, y sólo ésta, aparecen entonces dos familias de espirales (una en cada dirección): sus números corresponden al numerador y al denominador de una de las fracciones que se aproximan a la media áurea: 2/3, 3/5, 5/8, 8/13, 13/21, etc.».
Aquí tienes un poco más sobre los girasoles, la secuencia de Fibonacci y la Proporción Áurea que puedes repasar con los niños desde Las matemáticas son divertidas. Semillas de girasol y matemáticas sorprendentes. Cuando te paras a pensar en esto, te recuerda que la naturaleza es realmente alucinante!