La nariz de un gato sabe más de lo que crees

No se puede negar que los perros tienen unas narices asesinas. Pero el hecho de que ganen el premio olfativo de las mascotas no significa que sean los únicos con un poderoso sentido del olfato. Como saben los amantes de los gatos, la capacidad de los felinos para detectar olores no es nada del otro mundo. De hecho, es bastante impresionante, y mucho más compleja de lo que la mayoría de nosotros cree.

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Anatomía del olfato

La nariz de un gatito es algo más que un bonito botón para hacer caca. También es un instrumento de precisión en el que entre 45 y 80 millones de receptores olfativos microscópicos reconocen y procesan los olores, según la revista Parade. Eso no está a la altura de los perros. Los perros tienen entre 149 y 300 millones de receptores olfativos. Pero es mucho más que los 5 millones que tenemos los humanos, lo que significa que el sentido del olfato de un gato es varias veces más agudo que el nuestro, capaz de detectar aromas que nosotros sólo podemos oler ligeramente o pasar por alto.

Los gatos no sólo tienen la nariz que nosotros vemos. También huelen por la boca, gracias al órgano vomitivo (u órgano de Jacobson), situado en el paladar, justo detrás de los dientes delanteros, con conductos que desembocan en la cavidad nasal. Es posible que notes que tu gato respira a veces con la boca ligeramente abierta y con una expresión que parece una sonrisa o una mueca. Esto se denomina respuesta flemática, y es la forma en que tu gato atrae los olores a su órgano vomeronasal (OVN) para procesarlos. Curiosamente, los felinos comparten esta capacidad olfativa con muchas otras criaturas que tienen OVN, como los caballos, los perros, los grandes felinos, las cabras y las serpientes.

Mira la respuesta del pulgón en acción en este vídeo.

El doble de poder olfativo

¿Por qué los gatos tienen dos sistemas olfativos? Cada uno de ellos maneja diferentes tipos de olores, y juntos constituyen superpoderes para el hocico.

La nariz visible de un gato (que, por cierto, es única para cada gatito con su propio patrón de crestas y protuberancias) detecta los olores habituales del entorno, como los aromas de la comida. Los olores llegan a los receptores olfativos, que envían señales al cerebro del gato para su análisis y posible respuesta.

los gatos tienen nariz y órgano vomeronasal

El OVN, por su parte, capta feromonas, sustancias químicas que comunican información social, territorial y sexual. Cada gato libera su propia y única firma de feromonas desde unas glándulas especiales situadas entre los ojos, en las comisuras de la boca, en la base de la cola, entre las almohadillas de las patas y en otras partes del cuerpo. El OVN capta estas comunicaciones químicas de otros gatos y envía señales al cerebro para su procesamiento.

Juntos, estos dos mecanismos de búsqueda de olores proporcionan a los gatos una imagen multidimensional y perfecta del mundo que les rodea. De hecho, los felinos confían en estos mapas de olores mucho más que en sus ojos para «ver» lo que ocurre cerca, lo que sitúa al olfato entre sus sentidos más fuertes.

Hacer olores de su entorno

saludo del gato

Los gatos utilizan los olores del entorno y las feromonas para navegar por su territorio y comunicarse con otros gatos. Algunos ejemplos son:

Encontrar comida – El olfato de un gato puede indicar la presencia de un ratón cercano, lo que provoca una respuesta depredadora inmediata. Los gatitos, que nacen con los ojos cerrados, también identifican a sus madres y un pezón disponible por sus secreciones de feromonas. De hecho, la información es tan detallada que permite a cada compañero de camada quedarse con su propio pezón preferido y reducir la competencia a la hora de comer.

Marcar el territorio – Los gatos delimitan los límites de su casa con orina y feromonas, haciendo rondas periódicas para señalar las zonas donde el olor se ha desvanecido. Esto puede incluir tus muebles y paredes, e incluso a ti. Sí, esos roces en la mejilla y los suaves golpes en la cabeza son la forma en que tu bebé peludo te reclama como uno de sus premios territoriales. No está claro si los gatos marcan el territorio para mantener alejados a otros gatos o para sentirse en su espacio personal, o una combinación de ambas cosas.

Comunicación social – Los felinos no se dan la mano, ni se abrazan, ni intercambian números de teléfono cuando se encuentran, pero se relacionan entre sí y leen pequeñas señales sociales a través de su notable sentido del olfato. Pueden frotarse o chocar las cabezas para liberar feromonas y oler varias partes anatómicas en busca de pistas sobre el otro (incluido el recto, que también segrega feromonas). También pueden comprobar la orina y las heces del otro. Todo ese olfato proporciona un tesoro de información, como si un nuevo conocido es un amigo o un enemigo, lo que le gusta comer, su estado de ánimo, su estado de salud y si es hombre o mujer.

Buscando el amor – No es de extrañar que las señales olfativas desempeñen un papel importante en el apareamiento felino. Las gatas en celo, o celo, pueden atraer a cualquier gato hasta una milla de distancia con sus potentes feromonas sexuales. Piensa en ello como un perfil de citas picante. Por desgracia, también puede rociar chorros de orina «aromática» por toda la casa (por no hablar de los aullidos incesantes) en un intento de cortejar a posibles pretendientes: otra buena razón para esterilizar a tus gatos.

Aprende más sobre cómo se comunican los gatos mediante olores y feromonas en este vídeo.

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