El puñado de playas de arena de estrellas de Japón tiene una arena como la de pocos lugares del mundo.
Se nos ocurren tantas imágenes cuando pensamos en playas en las que la arena adopta la forma de estrellas… que el potencial para la poesía es un poco desenfrenado. Pero tal vez los habitantes de la isla japonesa de Iriomote son los que mejor lo resumen. Las arenas con forma de estrella, según la leyenda, son hijas de la Estrella del Norte y la Cruz del Sur. Los descendientes de las estrellas cayeron del cielo al océano de Okinawa, donde fueron asesinados por una serpiente marina y permanecen como los hermosos granos de arena con forma de estrella esparcidos por la playa. El término japonés para la arena es «Hoshizuna».
Sin embargo… la ciencia tiene una opinión diferente; las diminutas conchas son producto de protozoos unicelulares que habitan en el océano, llamados Baclogypsina sphaerulata. Sus exoesqueletos tienen brazos que les ayudan a desplazarse y a almacenar alimentos. Cuando estos pequeños mueren, sus caparazones permanecen en el mar y la marea los arrastra hasta la orilla. Tres islas de Okinawa -Hatoma, Iriomote y Taketomi- tienen playas que son las afortunadas receptoras de este raro y estelar regalo.
Los premios en forma de estrella se mezclan con granos de arena de formas más mundanas. Después de periodos de tormenta y mares fuertes, la playa es aún más abundante en estrellas, ya que se desprenden de la hierba marina donde se acumulan. Arriba está Hoshizuna-no-hama (playa de arena de estrellas) en la isla de Iriomote, en Okinawa.
Aunque no es ningún secreto que la arena tiene infinitas formas y tamaños, que la naturaleza nos regale arena con forma de estrella resulta un poco más especial. ¿El universo al alcance de tu mano con el mar a tus pies? El cielo y la tierra por fin juntos.
Vía Atlas Obscura