Nada molesta más a un perro que estar encerrado por la lluvia. Los padres de cachorros enérgicos conocen la lucha que supone entretener a un perro inquieto con un espacio interior limitado. Sin embargo, puedes mantener el cuerpo en movimiento y la mente estimulada -tanto la tuya como la de tu compañero- con una serie de juegos divertidos que combinan el ejercicio físico con un reto mental, y proporcionan amplias oportunidades para establecer vínculos afectivos.
Desde rondas de escondite y entrenamiento de olfato, que hacen volar el cerebro, hasta carreras de obstáculos y de escaleras que hacen vibrar el corazón, he aquí siete cosas que puedes hacer con tu perro en un día lluvioso.
Tabla de contenidos
1. Trabajo de olfato con golosinas ocultas
Enseñar a tu perro a descubrir premios utilizando sólo su nariz es un gran ejercicio para el cuerpo y la mente. Aunque todos los perros tienen un fuerte sentido del olfato (hasta 100.000 veces la fuerza del nuestro), a veces hay que recordarles que lo utilicen. Este juego recurre al incentivo de los juguetes y las golosinas para que tu perro se entusiasme con el ejercicio de su sistema olfativo.
Coloca varias cajas o recipientes opacos (empieza con al menos cuatro o cinco) en fila y, sin que tu perro lo vea, esconde un premio (un juguete favorito, un hueso, una golosina o algo con un olor familiar) debajo de uno de los recipientes. A continuación, anima a tu perro a oler las cajas; probablemente se detendrá en la que contiene un premio. Cuando tu perro acierte, levanta la caja para descubrir la golosina y elógialo por su victoria.
Después de varias rondas de este ejercicio, tu perro será más consciente del objetivo y, por tanto, se emocionará más al olfatear su premio. Para un mayor trabajo cerebral, sigue añadiendo cajas, espaciándolas a intervalos más lejanos para aumentar el desafío a medida que el trabajo olfativo de tu perro mejora.
2. El escondite
Si tu perro sabe «encontrarlo», o cualquier orden que le haga buscar algo escondido, entonces una interpretación interior del escondite es una buena práctica. Es esencialmente un juego de caza, que permite al perro canalizar sus instintos naturales. Empieza mostrando a tu perro lo que vas a esconder -un juguete favorito, o incluso una persona- y luego enciérralo en una habitación aparte mientras escondes el objeto discretamente. Utiliza tu versión preferida de la orden «encuéntralo» para animar a tu perro a buscar el objeto, dándole pistas vocales como «bien» y «uh oh» para mantenerlo en el camino. Si eres tú quien se esconde, llama al perro por su nombre.
También puedes dar pistas no vocales, como señalar o caminar hacia el escondite, hasta que tu perro se familiarice con el objetivo del juego. Cuando encuentre el objeto escondido, haz que los elogios merezcan la pena. Con el tiempo, tu compañero debería ser más rápido en la búsqueda y empezar a volver a visitar todos los lugares donde has escondido objetos anteriormente. Si el juego se vuelve demasiado fácil, pasa a escondites más creativos (debajo de un cesto de la ropa sucia, o en una estantería sobre la cabeza del perro). Incluso puedes pisotear toda la casa mientras lo escondes para despistar al perro y hacerlo más difícil.
Si tu perro no conoce el comando «encuéntralo» o algo similar, puedes utilizar una palabra que sí conozca, como «juguete» o «pelota». Después de esconder el objeto, finge que lo buscas con tu perro mientras le preguntas «¿dónde está tu juguete?» o «¿dónde está tu pelota?». Después de encontrar el objeto unas cuantas veces, tu perro debería responder a la pregunta por sí mismo.
3. Por debajo, por encima y a través
Enseñar a un perro cualquier truco nuevo es un gran ejercicio mental, pero es más beneficioso si el truco implica una actividad física. Por debajo, por encima y a través es un juego que ayuda a los cachorros a entender las relaciones espaciales, estimula el cerebro de los perros mayores y proporciona un entrenamiento, con todo el movimiento de arriba, abajo y alrededor.
Empieza colocando un aparato -como una silla de cocina, un taburete o cualquier otro objeto robusto con patas- en el centro de la habitación. A continuación, anima a tu perro a arrastrarse por debajo de él, tal vez persuadiéndolo con una golosina al principio. Utiliza la orden «siéntate» o «quédate» para que tu perro se quede debajo del aparato. Si tu perro no conoce esas órdenes, utiliza señales manuales. Practica también el gateo a través del objeto, el caminar alrededor de él y el saltar sobre el objeto, si tu perro es lo suficientemente grande y conoce la orden «saltar». (Enseñar a tu perro a saltar por encima de los objetos es un truco avanzado y que requiere mucho tiempo y que probablemente no se realice en un solo día). Cada vez que tu perro complete una acción correctamente, recompénsalo con una golosina.
Aunque no es del todo necesario, el adiestramiento con clics -un método que marca el comportamiento deseable con un clic audible seguido de una recompensa- es especialmente eficaz para este juego porque tu perro tiene que utilizar el refuerzo positivo para averiguar qué acción le estás pidiendo.
Después de aprender lo básico de pasar por debajo, por encima y a través de un objeto, puedes acelerar el proceso o dejar que tu perro elija la acción por sí mismo. Fomenta nuevos trucos, como poner una pata en el aparato, las dos, saltar sobre él, pasar por debajo, arrastrarse por debajo y luego retroceder, y así sucesivamente, recompensando la creatividad del perro con una golosina cada vez.
4. Salto de la escalera
Si tienes escaleras en tu casa, crea un juego de correr por ellas para descargar energía. Para obtener el máximo ejercicio de este juego con el menor riesgo para las articulaciones de tu perro, empieza por la parte inferior de la escalera. Pon a tu perro en posición de sentado y quieto y lanza el juguete hasta el rellano superior. Si mantienes a tu perro en posición de reposo, crearás una acumulación, y luego le darás el visto bueno con un «listo, preparado, ya», quizás dando ejemplo.
Deja que tu perro baje las escaleras a su propio ritmo. Anima a que regrese más despacio, ya que es la bajada la que corre el riesgo de lesionarse. Después de unas 10 repeticiones de este ejercicio, tu perro probablemente anhelará una siesta.
Ten en cuenta que este ejercicio es sólo para perros de más de un año. Puedes provocar lesiones a largo plazo practicando este juego con perros más jóvenes, ya que sus articulaciones no están lo suficientemente desarrolladas para soportar el impacto.
5. Etiqueta
Este clásico de la infancia es un gran juego de perros para los niños. Fomenta tanto la carrera como la práctica de un recuerdo rápido como un rayo, convirtiendo finalmente el venir cuando se le llama en un juego divertido. Necesitarás un compañero para esto.
Cada persona empieza con un bolsillo lleno de golosinas y se coloca en lados opuestos de una habitación. Una persona llama al perro y lo recompensa con una golosina, luego la siguiente persona lo llama y lo recompensa con otra. A medida que el juego avanza, tú y tu compañero podéis espaciaros más, de modo que estéis en habitaciones diferentes.
Cuanto más corra tu perro por la casa, más ejercicio hará. Para mantener la ingesta de comida al mínimo, puedes pasar a darle golosinas sólo cada dos o tres retiradas, utilizando elogios excitados o un juguete de tiro como recompensa el resto del tiempo. Incluso puedes subir la apuesta llamando al perro y empezando a huir, para que la retirada se convierta en un juego de persecución.
6. Enséñale a limpiar los juguetes
La hora de la limpieza puede ser mucho más divertida y eficiente cuando tu perro sabe guardar sus propias cosas. Este truco es un proceso que comienza con la orden «suelta«. Haz que tu perro coja un juguete y, después de unos segundos, dile «suelta» y ponle una golosina delante de la nariz para que suelte el juguete. Esto funciona mejor con un juguete que sepas que es menos valioso que la golosina en cuestión. Tras varias repeticiones, tu perro debería soltar el juguete a la orden sin el incentivo de una golosina.
A continuación, introduce la caja de juguetes. Colócala debajo de la cabeza de tu perro para que, cuando digas «suelta», el juguete caiga directamente en la caja. Una vez que tu perro se haya acostumbrado a esa acción, puedes repartir los juguetes por todas partes y empezar a decir «limpia» o «guárdalo» mientras recoge sus juguetes y los lleva a la caja.
A medida que tu perro mejore, puedes aumentar la dificultad esparciendo los juguetes más lejos por la habitación, o por varias habitaciones, o incluso escondiéndolos.
7. Carrera de obstáculos
Montar una corrida de obstáculos para tu perro es mucho trabajo, pero también mucha diversión. Si estás atrapado en el interior en un día lluvioso, ¿por qué no? Aquí tienes algunos objetos domésticos que pueden convertirse en obstáculos.
- Una caja de leche resistente, un taburete u otro elemento para hacer equilibrio
- Una silla de cocina para saltar o correr por debajo
- Una caja con dos extremos abiertos por los que se pueda pasar a gatas
- Un poste que se balancea sobre dos taburetes o cajas que se pueden saltar
- Un hula hoop para saltar
- Un frisbee o una pelota para atrapar
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Primero, querrás entrenar a tu perro para que se siente o se ponga de pie a tu lado, ya que el entrenamiento de agilidad se basa en la proximidad. Para ello, pon a tu perro en posición sentada y, tras unos segundos, recompénsalo con una golosina. Una vez que tu perro sepa que debe permanecer junto a ti, puedes guiarlo lentamente por un recorrido de bricolaje compuesto por algunos de estos obstáculos. En primer lugar, es probable que tengas que guiar al perro con una golosina, premiándolo y elogiándolo con entusiasmo cada vez que complete un obstáculo correctamente.
Al final, tu perro seguirá tus gestos con la mano -o a ti solo, sin gestos con la mano- y podrás aumentar la velocidad, si lo deseas. Puedes hacerlo más desafiante animando al perro a completar el recorrido mientras lleva un juguete. Adapta el juego a la capacidad física de tu perro y a los tipos de trucos que le gustan.