Innovación y reciclaje en el proceso de reciclado

La urgencia de limitar el calentamiento global impone acelerar el proceso de disminución de emisiones con una producción más eficiente e inteligente en la que gracias a la innovación, las tecnologías para el reciclaje y el ecodiseño los objetos duren cada vez más y tengan cada día mayor reciclabilidad.

Poner límites a los devastadores impactos que está provocando el cambio climático sobre el Planeta trasciende el debate nacional sobre la transición energética y nos impone ir más allá. Todos los expertos están alertando de la necesidad de llevar la sostenibilidad al ámbito de las empresas, para que realicen innovaciones tecnológicas en reciclaje,  y en nuestra forma de producir y de consumir para superar la era de la economía lineal en la que la humanidad se rige por el principio de “extracción, fabricación, utilización y eliminación”

A estas alturas ya nadie duda de que hay que acelerar la transición hacia una economía circular. Se trata de que el valor de los productos y materiales -aquel que le dan las materias primas y el agua y la energía que se han usado para fabricarlos- permanezcan el mayor tiempo posible en la economía, de manera que se reciclen, recuperen o regeneran y vuelvan a ser introducidos en el mercado tras su uso para darles una nueva utilidad. Es un círculo que genera ahorros y además reduce emisiones y residuos. Es por ello que se están introduciendo novedades en el reciclaje para las industrias plásticas en los últimos años.

El avance de la innovación en la producción y el tratamiento de materiales, así como en el ecodiseño de los objetos ha sido imprescindible para dar ese importante salto desde una economía lineal a una circular. Como bien dice la Fundación Economía Circular el objetivo es que los residuos de unos se conviertan en recursos para otros.

Para ello, el producto debe ser diseñado para ser deconstruido, ya que el 80% del impacto en el medioambiente de los envases se produce en su fase de diseño. Y aquí es donde entra en escena el ecodiseño. No es más que tener en cuenta qué impactos sobre el medio ambiente va a provocar un objeto a lo largo de su vida. Es decir, pensar en aspectos tan relevantes como qué materiales se necesitan para fabricarlo o qué cantidad de energía o agua se va a emplear en su fabricación

El ecodiseño también procura que el objeto en cuestión dure lo máximo posible, que se le pueda dar otro uso cuando deje de servir para lo que fue comprado, que se pueda separar en distintas partes para construir otros objetos, que sea fácilmente reciclables o que contamine lo menos posible y sea fácilmente eliminados una vez que se conviertan en residuos.

Como dice la Fundación Ellen Macarthur “supone diseñar de modo que pueda repetirse el proceso de fabricación, restauración y reciclaje para que los componentes y materiales recirculen y sigan contribuyendo a la economía”; es decir, optimizar los recursos.

Todo ello ejemplifica bien los objetivos que marca el Pacto por una Economía Circular promovido por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA) y el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad (MINECO), como reducir el uso de recursos naturales no renovables, analizar el ciclo de vida de los productos, incorporar criterios de ecodiseño, incrementar la eficiencia de los procesos productivos, entre otros.

También el Plan de Acción para una economía circular en Europa, presentado por la Comisión Europea, contempla medidas que afectan a las diferentes etapas del ciclo de vida de los productos y que implican tener en cuenta aspectos tan diversos como el consumo, la gestión de residuos y el aprovechamiento de los recursos contenidos en ellos, además, claro está, del ecodiseño y la producción.

Tabla de contenidos

Ecoembes, pionero en innovación y reciclaje en España

En esta línea, Ecoembes ha creado TheCircularLab, un centro de innovación español sobre economía circular pionero en Europa evalúa el comportamiento de los envases a lo largo de todo su ciclo de vida y trabaja en la búsqueda de nuevos materiales sostenibles o en cómo introducir materiales reciclados en los procesos de producción.

Este laboratorio de economía circular centra su actividad en cuatro áreas:

Envases del futuro

Busca hallar nuevos materiales para obtener envases más sostenibles, considerando su ciclo de vida y la introducción de materiales reciclados a la hora de fabricarlos. En el seno de este centro de innovación, emplazado en La Rioja, se ha creado también el primer Observatorio del Envase del Futuro.

Ciudadanos

La segunda está relacionada con tareas de concienciación y educación ambiental orientadas a inculcar a los ciudadanos hábitos de reciclaje. Trata de demostrar por qué son tan importantes los gestos diarios de depositar cada residuo en su contenedor respectivo y para qué sirve, qué se hace luego con ellos, a dónde van a parar.

Smartwaste

La actividad de TheCircularLab en torno al smartwaste está muy centrada en la innovación. En esta área los profesionales del centro de investigación aplican la tecnología más puntera a la gestión de la recogida, selección y reciclado de envases. Ejemplos de recogida inteligente de residuos son, por ejemplo, contenedores inteligentes, localizados y conectados o camiones con GPS para determinar el peso y las rutas. En el caso del tratamiento, se han desarrollado tecnologías de visión e inteligencia artificial o, incluso, sistemas de robotizado de la selección.

Respecto al reciclado, se han puesto en marcha varias líneas de innovación como el control automático de la calidad de los materiales de salida o los sistemas de gestión digital logística de los recicladores. Todo ello redunda en la promoción de la eficiencia de estos procesos y en el aumento del porcentaje de reciclado.

Emprendimiento

El objetivo es generar e identificar ideas de negocio para apoyarlas y desarrollarlas en el marco de la Economía Circular, estudiándolas en profundidad para verificar su viabilidad económica y técnica. Se pretende acelerar los proyectos o startups que comienzan su camino empresarial mediante la aceleración de productos viables, contrastados y validados por el mercado.

TheCircularLab trabajando por la innovación en la economía circular

En nuestro país, el ecodiseño ha reducido 34.000 toneladas de materias primas en la fabricación de envases gracias a las medidas implantadas en el marco del VI Plan de Prevención de Ecoembes por más de 2.100 compañías entre 2015 y 2017. Un 52% de estas medidas estaban relacionadas con la reducción del peso de los envases. En su conjunto, han logrado evitar la emisión de 152.421 toneladas de CO2 a la atmósfera.

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