Seguramente más de una vez te hayas replanteado tus hábitos alimenticios o sientas que pierdes dinero y que malgastas la comida. Crear un huerto ecológico a largo plazo puede ayudarte a comer de forma saludable y generarte satisfacción por consumir algo que has producido tú mismo. ¿Te animas?
Tabla de contenidos
Para empezar: ¿Qué queremos decir cuando hablamos de “ser ecológicos”?
A partir del momento en el que abrazamos este concepto nos estamos comprometiendo a tomar decisiones cotidianas y responsables, que sean beneficiosas para la naturaleza y limiten la producción de residuos y la contaminación.
También implica promover un estilo de vida que elimina o disminuye el uso de productos químicos, reduce el consumo de combustibles fósiles y fomenta el reciclaje y el uso de fuentes de energía alternativas como la solar y la eólica.
¿Qué es un huerto ecológico?
Es un espacio en el que cultivamos de forma sostenible hortalizas, verduras y especies que luego usaremos para cocinar.
La finalidad es ahorrar dinero, tiempo, trabajo y beneficiarnos de las propiedades naturales de los alimentos.
¿Qué beneficios aportan?
- Obtener alimentos ricos en vitaminas y en minerales, libres de ceras, pesticidas y conservantes.
- Nos ayudan a ser más conscientes del impacto de las condiciones climáticas en la naturaleza y mejora nuestras habilidades cognitivas. Porque nos obliga a ser más organizados y a aprender a planificar los procesos de cultivo, regado y recogida de los frutos de nuestro trabajo. Además de que necesitemos definir de forma creativa el espacio en el que vamos a plantar nuestras verduras y ser observadores y pacientes en la espera para comer lo que deseamos.
- También nos aportará la satisfacción de ser partícipes de un proceso que empieza con el primer paso de plantar una semilla que, una vez desarrollada, terminará en nuestro estómago.
- Practicar la horticultura puede ser una buena alternativa como vía de escape para reducir el estrés, mejorar nuestro humor, estimularnos sensorialmente y tener una mente más activa.
- Beneficios medioambientales: a través de ellos reducimos nuestra huella ecológica y disminuimos el impacto medioambiental que producimos.
Qué puedes necesitar para crear un huerto ecológico
- Ten a mano un calendario de siembra y trasplante. Te ayudará a saber cuáles son las mejores verduras y hortalizas para cultivar de acuerdo a la estación. También te ayudará a controlar cuándo se deben cambiar recipientes pequeños por otros mayores y de qué manera.
- Busca un espacio que reciba al menos 5 horas diarias de sol (no tiene por qué ser directa).
- Dispón de un cuaderno para tu propio huerto. En él podrás apuntar todos los datos que consideres importantes: momentos de siembra, de trasplantes, riegos, aportes de compost, cómo se desarrolla la planta, los frutos que da, las condiciones meteorológicas, etc.
- Usa un substrato apropiado para cultivo ecológico y escoge macetas que cuenten con, al menos, 20 o 30 cm de profundidad
- Dispón de un cajón supletorio para hacer vermicompostaje (puedes comprar lombrices de tierra en tiendas de pesca) y crea tu propio compost reciclando materia orgánica en casa
- Siembra las hortalizas junto con plantas aromáticas para repeler insectos.
- Usa recipientes reciclados: rescata macetas, botellas y garrafas de plástico vacías o cajas de madera para cultivar las plantas (las puedes pedir en fruterías). En el caso de las cajas de madera, es conveniente que las forres con bolsas de plástico antes de introducir la tierra en ellas.
- Antes de trasplantar las semillas, como paso previo, puedes hacerlas crecer en hueveras con ayuda de papel o algodón húmedo o tierra esponjosa.
Qué errores más comunes debemos evitar
- Si vives en una ciudad grande, cultiva hortalizas de raíz (como zanahoria, chirivía o remolacha) y de bulbo (como cebolla, puerro y ajo) en vez de hoja (lechuga, acelga o espinaca) que serán menos susceptibles de absorber partículas contaminantes.
- No utilices fertilizantes comerciales (contaminarán la tierra y las raíces de las plantas). Es mejor usar biofertilizantes.
- Usa hortalizas autóctonas de tu zona. Tolerarán mejor el clima.
- Emplea semillas ecológicas procedentes del mercado local o de hortelanos ecológicos. Obtendrás buenos resultados.
- Si vas a empezar usando espacios reducidos de cultivo (una ventana o una terraza), escoge variedades de hortalizas pequeñas.
- No siembres demasiado en tu huerto ecológico. Comienza plantando una hortaliza, observa su evolución y aprende todo lo que necesites saber sobre ella. Si eres principiante no trates de cultivar varias hortalizas a la vez. Si lo haces probablemente te sentirás desbordado y se te morirán durante el proceso.