La economía circular representa la ruptura definitiva del sistema comprar-usar-tirar, y un cambio radical en las costumbres de consumo de los ciudadanos. Y es que, en un espacio en el que convivimos más de 7.000 millones de personas, gastar recursos sin generar otros nuevos tendrá, y de hecho ya está teniendo, consecuencias muy negativas para el medio ambiente. Y, en definitiva, para la calidad de nuestra vida.
Hablamos del cambio climático, de la disminución del tamaño de los océanos, del vertido de gases contaminantes a la atmósfera, de la subida extrema de las temperaturas que están arrasando con todo a su paso y provocando el deshielo de los Polos; o de la desaparición de especies animales y vegetales que se ven incapaces de subsistir en un entorno cada vez menos habitable.
Todos estos efectos son ya palpables en nuestro día a día y solo nosotros podemos cambiar la forma en la que empleamos los recursos naturales de nuestro entorno.
¿Cómo? Adoptando medidas orientadas a la reutilización de envases y productos. Y este es precisamente el fundamento sobre el que se sostiene la economía circular.
Porque menos es siempre más. Así, acciones como el empleo mínimo de materiales (papel, cartón, plástico, metal…) para la fabricación de productos y envases, y el posterior reciclaje de los mismos, una vez hayan cumplido la función para la que fueron creados, pueden mejorar determinados aspectos. Tan vitales cómo el aire que respiramos, la calidad del agua que bebemos o las zonas verdes de las que disfrutamos y que dan vida a millones de especies.
En definitiva, la economía circular ha llegado para cambiarlo todo.
La economía circular propone no cerrar nunca el ciclo de vida de aquello que generamos. De esta forma evitaremos acabar con los recursos naturales que nos ofrece el planeta.
Ecoembes, la organización medioambiental sin ánimo de lucro que gestiona la recuperación y el reciclaje de los envases en toda España, ha creado el primer centro de innovación en Europa que promueve la economía circular: TheCircularLab.
Su objetivo es desarrollar y llevar a cabo procesos de investigación enfocados a una mejor elaboración de los envases para que estos sean más sostenibles. Para ello, se llevará a cabo la inclusión de materiales reciclables en los procesos de producción.
No hay que olvidar que la labor del ciudadano es imprescindible para que funcione el ciclo de la economía circular. Por ello, desde TheCircularLab, apuestan por facilitar y fomentar el reciclaje en los hogares aportando información útil e interactiva a través del desarrollo de Apps y otras herramientas digitales. Y, además, impulsan campañas de educación ambiental orientadas a los más pequeños de la casa.
Por otro lado, desde TheCircularLab, también se va a facilitar la labor de los servicios municipales de gestión de recursos urbanos a través de la implantación de contenedores inteligentes, o vehículos de recogida y plantas de selección basados en la industria 4.0.
La economía circular pretende implicar en su labor a todos los sectores de la sociedad y, en especial, a quiénes mueven la economía: las empresas, las startups y los emprendedores. Los cuales pueden aportar nuevas ideas basadas en el reciclaje y el ecodiseño.
En definitiva, TheCircularLab, situado en La Rioja (Logroño), promete marcar un antes y un después en la forma de generar-reciclar y reutilizar los envases, con el único e importante objetivo de proteger el mundo en el que vivimos.