Las babosas bananeras son de color amarillo brillante y enormes, llegando a medir casi 10 pulgadas y a pesar más de cuatro onzas. La ciencia reconoce actualmente tres especies. Las babosas bananeras viven en los bosques húmedos de coníferas del noroeste del Pacífico, desde California central hasta Alaska. Son lentas y extrañas, y su mejor atributo es su baba.
Y además son tan queridos que incluso son la mascota de la Universidad de California, en Santa Cruz. Se celebran festivales en toda su área de distribución para festejar a la babosa del plátano. Se escriben canciones sobre ellas, e incluso un grupo musical lleva su nombre.
¿Qué puede hacer que estas babosas sean tan populares? Sigue leyendo para conocer 10 datos sobre estas entrañables babosas.
Tabla de contenidos
1. Las babosas bananeras se mezclan con su entorno
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A pesar de tener a veces un tono amarillo brillante, las babosas del plátano se mezclan con su entorno. Esto se debe a que las hojas y agujas del suelo del bosque en su área de distribución tienden a ser amarillas cuando llegan al suelo.
Algunas babosas del plátano tienen manchas, mientras que otras son más verdes, marrones o de color amarillo plátano brillante. Las babosas de color oscuro no son de un color oscuro sólido. En cambio, su color base es más oscuro que la media, y están muy manchadas. Las babosas con pocas manchas y las que no tienen manchas son de color más claro. Las babosas bananeras cambian de color según su edad y las condiciones ambientales.
2. Su baba comienza en forma de gránulos secos
Se necesitaría una gran cantidad de agua para producir baba constantemente. Por ello, la babosa del plátano tiene una novedosa adaptación que hace que el entorno de la babosa haga gran parte del trabajo pesado. Las babosas del plátano dispensan gránulos secos de moco, que luego absorben el agua circundante. Un gránulo puede absorber varios cientos de veces su volumen de agua, lo que ayuda a la babosa a crear la máxima lubricación con el mínimo esfuerzo.
Por eso las babosas del plátano necesitan estar en entornos húmedos. Toda esa agua que las rodea es fundamental para mantenerlas en movimiento.
3. Son lentas
Las babosas del plátano son extraordinariamente lentas. Una babosa bananera veloz sólo se mueve 7,5 pulgadas por minuto. En el mismo estudio se midieron algunas que se movían apenas 4,6 pulgadas por minuto. En otro estudio, una gran babosa del plátano se movió sólo 15 centímetros en dos horas. Esta falta de velocidad las convierte en uno de los animales más lentos del planeta. Incluso utilizan el tapón de moco que sale de su cola para ralentizar su paso cuando descienden de árboles y plantas altas.
4. Su baba adormece las lenguas de los depredadores
Mientras tanto, esa misma baba ayuda a proporcionar una comida a la babosa. A medida que la materia vegetal y los restos se adhieren a la babosa, la mucosidad le ayuda a deslizarlo todo lentamente hasta el final de su cuerpo. El caracol puede darse la vuelta y darse un festín con lo que se ha ido acumulando en su parte trasera.
5. Su baba es a la vez un lubricante y un adhesivo
La baba es a la vez un líquido y un sólido, o mejor dicho, una sustancia intermedia entre ambos. La baba de las babosas es un cristal líquido que organiza las moléculas de forma estructurada pero flexible. Esto lo convierte en un fluido no newtoniano. La babosa bananera utiliza las contracciones musculares para crear ondas en la baba que la arrastran en la dirección que desea viajar: el estado sólido de la baba se agarra, actuando como un ancla hacia adelante.
Los investigadores están estudiando cómo aprovechar este doble poder para los métodos de locomoción.
6. Su baba proporciona mensajes a otras babosas
La baba contiene muchas propiedades y sustancias químicas apasionantes, y nadie lo sabe mejor que las propias babosas de plátano. Mientras viajan y dejan un rastro de baba, también se están enviando notas unas a otras. Otras babosas pueden leer los mensajes y seguir las huellas. Estos mensajes convocan a una pareja para seguirla durante la época de apareamiento, cuando las babosas añaden feromonas a su baba.
7. Tienen agujeros en el lateral de la cabeza
Las babosas bananeras tienen tres aberturas en el lado derecho de la cabeza. La más visible es el neumostoma que las babosas bananeras utilizan para respirar. La babosa abre y cierra el orificio para respirar, de forma parecida al espiráculo de una ballena. Abierto permite que el aire llegue a los pulmones; cerrado evita que se ahogue o se seque en caso de mal tiempo. Los otros orificios, más pequeños, de su cabeza son el ano y el gonoporo, utilizados para la reproducción.
8. Su apareamiento varía en función de la especie
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Las babosas bananeras son hermafroditas, es decir, tienen genitales masculinos y femeninos. Pueden utilizarlos para autofecundarse en caso necesario. Inusualmente, los fundamentos del sexo varían entre las especies de babosas del plátano. La A. dolichophallus realiza una cópula que dura hasta cuatro horas. Estas babosas unen sus gonoporos juntando sus penes en espiral. La A. californicus, en cambio, sólo se aparea entre 10 y 20 minutos, con un solo pene por acto de apareamiento. Ambas especies intentan comerse el pene de su pareja después de la cópula.
9. Son vitales para el ecosistema de las secuoyas
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La dieta de la babosa del plátano, compuesta por hojas, materia fecal, hongos y otras materias muertas, la convierte en un suelo rico. También consumen bayas, excretando las semillas en el entorno de humus fértil de sus desechos. Esto, a su vez, favorece la germinación de la planta, sobre todo porque el sabor de las semillas excretadas por la babosa es desagradable para los roedores. Las babosas bananeras sirven entonces de alimento a otras criaturas, como las salamandras y las serpientes.
10. A veces están dormidas
Las babosas bananeras entran en un periodo de letargo llamado estivación. Es similar a la hibernación, pero se produce durante los periodos de calor y sequedad. La babosa del plátano se entierra en la hojarasca y luego se cubre de baba. La estivación dura hasta que la babosa percibe que las condiciones han mejorado. Las babosas del plátano también hibernan durante los periodos de frío extremo. Además de la capa de moco, se entierran profundamente para aislarse de las inclemencias del tiempo.