Los coches de Google Street View se convierten en detectores de fugas de gas

Los sistemas de tuberías que transportan el gas natural alrededor de muchas ciudades importantes de EEUU se colocaron hace bastante más de un siglo y muchas de ellas están ahora corroídas y son propensas a las fugas. Estudios realizados en los últimos años han demostrado la existencia de fugas de gas generalizadas alrededor de algunas de las mayores ciudades del país.

Estas fugas suponen un gran peligro para el medio ambiente y la seguridad. El metano es un potente gas de efecto invernadero que es 80 veces peor que el dióxido de carbono, y las acumulaciones de gas de estas fugas crean un riesgo de explosiones, por no mencionar que las continuas fugas en las grandes ciudades suponen un gran derroche de energía y dinero.

El Fondo de Defensa del Medio Ambiente financió el equipamiento de una flota de coches de Google Street View con tecnología de detección de fugas de gas y, a partir de 2013, estos coches empezaron a recorrer las calles de las principales ciudades no sólo para cartografiar las fugas, sino también para medir su gravedad.

Investigadores de la Universidad Estatal de Colorado equiparon los coches con un sistema de sensores basado en un láser que aspira aire de un punto del parachoques delantero del coche y lo bombea a un tubo situado en el maletero. Un láser proyecta luz infrarroja sobre la muestra de aire y, como el metano absorbe la luz infrarroja, el sistema puede medir la cantidad de metano presente en la muestra midiendo la cantidad de luz que escapa del tubo.

Mientras el sistema toma muestras de aire de forma continua, un ordenador de a bordo analiza los resultados y utiliza el GPS para trazar un mapa de cada medición, creando 2.000 puntos de datos por minuto. Cada ruta se recorre varias veces para garantizar que las lecturas no proceden de otra fuente, como un autobús de gas cercano.

mapa de fugas de gas de Boston

Fondo de Defensa del Medio Ambiente/Captura de pantalla

En Boston, donde la mitad de las tuberías tienen más de 50 años, los coches encontraron una fuga de metano por cada milla de tubería, mientras que en Chicago había una fuga por cada tres millas. En Indiannapolis, donde una explosión provocada por una fuga de gas en la década de 1980 hizo que se sustituyeran muchas tuberías, sólo había una fuga por cada 320 km de tubería.

¿Por qué no hay más ciudades que sustituyan las tuberías? Las mejoras son muy caras. Sustituir sólo una milla de tubería puede costar entre 1,5 y 2 millones de dólares. Las empresas de servicios públicos normalmente sólo sustituyen las tuberías donde se encuentran fugas importantes, mientras que las fugas más lentas se dejan en paz.

La excepción está en Nueva Jersey, donde la mayor empresa de servicios públicos del estado está llevando a cabo un importante proyecto de sustitución de tuberías. La empresa Public Service Electric & Gas (PSEG) colaboró con el Fondo de Defensa del Medio Ambiente y Google para trazar un mapa de cientos de kilómetros de tuberías urbanas y descubrió que sus propias estimaciones estaban muy equivocadas. La empresa de servicios públicos cuenta ahora con un plan detallado para sustituir 560 kilómetros de tuberías y reducir las emisiones de metano en un 83% para 2018.

Deja un comentario

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Al hacer clic en el botón Aceptar, aceptas el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datas para estos propósitos.    Configurar y más información
Privacidad