Sabías que la sal común de mesa es un maravilloso agente de limpieza natural?
Probablemente hayas oído hablar de la limpieza con bicarbonato, vinagre y zumo de limón. Pero ¿sabías que es posible limpiar muchas partes de tu casa con sal? La sal común de mesa, que probablemente tienes en la alacena ahora mismo, es un agente de limpieza sorprendentemente asombroso que es totalmente natural y seguro. La experta en limpieza Melissa Maker explica varias formas de poner la sal a trabajar en tu casa.
1. Si el bicarbonato de sodio no tiene suficiente poder de limpieza para tus necesidades, mézclalo con sal de mesa en una proporción de 1:1. Eso hará que tu fregadero quede reluciente en un abrir y cerrar de ojos. Los comentaristas del vídeo de Maker YouTube dicen que lo utilizan para eliminar los restos de jabón de la bañera. Un consejo que vi en otro sitio web de limpieza ecológica sugiere mojar medio limón en sal y utilizarlo para limpiar alrededor de los grifos; eliminará la acumulación de cal y los dejará brillantes.
2. Limpiar una tabla de cortar: Algunas verduras como la remolacha, las zanahorias y las fresas dejan manchas en la tabla de cortar, mientras que otras, como la cebolla y el ajo, dejan olores fuertes que no desaparecen del todo con agua y jabón. Introduce la sal, que puede espolvorearse sobre la tabla de cortar y luego frotarla con un movimiento circular con medio limón. Aclara y ponla en posición vertical para que se seque. Tendrás una tabla de cortar sin manchas ni olores.
3. Deshacerse de las manchas: La sal es un eficaz quitamanchas. Si derramas vino tinto, seca el líquido sobrante y cúbrelo generosamente con sal de mesa. Deja que se seque y luego lava como de costumbre. Si tienes tazas de cerámica manchadas, espolvorea sal en su interior, frótala con medio limón y aclara. Esta misma técnica funciona para el acero inoxidable manchado (suena como un oxímoron, lo sé), como una cafetera moka.
4. Limpieza del hierro fundido: Se supone que nunca debes pasar un estropajo metálico por el hierro fundido, porque destruirá el condimento. La sal, sin embargo, puede dar un poder de limpieza abrasivo sin arruinar nada. Melissa Maker da dos sugerencias: espolvorear sal en una sartén sucia, y (1) llenarla con agua, calentarla sobre el fuego y removerla con una espátula de madera para aflojar los trozos de comida, o (2) frotarla en la sartén seca hasta que todos los trozos de comida se hayan levantado. Tira la sal ahora sucia y límpiala con un paño.
5. Lavado de ropa: Este consejo procede de otra fuente de limpieza verde y sugiere que, para eliminar las manchas de sudor, mezcles 1/4 de taza de sal con un cuarto de galón de agua caliente y pongas la ropa en remojo hasta que las manchas desaparezcan. A continuación, lava como de costumbre.
6. Limpieza de la plancha: Si ves alguna acumulación de grasa en la plancha, espolvorea sal en una hoja de papel pergamino y pasa la plancha por encima. Esto liberará la acumulación. Deja que la plancha se enfríe y límpiala con un paño.