12 formas de frenar tu adicción a la televisión

Según un informe de Nielsen de 2012, la media de tiempo que los estadounidenses pasan viendo la televisión es de 34 horas a la semana, más unas 3 a 6 horas adicionales viendo programas grabados. Eso equivale a un trabajo a tiempo completo, y no incluye otros tipos de medios digitales. Si lo desglosamos, los niños de 2 a 11 años ven 3,5 horas al día, los adolescentes algo más de 3 horas y los mayores de 65 años casi 7 horas al día.

Eso es un montón de tiempo perdido frente al televisor. Ver varias horas de televisión al día es suficiente para que cualquiera se sienta insatisfecho, aletargado, pasivo y desconectado del resto del mundo. Si quieres dejar el hábito y empezar a sacar más provecho de la vida, empieza por reconocer que tienes un problema, y luego comprométete a cambiar. Aquí tienes algunas ideas para empezar a frenar tu adicción a la televisión.

Tabla de contenidos

1. Sólo necesitas un televisor en casa

Deshazte de los extras y designa una sola habitación como sala de televisión, a la que tienes que ir para ver cualquier cosa.

2. Reorganiza los muebles de la habitación donde está tu televisor

En lugar de permitir que tu televisor sea el punto focal, centra los muebles en otra cosa, como una chimenea, una estantería o una ventana. Haz que sea ligeramente difícil ver la televisión, requiriendo un giro incómodo de la cabeza o un cambio de mobiliario.

3. Enciende el televisor sólo para ver programas concretos

Si te sientas aburrido y empiezas a cambiar de canal para encontrar algo interesante que ver, perderás mucho tiempo en el proceso. Y, por supuesto, mantén el televisor apagado mientras comes con tu familia.

4. Establece objetivos personales que deban cumplirse

Por ejemplo, puedes insistir en leer un libro durante 30 minutos antes de encender la televisión. Da una vuelta a la manzana o ve al gimnasio para hacer ejercicio. Mantén la televisión como una recompensa por otro trabajo, en lugar de por defecto.

5. Limita el número de minutos u horas que ves a diario

Programa un temporizador en cuanto te sientes y levántate del sofá en cuanto suene.

6. Tira el mando a distancia

Es muy frustrante tener que levantarse y caminar hasta el televisor cada vez que quieres cambiar de canal o ajustar el volumen. Ver la televisión perderá así parte de su atractiva facilidad.

7. Desarrolla otros intereses

Cuando tengas otras cosas que hacer, tendrás menos ganas de perder el tiempo viendo la tele. Apúntate a un equipo deportivo, a un grupo de punto, a una clase de cocina o de yoga. Aprende a meditar, a jugar al bingo o al bridge, a acolchar. Apúntate a esas clases de música que siempre quisiste tomar, crea un club de lectura o hazte voluntario en la comunidad. Hay innumerables posibilidades.

8. Establece la regla de que no puedes ver la televisión cuando brilla el sol

Esto es especialmente importante para los niños, que tienen que aprender a entretenerse sin depender de la televisión.

9. Recuerda que se supone que los niños no deben pasar mucho tiempo frente a la pantalla, si es que lo hacen

La Academia Americana de Pediatría dice que los niños de hoy en día pasan un total de 7 horas al día utilizando y viendo todas las formas de medios digitales, lo cual es inaceptable. Los bebés, hasta los dos años, no deberían tener ningún acceso a las pantallas. Los niños de 2 a 12 años deben limitarse a un máximo de 2 horas diarias.

Ahora, algunas ideas más radicales…

10. Deshazte de tu suscripción al cable o al satélite

Conserva un reproductor de DVD para ver películas, y déjalo así.

11. Guarda tu televisor en un lugar alejado

como un armario o un sótano, y sácalo sólo cuando quieras ver una película.

12. Deshazte de tu televisor

Hay una razón por la que la llaman la «caja idiota». Hazte el remolón y simplemente niégate a que siga formando parte de tu vida. Si tienes un ordenador y una conexión a Internet, ya no es necesario ver la televisión, aunque tienes que tener cuidado de no volverte adicto a Internet.

A medida que te alejes de la TV y desarrolles otros intereses, te sorprenderá lo bien que te sientes. Al final te preguntarás de dónde sacabas tiempo para ver la tele y por qué te importaba tanto.

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