Cuando escribí un post sobre productos que ayudan a promover la biodiversidad del suelo, algunos comentaristas se mostraron escépticos sobre los productos comerciales que se envían a largas distancias con todo el embalaje y los residuos que los acompañan.
Puede que tengan razón. Al fin y al cabo, los secretos de un suelo sano suelen empezar en casa.
Y muchos de ellos son gratuitos. Aquí tienes algunos de nuestros favoritos
Tabla de contenidos
Compostar todo
En primer lugar, si quieres construir suelos sanos y llenos de vida, primero tienes que añadir alimento para los microbios del suelo que lo habitan. Ese alimento viene en forma de compost y otras materias orgánicas. Tanto si haces compostaje de lombrices como si compostas cajas de cartón, crear tus propias enmiendas para el suelo a partir de materiales que de otro modo se desperdiciarían es una obviedad. No sólo añade nutrientes para las plantas y microorganismos beneficiosos a tu suelo, sino que también ayuda a retener el agua y a drenar, y reduce la cantidad de basura que envías al vertedero.
Utiliza mucho mantillo
El acolchado es una forma estupenda de reducir el consumo de agua, suprimir las malas hierbas y proteger los suelos de la desecación o la erosión. También mantiene los suelos calientes, lo que significa que hay más nutrientes disponibles para las plantas cuando los necesitan. Por supuesto, puedes comprar mantillo en la tienda de jardinería (yo he utilizado balas de paja de pino este año), pero también hay muchos materiales gratuitos fácilmente disponibles que se pueden utilizar. El cartón, los periódicos, los recortes de césped y las hojas trituradas son todos útiles a su manera. Si tienes suficiente material vegetal en tu jardín, puedes incluso explorar el acolchado de corte y caída, en el que simplemente cortas el crecimiento excesivo y dejas que los recortes caigan como mantillo. (A veces hago esto con las hojas de acelga demasiado duras y crecidas).
Fertilizar con orina
Esto probablemente no sea para todo el mundo, pero si complementas los nutrientes de tus plantas con fertilizantes comprados en la tienda de cualquier tipo (orgánicos o no), quizá quieras considerar una fuente más cercana a casa. Como mencioné en mi post sobre 5 formas en que la orina puede ayudar a salvar a la humanidad, no sólo puede sustituir a los fertilizantes sintéticos, sino que las investigaciones han demostrado que los tomates cultivados con orina superan a sus homólogos cultivados de forma convencional. La mayoría de las fuentes que he consultado sugieren diluir 1 parte de orina con 9 partes de agua. (Mucha gente sugiere simplemente orinar en una regadera y luego rellenar el resto con tu barril de lluvia)
Guarda semillas y haz esquejes
Para los frugales, guardar semillas no sólo es una forma estupenda de reducir tus gastos en cada temporada de siembra. Con el tiempo, también puedes criar variedades únicas de plantas que se han adaptado a tu clima y condiciones específicas, por no mencionar que han coevolucionado con la microflora y la fauna que habitan en tus suelos. Y eso debería significar menos casos de enfermedades y plagas y, con suerte, también mejores rendimientos. Vale la pena señalar que también puedes aumentar el número de plantas que cultivas haciendo esquejes: los tomates, por ejemplo, pueden crecer a partir de los brotes laterales que normalmente arrancas durante la poda.
Recoge el agua de la lluvia
Recoger agua de lluvia es otra de esas actividades que ahorran dinero por sí mismas al reducir la factura del agua. Sin embargo, quizá sea menos conocido que la recogida de agua de lluvia también puede beneficiar a las plantas de tu jardín. Según el Jardín Botánico de Brooklyn, las ventajas del agua de lluvia recolectada son que suele tener menos contaminantes, se mantiene a una temperatura tibia y, por tanto, no conmociona las raíces de las plantas como el agua del grifo, y tampoco se trata con cloro, una sustancia química que puede destruir los microbios del suelo e inhibir el crecimiento de las plantas.
Fomentar las abejas
La mayoría de la gente sabe que los polinizadores son absolutamente fundamentales en los procesos reproductivos de las plantas. Como gran parte de lo que comemos son frutos o semillas, eso significa que las abejas y otros polinizadores también son fundamentales para lo que comemos. Por supuesto, puedes animar a las abejas comprando elegantes paquetes de flores silvestres, pero también hay formas más baratas. Dejar simplemente que florezcan las plantas y las malas hierbas puede ser una buena manera de proporcionarles forraje (¡no querías cortar el césped de todos modos!), y dejar madera muerta puede proporcionar también un hábitat para las abejas solitarias. Probablemente no hace falta que se lo digamos a los lectores de EconomiaCircularVerde, pero la forma más sencilla de apoyar a las abejas es dejar de gastar dinero en los productos químicos que las matan.
No caves
A menudo, a los hortelanos tradicionales les cuesta entender esto, pero se puede argumentar a favor de la transición a un huerto sin excavación. Los defensores de la horticultura sin excavación afirman que, al construir lechos elevados sobre los que NUNCA se camina, con mucho mantillo y alimentados con grandes cantidades de materia orgánica, se protege la vida vital del suelo, como las lombrices, los microbios y los hongos micorrícicos, que contribuyen a mantener la fertilidad del suelo.
Si la jardinería sin excavación aumenta realmente la productividad del huerto por planta es una cuestión que se debate mucho en los foros de jardinería de Internet, pero como perezoso comprometido puedo confirmar que reduce en gran medida la cantidad de trabajo físico que realizas por cada «unidad» de cosecha y también aumenta la cantidad de carbono almacenado en el suelo. Ambos son rendimientos propios que merecen la pena celebrar en mi opinión.