Ahora sí que es una fuente de energía inteligente!
Cuando se mezcla agua dulce con agua salada, se produce una reacción que permite alcanzar un nuevo equilibrio de salinidad. Esto disipa energía que podría aprovecharse y convertirse en electricidad limpia mediante una nueva técnica desarrollada por Doriano Brogioli, de la Universidad de Milán Bicocca, en Monza (Italia). ¿Estamos a punto de entrar en la era de la «energía de los estuarios»?
Electrocinética
He aquí cómo funciona:
El condensador [de doble capa eléctrica] está formado por dos electrodos de carbono poroso sumergidos en agua salada. Los electrodos se conectan a una fuente de alimentación para que uno se cargue negativamente y el otro positivamente. Como el agua salada está formada por iones de sodio cargados positivamente e iones de cloruro cargados negativamente, el electrodo positivo atrae los iones de cloruro y el negativo los de sodio. Con la ayuda de la fuerza electrostática que mantiene los iones de carga opuesta cerca de sus respectivos electrodos, el condensador EDL puede almacenar una carga.
Para extraer la carga, se bombea agua fresca en el dispositivo, lo que hace que los iones de sodio y cloruro se difundan lejos de los electrodos contra la fuerza electrostática. En otras palabras, el trabajo realizado por el agua dulce para extraer el agua salada se convierte en energía electrostática, que aparece como un aumento de la tensión entre los electrodos. En general, el sistema transforma el trabajo mecánico (la mezcla de la sal y el agua dulce) en energía electrostática que puede extraerse como energía utilizable.
Lo bueno de esto es que el mundo tiene muchos estuarios, y si esta tecnología se puede ampliar, tiene el potencial de producir muchos gigavatios de energía limpia «siempre encendida», el santo grial de la energía renovable.
Por supuesto, esto aún está en el laboratorio, por lo que todavía hay muchas incógnitas que deben resolverse antes de que sea posible una implantación en el mundo real (e incluso si es técnicamente posible, el coste será un factor importante), pero definitivamente merece la pena seguir de cerca esta tecnología.
Vía Physorg