Un estudio científico publicado esta semana concluye que las ratas alimentadas con maíz modificado genéticamente (MG) desarrollaron tumores masivos, pero la investigación también ha sido criticada por sus metodologías.
El estudio, publicado el 19 de septiembre en la revista revisada por pares Alimentación y Toxicología Química, fue realizado por Gilles-Eric Seralini y otros de la Universidad de Caen en Francia y la Universidad de Verona en Italia. Durante dos años, los científicos alimentaron a ratones con un maíz modificado genéticamente llamado NK603, creado por Monsanto para que fuera resistente al herbicida glifosato (comercializado por Monsanto bajo la marca Roundup). Un grupo de ratones fue alimentado con maíz que había sido tratado con Roundup, mientras que otros fueron alimentados con maíz no tratado. A otro grupo se le dio agua con Roundup a niveles de 0,1 partes por billón. El maíz constituía el 11% de su dieta. Según el documento, los ratones hembra desarrollaron grandes tumores mamarios y una función pituitaria inhabilitada; murieron entre dos y tres veces más que los ratones del grupo de control. Los machos experimentaron congestión y necrosis hepática (muerte del tejido) y tumores. Ambos géneros experimentaron deficiencias renales crónicas.
Los científicos dijeron que estas afecciones «pueden deberse a una alteración endocrina relacionada con el Roundup y a un nuevo metabolismo debido al transgén», que es el material genético transferido al maíz modificado.
El equipo dijo que éste era el primer estudio que analizaba los efectos del maíz transgénico a lo largo de los dos años de vida de los ratones, en lugar de los 90 días de los estudios anteriores.
El Dr. Michael Antoniou, biólogo molecular del King’s College de Londres, que no participó en el estudio, declaró al Daily Mail que la investigación «muestra un número extraordinario de tumores que se desarrollan antes y de forma más agresiva, sobre todo en las hembras. Estoy sorprendida por las extremas consecuencias negativas para la salud»
Pero otros científicos se han apresurado a criticar el estudio. «En mi opinión, los métodos, las estadísticas y el informe de los resultados están muy por debajo del nivel que esperaría en un estudio riguroso; para ser sincero, me sorprende que se haya aceptado para su publicación», dijo el profesor David Spiegelhalter, de la Universidad de Cambridge, en una recopilación de comentarios de expertos recogida por el Science Media Centre del Reino Unido. Dijo que el estudio carecía de un análisis estadístico adecuado y que el grupo de control de 10 ratones machos y 10 hembras era demasiado pequeño.
La Dra. Wendy Harwood, científica principal del Centro John Innes, dijo que sería importante contar con un grupo de control alimentado con otros tipos de alimentos, ya que el maíz puede no ser una parte normal de la dieta de los ratones. También criticó que los científicos no publicaran su conjunto de datos completo.
Ambos científicos pidieron que se reprodujeran los resultados del estudio, y eso podría ocurrir más pronto que tarde. Tras conocer el estudio, el primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault, dijo que pedirá una prohibición inmediata de la Unión Europea sobre la importación del maíz NK603. «He exigido un procedimiento rápido, del orden de unas semanas, que permita establecer la validez científica de este estudio», dijo hoy Ayrault.