Los patagotitanes, Patagotitan mayorum, eran saurópodos gigantes que vagaban por la tierra durante el Cretácico Superior. Este titanosaurio, cuyo esqueleto mide 122 pies de largo, es uno de los dinosaurios más grandes jamás encontrados. Son tan grandes que no es posible exponer un esqueleto ensamblado porque las monturas no aguantan. En su lugar, los dos museos que tienen exposiciones del Patagotitán utilizan copias ligeras en 3D hechas de fibra de vidrio. Se crearon utilizando moldes de restos fósiles de seis Patagotitanes desenterrados en Argentina a partir de 2013.
Aquí tienes unos cuantos datos para poner en perspectiva a este enorme animal.
Tabla de contenidos
1. Los patagotitanes son sólo una especie de titanosaurio
Cuando el Museo Americano de Historia Natural (AMNH) inauguró su exposición sobre el Patagotitán, la especie aún no tenía un nombre oficial. Hubo que esperar hasta 2017 para que el dinosaurio recibiera su nombre científico.
En su lugar, la exposición se llamó «El Titanosaurio». Esa denominación pertenece técnicamente al grupo más amplio de los enormes dinosaurios saurópodos. Los titanosaurios eran bestias diversas y muy extendidas que se alimentaban de plantas, incluidos algunos de los animales más grandes de la historia, como el Argentinosaurus. La reconstrucción se basa en el conjunto más completo de restos fósiles conocido como holotipo de la especie.
2. Es uno de los animales terrestres más grandes jamás descubiertos
Los paleontólogos aún no están seguros de la edad que tenía este dinosaurio cuando murió; saben que no era un adulto maduro porque algunos huesos aún no se habían fusionado.
El esqueleto del holotipo mide 122 pies, lo que desafía a algunos de los dinosaurios más grandes jamás encontrados: el Argentinosaurus, por ejemplo, podría haber alcanzado los 120 pies de longitud. Si el Patagotitán realmente seguía creciendo, los adultos de su especie podrían haber sido incluso más largos. El registro de fósiles sigue siendo demasiado irregular como para comparar de forma fiable el tamaño de las especies.
3. Pesaba más que 7 elefantes africanos
Esta especie de titanosaurio tenía unos huesos relativamente ligeros, lo que ayuda a explicar cómo se las arreglaba para moverse con un cuerpo tan grande. Aun así, las estimaciones revisadas del peso del dinosaurio lo sitúan entre 42 y 71 toneladas. La estimación media es de unas 57 toneladas; un elefante macho africano sólo pesa 6,7 toneladas. Las cifras del titanosaurio se revisaron a la baja desde la estimación original de 70 toneladas debido a fallos en la ecuación original. Los animales extintos (e incluso algunos animales vivos) tienen su peso estimado mediante una fórmula. En 2017 se creó una ecuación más fiable y es la responsable de la nueva estimación.
4. No cabe en los espacios de los museos
Con su cuello erguido, el Patagotitán es lo suficientemente alto como para ver el interior de las ventanas del quinto piso de un edificio. En Chicago, la réplica del Museo Field, llamada «Máximo», tiene un cuello de 12 metros de largo. La del AMNH tiene un cuello de 39 pies que ni siquiera cabe en la sala de exposiciones. En su lugar, se asoma al banco del ascensor.
El Museo Paleontológico Egidio Feruglio está construyendo un nuevo museo para albergar sus fósiles y reconstrucciones. Este museo menos conocido emplea al equipo responsable de llevar el Patagotitán a los museos de Estados Unidos.
5. Se tardó seis meses en moldear el esqueleto
El molde de tamaño natural del esqueleto del Patagotitán tardó seis meses en hacerse, y los expertos de Canadá y Argentina lo basaron en 84 huesos fósiles excavados. Los investigadores y modeladores crean las formas utilizando imágenes digitales en 3D, y el primer escaneo se realiza cuando los fósiles están todavía en el campo. El proceso se repite en el laboratorio, lo que en el caso del Patagotitán llevó cuatro semanas. A continuación, los científicos utilizaron esos datos para crear formas de espuma de poliestireno de los huesos antes de elaborar finalmente las versiones de fibra de vidrio que se exponen en los museos.
Los museos se encargan de la ardua tarea de ensamblar las piezas.
6. Empequeñece al Apatosaurus
Exteriormente, el Patagotitán comparte una forma similar a la del apatosaurio, otro herbívoro. Estos familiares saurópodos de cuello largo, antes llamados brontosaurios, ocupan un lugar destacado en la cultura popular y en los museos. El apatosaurio no es pequeño ni mucho menos, ya que medía hasta 30 metros de largo y pesaba 30 toneladas cuando estaba vivo. Aun así, eso es sólo el 70 por ciento de la longitud del titanosaurio y aproximadamente la mitad de su peso.
7. Las ballenas azules son más grandes
Este titanosaurio es, sin duda, uno de los animales más grandes y pesados que han habitado la Tierra, pero se extinguió mucho antes de que llegaran los humanos. Esta exposición nos permite sentir lo que se siente al estar en presencia de un animal tan enorme, haciendo que parezca un poco menos mítico. Pero otro animal aún vivo podría ofrecernos una experiencia similar, y se trata de un mamífero.
El AMNH también cuenta con un modelo de ballena azul, el mayor animal de la Tierra en la actualidad y ampliamente considerado como la especie más grande de la historia. Estas ballenas barbadas pueden medir hasta 100 pies de largo, y el modelo del AMNH mide unos 94 pies. Eso es casi 30 pies menos que el esqueleto del titanosaurio. Pero aunque el reptil extinto fuera más largo, las ballenas azules pueden llegar a pesar 200 toneladas, más del doble que el titanosaurio.
8. Este titanosaurio fue descubierto por primera vez por un pastor
En 2010, un pastor que trabajaba en la granja de la familia Mayo, en la región patagónica de Argentina, desenterró el hueso del muslo de un titanosaurio juvenil. El gaucho no lo reconoció como un hueso de dinosaurio hasta que visitó un museo en 2012. Los fósiles del museo le recordaron el extraño objeto de la granja en la que trabajaba, y lo comunicó al museo.
En 2013, un equipo del Museo Paleontológico Egidio Feruglio inició una excavación. Antes de poder trasladar los fósiles del yacimiento, tuvieron que construir caminos para sostener los pesados huesos envueltos en yeso. Los paleontólogos utilizan chaquetas de yeso para proteger los fósiles durante su extracción, transporte y almacenamiento, lo que hace que el peso del espécimen sea mucho mayor.