9 datos sorprendentes sobre los delfines

Los delfines nunca dejan de sorprender. A medida que los investigadores se adentran en el mundo submarino de estos brillantes cetáceos, aprenden que estas criaturas están llenas de sorpresas, desde su intrincada vida social hasta su inteligencia. He aquí algunas de las formas en que los delfines son excepcionales, tanto física como mentalmente.

Tabla de contenidos

1. Los delfines evolucionaron a partir de animales terrestres

Los delfines no siempre vivieron en el agua. Los antepasados de estos animales marinos eran ungulados pares, que tenían dedos en forma de pezuñas al final de cada pie y recorrían la tierra. Pero hace unos 50 millones de años, estos animales ancestros decidieron que el océano era un lugar mejor para vivir y evolucionaron hasta convertirse en los delfines que conocemos hoy.

La prueba de esta historia evolutiva puede verse en los esqueletos de los delfines actuales: Los delfines adultos tienen restos de huesos de los dedos en sus aletas, así como huesos vestigiales en las patas.

2. Pueden permanecer despiertos durante semanas

madre y cría de delfín nadando a la par en aguas oscuras

Un estudio de 2012 descubrió que los delfines eran capaces de utilizar con éxito sus habilidades de ecolocalización durante 15 días seguidos, sin dormir ni descansar. En otras palabras, los delfines no necesitan dormir mucho. Lo consiguen descansando una mitad de su cerebro a la vez, un proceso llamado sueño unihemisférico.

Aunque resulte chocante, esta capacidad tiene sentido. Los delfines necesitan salir a la superficie del océano para respirar, por lo que tienen que estar constantemente despiertos para poder respirar y evitar ahogarse. También actúa como mecanismo de defensa, protegiéndolos de posibles depredadores.

Por otra parte, las crías de delfín no duermen en absoluto durante las semanas siguientes a su nacimiento. Los investigadores creen que esto es una ventaja porque ayuda a la cría a escapar mejor de los depredadores y a mantener su temperatura corporal mientras su cuerpo acumula grasa. También se cree que esta falta de sueño favorece el crecimiento del cerebro.

3. Los delfines no mastican su comida

primer plano de los pequeños dientes puntiagudos del delfín

Si alguna vez has visto comer a un delfín, habrás observado que parece engullir su comida. Esto se debe a que los delfines no mastican; sólo utilizan los dientes para agarrar la presa. A lo sumo, los delfines sacuden su comida o la frotan contra el fondo del océano para desgarrarla en trozos más manejables.

Una teoría de por qué han evolucionado para prescindir de la masticación es porque necesitan consumir rápidamente su cena de pescado antes de que pueda nadar. Al saltarse el proceso de masticación se aseguran de que su comida no se escape.

4. Los delfines son utilizados por el ejército de EE.UU.

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Desde la década de 1960, la Marina de Estados Unidos ha utilizado delfines para detectar minas submarinas. Al igual que los perros detectores de bombas trabajan por olfato, los delfines lo hacen por ecolocalización. Su capacidad superior para escudriñar una zona en busca de objetos concretos les permite centrarse en las minas y lanzar marcadores en los puntos. La Marina puede entonces encontrar y desarmar las minas. La capacidad de ecolocalización de los delfines supera con creces cualquier tecnología que se haya inventado para hacer el mismo trabajo.

Sin embargo, estos programas de la Marina han sido muy controvertidos, ya que los defensores de los derechos de los animales se oponen desde hace tiempo al uso de los delfines con fines militares. Las preocupaciones incluyen el estrés que experimentan los delfines con el transporte repentino y el trasplante a nuevas zonas, los bozales que les impiden buscar comida mientras trabajan y el riesgo de detonación accidental de una mina. Aunque el Programa de Mamíferos Marinos de la Marina de EE.UU. mantiene que cumple las leyes federales sobre el cuidado de sus delfines, los activistas han seguido luchando contra la explotación.

5. Los delfines utilizan herramientas

dos delfines con una esponja marina blanca en la boca

Los investigadores han descubierto que una población de delfines que vive en la Bahía del Tiburón (Australia) utiliza herramientas. Algunos buscaban esponjas marinas con forma de cono y las arrancaban del fondo marino. Después, llevaban las esponjas en el pico hasta un lugar de caza, donde las utilizaban para sondear la arena en busca de peces que se esconden.

El comportamiento se denomina «esponjamiento», y no es el primer ejemplo de uso de herramientas en cetáceos. Los investigadores creen que esto les ayuda a proteger sus sensibles hocicos mientras cazan.

Aunque esto demuestra la inteligencia de los delfines, también es una prueba de sus habilidades sociales. La práctica se transmite de madre a hija, lo que indica la existencia de una cultura entre los no humanos.

6. Los delfines forman amistades a través de intereses compartidos

Estudiando el mismo grupo de delfines en la Bahía de los Tiburones, otro grupo de investigadores descubrió que los delfines formaban amistades basadas en un interés compartido, en este caso, el esponjamiento. Este comportamiento es menos común en los delfines machos, por lo que, al centrarse en ellos, los investigadores descubrieron una nueva forma en la que informa las relaciones de los delfines. Los machos que practican el esponjamiento pasan más tiempo asociados con otros machos que no lo hacen, lo que indica que el interés compartido por esta práctica es un factor importante en la formación de vínculos sociales.

7. Los delfines se llaman por su nombre

Sabemos que los delfines se comunican, pero un estudio publicado en 2013 reveló que sus habilidades de comunicación van más allá de usar nombres. Los delfines dentro de las manadas tienen su propio «silbido característico», que actúa como una señal de identidad única al igual que un nombre.

Los investigadores grabaron los silbidos característicos de los delfines y los reprodujeron a la manada. Comprobaron que los individuos sólo respondían a sus propias llamadas, haciendo sonar su propio silbido en señal de reconocimiento.

Además, los delfines no respondieron cuando se reprodujeron los silbidos característicos de delfines de grupos extraños, lo que indica que buscan y responden a llamadas específicas.

Considerando que los delfines son una especie altamente social con la necesidad de mantenerse en contacto a través de las distancias, tiene sentido que hayan evolucionado para utilizar «nombres» de forma muy parecida a como lo hacen las personas.

8. Los delfines trabajan en equipo

cuatro delfines nadando en el océano, vista desde abajo

Además de comunicarse con nombres, los delfines también pueden trabajar en equipo, una capacidad que antes se creía exclusiva de los humanos.

Una investigación realizada en 2018 descubrió que los delfines eran capaces de sincronizar sus acciones para resolver una tarea de cooperación y recibir una recompensa. La prueba consistía en hacer que un par de delfines pulsaran dos botones submarinos distintos al mismo tiempo. Una vez que los delfines se dieron cuenta de que la tarea era cooperativa, lo consiguieron.

9. Los delfines se drogan con las toxinas de los peces

El pez globo es portador de fuertes toxinas que, si se consumen en pequeñas dosis, actúan como narcóticos. Los delfines lo han descubierto, y han utilizado esta información para su beneficio recreativo.

En 2013, la BBC filmó a delfines jugando suavemente con un pez globo, pasándoselo entre los miembros de la manada durante 20 o 30 minutos, y luego quedándose en la superficie aparentemente hipnotizados por sus propios reflejos.

Rob Pilley, zoólogo que también trabajó como productor de la serie, fue citado en The Independent: «Se trataba de un caso de delfines jóvenes que experimentaban a propósito con algo que sabemos que es intoxicante… Nos ha recordado a la moda de hace unos años, cuando la gente empezó a lamer sapos para excitarse».

10. Hay 36 especies de delfines

Hay más de un tipo de delfín: de hecho, la familia de los delfines Delphinidae contiene 36 especies. Esto también significa que el estado de conservación de los delfines es muy diferente. Muchas especies, incluido el conocido delfín mular común (Tursiops truncatus), prosperan. Otras, a pesar de estar protegidas por la Ley de Protección de los Mamíferos Marinos y la Ley de Especies en Peligro, mantienen diversos grados de preocupación, como el baiji (Lipotes vexillifer), en peligro crítico.

Una forma de ayudar a proteger a las especies vulnerables de delfines es evitar los plásticos de un solo uso, ya que estos artículos acaban en los océanos y pueden dañar a los animales. También puedes ser consciente de comprar sólo pescado de pesquerías sostenibles (o evitar comprarlo por completo) y unirte a iniciativas de limpieza de playas.

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