Las cobayas son roedores domesticados procedentes de Sudamérica. Se cree que están emparentados con una especie salvaje ya extinguida, y se encuentran en todo el mundo. El término cobaya pasó a significar sujeto de pruebas debido a la utilización del animal para investigación científica a partir del siglo XVII.
Estos encantadores roedores, que miden entre 20 y 25 centímetros de largo y pesan entre 25 y 39 onzas, se crían en una variedad de colores y tipos de pelaje y son mascotas divertidas y de bajo mantenimiento. Desde su elaborado estilo de comunicación hasta sus incisivos en continuo crecimiento, hay mucho que aprender sobre estos simpáticos roedores. He aquí algunas cosas que quizá no sepas sobre las cobayas.
Tabla de contenidos
1. Las cobayas no son cerdos
Estos roedores sin cola proceden de los Andes de Sudamérica, y no tienen ninguna relación con los cerdos. También se les llama conejillos de indias, el «porcellus» de su nombre científico, Cavia porcellus, significa cerdito. Los cobayas machos se llaman verracos, las hembras se llaman cerdas, y las crías de cobayas se conocen como cachorros.
Existen 13 razas de cobayas domésticas, con variaciones de color, longitud de pelaje y textura. La Asociación Americana de Criadores de Cangrejos reconoce las siguientes razas: Americana, americana de raso, abisinia, abisinia de raso, peruana, peruana de raso, silkie, silkie de raso, teddy, teddy de raso, texel, coronet y white crested.
2. Son animales vocales
Las cobayas tienen fama de ser animales «habladores». Se comunican usando una variedad de sonidos dependiendo de su estado de ánimo, incluyendo ronroneos, chillidos, chirridos, silbidos y gemidos.
Cuando están excitados, por la comida o el juego, las cobayas emiten un silbido o un chirrido. Las cobayas también pueden ronronear como los gatos, lo que a veces, aunque no siempre, es un signo de satisfacción. Cuando las cobayas emiten sonidos de siseo o les castañetean los dientes, suelen estar molestas.
3. Muestran sus emociones
Cuando las cobayas están contentas, suelen dar saltos repetidos, un comportamiento que se conoce como «popcorning». Este comportamiento es más común en las cobayas jóvenes, pero los animales mayores también pueden mostrarlo.
Las cobayas también hacen lo contrario, quedándose completamente quietas cuando observan una amenaza. Una manada de cobayas colaborará cuando se asuste: todo el grupo se dispersará en diferentes direcciones para desconcertar a un posible depredador.
4. Son animales de rebaño
Gregarias por naturaleza, las cobayas suelen preferir vivir en parejas o en pequeños grupos. De hecho, éste es un elemento tan importante para su calidad de vida que Suiza exige a los propietarios de mascotas que tengan un mínimo de dos cobayas.
Un grupo de cobayas, llamado manada, comparte el territorio y actúa como una comunidad, con un macho alfa en posición dominante. Las cobayas macho, o verracos, son más agresivas cuando compiten por posibles parejas, por lo que es mejor mantener a los verracos separados cuando las hembras, o cerdas, están presentes.
5. Necesitan sus vitaminas
Para mantener una buena salud, las cobayas de compañía necesitan una dieta equilibrada. El elemento principal de una dieta sana es el heno de hierba fresca, que proporciona fibra y algo duro y crujiente para mantener sus dientes a una longitud manejable. Las cobayas también necesitan pellets especialmente formulados que contengan vitamina C. Al igual que los humanos, las cobayas no pueden formular su propia vitamina C y deben obtenerla de su dieta o de suplementos.
Los favoritos de estos herbívoros son las verduras de hoja verde, como la lechuga romana y la de hoja roja y verde. También les gusta la fruta, pero hay que dársela con moderación, ya que su alto contenido en azúcares puede tener un efecto adverso en su digestión.
6. Sus dientes no paran de crecer
Las cobayas, como otros miembros de la familia de los roedores, tienen los dientes abiertos, lo que significa que crecen continuamente. Un rápido vistazo a la cara de una cobaya revela sus largos dientes incisivos delanteros, pero las cobayas tienen en realidad 20 dientes en sus bocas de forma triangular. Es importante proporcionar a las cobayas mascotas juguetes que puedan roer para mantener la longitud adecuada de sus dientes.
7. Son coprófagos
Las cobayas, al igual que los roedores más grandes del mundo, los capibaras, se comen sus propias cacas. Es una parte necesaria de su rutina diaria que les permite obtener la flora bacteriana que necesitan para la digestión.
Como herbívoros, los conejillos de Indias subsisten enteramente de material vegetal, que puede ser difícil de digerir completamente y absorber todos los nutrientes necesarios la primera vez. Por ello, a menudo optan por la segunda vuelta en su comida ya digerida para asegurarse de que han absorbido todos los nutrientes posibles.
8. A veces se utilizan como alimento
A partir de su domesticación, ya en el año 7.000 a.C., los cobayas han sido una fuente de carne para los habitantes de los Andes. Su carne, rica en proteínas y baja en colesterol, sigue siendo un elemento de la dieta en algunas regiones de Sudamérica. Como ganado, los conejillos de indias se ven favorecidos porque son fáciles de alimentar, se reproducen rápidamente y pueden criarse en un espacio reducido en un entorno urbano.
Con el fin de proteger la biodiversidad en África, se están realizando esfuerzos para desalentar el consumo de carne de animales silvestres y sustituirla por carne de cobaya. Los talleres que ponen en contacto a agricultores sudamericanos y africanos para compartir los beneficios y las técnicas de cría de los animales han sido productivos. Mientras que los ecologistas promueven el consumo de cobayas como una alternativa de bajo impacto a la carne de vacuno, en Estados Unidos, donde las cobayas se consideran mascotas familiares, la idea es menos popular.