Los ajolotes son salamandras acuáticas que sólo se encuentran en estado salvaje en un lugar, el lago de Xochimilco, en Ciudad de México. Estos anfibios, en peligro crítico de extinción, también son populares como mascotas y se crían en cautividad para la investigación científica debido a su capacidad única de regenerar partes del cuerpo. La destrucción del hábitat y la introducción de especies de peces invasoras han provocado un drástico descenso de la población de ajolotes.
Estos anfibios son de pequeño tamaño, se presentan en una gama de colores y mantienen sus rasgos larvarios durante toda su vida. Desde sus inusuales bailes de apareamiento hasta sus sorprendentes rasgos regenerativos, descubre los datos más fascinantes sobre el ajolote.
Tabla de contenidos
1. Los axolotl parecen bebés durante toda su vida
Los axolotes son criaturas neoténicas, lo que significa que alcanzan la madurez sexual sin perder ninguno de sus rasgos larvarios. Así, mientras que muchos anfibios, como la salamandra, acaban desarrollando pulmones y viven en tierra, los ajolotes conservan sus características branquias externas y siguen siendo acuáticos. Esto también significa que sus dientes nunca se desarrollan y que deben depender de un método de succión para consumir alimentos.
2. Son nativos de un solo lugar del mundo
El hábitat nativo del ajolote se encuentra en una situación desesperada. Antes se encontraban en dos lagos de gran altitud en la Ciudad de México, estos anfibios acuáticos sólo se encuentran en estado salvaje en un lugar: El lago de Xochimilco, en el sur de Ciudad de México. Su antiguo hogar, el lago de Chalco, en el centro de Ciudad de México, fue desecado para evitar las inundaciones. Xochimilco ha quedado reducido a una serie de canales, y los ajolotes escasean debido a la pérdida de su hábitat, así como a la introducción de carpas y tilapias depredadoras.
3. Son carnívoros
Los ajolotes son carnívoros: comen de todo, desde peces y gusanos hasta insectos y crustáceos. No son especialmente exigentes y comen carne viva o muerta. Los ajolotes jóvenes, y los que tienen una alimentación inadecuada, pueden ser caníbales, arrancando a mordiscos un apéndice de un miembro cercano de la familia. Afortunadamente, gracias a su capacidad de regeneración, al ajolote herido le puede volver a crecer fácilmente la parte del cuerpo cercenada.
4. Vienen en una variedad de patrones de color
La pigmentación y los patrones de color de los ajolotes son el resultado de cuatro genes diferentes. En estado salvaje, los ajolotes suelen ser de color marrón o negro con motas de color dorado u oliva. Al igual que otras salamandras, también pueden ajustar su color para camuflarse mejor con su entorno.
Los ajolotes de color más claro, incluidos el albino y el rosa, son más comunes en los animales que se han criado en cautividad. Las branquias plumosas que recubren la parte posterior de la cabeza de un ajolote también están pigmentadas, sobre todo en el tono rojo brillante que se encuentra en los ajolotes albinos.
5. Pueden regenerar partes del cuerpo
Varios anfibios son capaces de regenerar colas y extremidades, pero los ajolotes llevan esta capacidad a un nivel superior al regenerar mandíbulas, médulas espinales, piel e incluso partes de su corazón y cerebro. Es más, un ajolote puede seguir regenerándose durante toda su vida. Las capacidades regenerativas de las células de este animal son de gran interés para los investigadores que esperan trasladar esta capacidad a los seres humanos.
6. Tienen un gran genoma
Con 32.000 millones de bases de ADN y un genoma 10 veces mayor que el de un ser humano, la secuenciación del ADN de los ajolotes es un reto para los científicos. Pero es un reto importante, ya que ayudará a los investigadores a descubrir cómo el ajolote utiliza las células madre para regenerar los tejidos. Los científicos ya han identificado dos genes utilizados en la regeneración de los ajolotes. Como la capacidad de regeneración de los axolotl es tan impresionante, los científicos siguen ampliando su investigación para incluir otros órganos internos y la regeneración de la retina.
7. Sus rituales de cortejo incluyen el baile
Cuando los ajolotes alcanzan los seis meses de edad, es el momento de aparearse. El proceso comienza con el roce de los animales adultos en la región cloacal del otro, y continúa con el movimiento conjunto en forma de baile circular.
Las hembras ponen aproximadamente de 100 a 300 huevos y se reproducen una vez al año en la naturaleza, con más frecuencia en cautividad. Una vez depositados los huevos de forma segura, no hay más participación de los padres. Cuando los huevos eclosionan al cabo de 10 a 14 días, los jóvenes ajolotes están solos.
8. Están en peligro crítico de extinción
Sólo se encuentra en una pequeña región de México, el ajolote está en peligro crítico de extinción en estado salvaje. Ocupan menos de seis kilómetros cuadrados en un hábitat que está en grave deterioro. Su importancia para la investigación científica y su capacidad para ser criados en cautividad deberían ayudar a garantizar su supervivencia, pero no necesariamente en la naturaleza.
El número de ajolotes que quedan en la naturaleza es incierto. Los esfuerzos de conservación se han centrado en aumentar el nivel de agua del lago Xochimilco, restaurar el entorno de los ajolotes y reducir la población de especies de peces invasoras en su hábitat.
Salvemos al ajolote
- Apoya los programas educativos locales que crean conciencia sobre la difícil situación del ajolote.
- Formar a los guías turísticos locales sobre el axolotl y animarles a que compartan la información con los visitantes en las excursiones en barco.
- Por favor, no te preocupes.
- Incentivar a los agricultores locales a crear jardines acuáticos para dar cobijo al axolotl.
- Por último, animar a los visitantes a que se acerquen a los jardines acuáticos.
- Dona a la Fondo de Subvenciones para la Conservación de la Asociación de Zoos y Acuarios para apoyar los proyectos de educación, cría, restauración y reintroducción del ajolote.