8 formas sencillas de hacer que los invitados se sientan bienvenidos

Las pequeñas cosas son las que más importan cuando se trata de la hostelería.

La temporada de vacaciones significa la temporada de invitados. Es esa época del año en la que los huéspedes descienden y los anfitriones sienten la presión de prepararse para la inminente llegada. Esto no es algo malo -me encanta que la gente venga a quedarse en mi casa-, pero hay un aumento notable de la cantidad de trabajo que hay que hacer antes de que lleguen los invitados. Lo que sigue son algunos consejos para preparar tu casa.

Recuerda que los invitados sólo quieren sentirse bienvenidos. No quieren sentir que has tenido que trastocar tu vida para acomodarlos, pero saber que has puesto al menos algo de esfuerzo en preparar su llegada ayuda mucho.

Tabla de contenidos

1. Limpia las partes importantes.

Esto se reduce a dos espacios clave: los baños y la habitación de invitados (o donde vaya a dormir el invitado). Por supuesto, sería estupendo limpiar toda la casa, pero si tienes una familia joven muy ocupada como la mía, es imposible mantener el orden. Así que recomiendo centrarse en los lugares que realmente importan. A nadie le gusta un baño sucio, y todos los invitados se merecen un lugar para dormir preparado de antemano. En otras palabras, no estés recogiendo brazadas de ropa sucia de la cama mientras tu invitado se encuentra incómodo en la puerta.

2. Sábanas y toallas limpias

Cambia siempre las sábanas de la cama para que estén bien limpias. Me gusta utilizar mis mejores sábanas para los huéspedes para que la experiencia sea lo más parecida a la de un hotel. Alterno entre las sábanas de percal de Homestead y un precioso juego de lino de Restoration Hardware que conseguí en una tienda de segunda mano. Coloca una pila de toallas limpias a los pies de la cama, al menos una grande por persona.

3. Compra un buen papel higiénico y jabón.

No hace falta que lo compres siempre, pero tener a mano papel higiénico acolchado o de tres capas para los invitados marca una gran diferencia. A nadie le gusta limpiarse con el material barato que parece disolverse en la mano. Dispón una pastilla de jabón natural fresca en el baño y la ducha: ¡no hay retazos de pastillas familiares empapadas!

4. Airea la casa con antelación.

Todo el mundo está acostumbrado al olor de su propia casa, pero para asegurarte de que tus invitados no se encuentran con nada desagradable -sobre todo si tienes animales de compañía- procura refrescar el aire de la casa con antelación. Abre las ventanas, vacía todos los cubos de basura, abono y reciclaje, limpia la nevera y pasa la aspiradora a fondo.

5. Sirve las bebidas inmediatamente.

Me gusta tener una bebida en la mano de mis invitados a los 15 minutos de su llegada. Ya sea una copa de vino o una taza de té, lo considero un pequeño acto de hospitalidad que relaja el ambiente, inicia la conversación y os da a ambos algo que hacer. Y hablando de bebidas, asegúrate de tener café a mano, aunque no lo bebas. No hay nada más decepcionante para un invitado bebedor de café que despertarse por la mañana y descubrir que no puede tomar su taza diaria.

6. Planifica las comidas con antelación.

Ahora no es el momento de comer las sobras de la nevera. Haz un plan de comidas completo antes de que llegue tu invitado. No tiene por qué ser muy elaborado, sólo un esquema que elimine las conjeturas. A mí me gusta hacer algunas cosas por adelantado, como pan para sándwiches y tostadas, granola para el desayuno, galletas para picar. Si tu invitado va a venir varios días, o es un grupo grande de personas, no hay nada malo en subcontratar parte de la preparación de la comida. Cuando te pregunten qué deben traer, pregúntales si pueden aportar el desayuno o la comida un día.

7. Deja espacio suficiente.

Visitar es placentero, pero también es agotador. No sientas que tienes que entretenerte constantemente (y si lo haces, ¡ya sabrás a quién no invitar la próxima vez!). Ambos necesitaréis un descanso de la conversación, así que permitid un tiempo de descanso. Echad una siesta por la tarde, sacad vuestro libro, poned una película, salid a pasear con la excusa de hacer un recado o, si estáis realmente desesperados, programad un masaje con antelación para saber que podréis salir de verdad.

8. Disfruta.

Cuanto más relajado estés como anfitrión, más agradable será la visita. No te estreses porque la casa y la comida no sean perfectas. La mayoría de los invitados están contentos de estar en otro sitio, de que otra persona se ocupe de la mayoría de los detalles. Tu vida volverá a su rutina normal antes de que te des cuenta.

Deja un comentario

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Al hacer clic en el botón Aceptar, aceptas el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datas para estos propósitos.    Configurar y más información
Privacidad