Sucede cada otoño. Los propietarios de viviendas invernan sus casas. Los propietarios de barcos invernan sus barcos. Los propietarios de coches invernan sus coches.
Por tanto, parece natural que los jardineros preparen sus jardines para el invierno. Y si no lo hacen, deberían.
Invernar adecuadamente el jardín no sólo ayudará a las plantas a sobrevivir a los cortos días grises y a las noches amargas que trae el invierno a gran parte del país, sino que es un paso importante para garantizar que el jardín produzca coloridas flores en primavera.
Para los jardineros que viven en zonas donde se producen heladas, temperaturas bajo cero o nieve, he aquí una lista de comprobación para preparar el jardín para el invierno.
Tabla de contenidos
Conoce tu zona USDA
Comprender la temperatura media anual mínima extrema de invierno es importante para crear un plan de acción. Esa información está disponible para todos los condados del país en el sitio web del USDA. Para encontrar las fechas probables de tu primera helada y de la última helada prevista, ponte en contacto con tu servicio de extensión agrícola local.
Pica, recorta, corta y limpia
Ordenar el jardín eliminando los tallos gastados y otros restos de plantas que puedan convertirse en una incubadora invernal de plagas y enfermedades. Eliminar el follaje muerto y moribundo dará a tu jardín un aspecto cuidado durante todo el invierno y te liberará de las tareas de limpieza en primavera, cuando preferirías estar haciendo cosas divertidas… como añadir nuevas plantas al jardín.
Elimina las invasoras
Retira las malas hierbas u otras plantas no deseadas. Ten especial cuidado de colocar las plantas invasoras -especialmente las cabezas de las semillas- en un contenedor de basura cubierto, no en tu pila de compost.
Divide las plantas perennes
El otoño es un buen momento para dividir una gran variedad de plantas en muchas partes del país. La regla general es dividirlas al menos seis semanas antes de que el suelo se congele, para que se establezcan antes de que lleguen las heladas. Las candidatas a la división son los macizos de plantas que no florecen con el mismo vigor que antes o los que tienen puntos desnudos en el centro.
Dale a los bulbos un poco de cariño
Excava y guarda bulbos tiernos que no sobrevivan a las heladas. Sécalos sobre papel de periódico durante varias semanas y luego ponlos en un recipiente y cúbrelos con serrín, arena, perlita o vermiculita hasta que estén listos para ser replantados. Cuando se prevea una helada fuerte, añade una capa extra de mantillo a los bulbos resistentes que hayas dejado en el suelo.
Cuida los parterres
Después de ordenar el jardín y replantar las plantas divididas, añade mantillo, hasta 3 o 4 pulgadas, a los parterres. Los nutrientes del mantillo se filtrarán a los arriates durante las lluvias de invierno. Los restos del mantillo pueden incorporarse al suelo en primavera.
Extiende el mantillo
Esto es especialmente importante para las plantas perennes recién plantadas que no han tenido tiempo de desarrollar un sistema radicular extenso. Si puedes, espera a que el suelo haya empezado a congelarse para añadir una capa gruesa de mantillo a tus adiciones al jardín de última hora. El mantillo ayudará a mantener el suelo constantemente frío o congelado hasta la primavera y evitará los ciclos de congelación/descongelación en el suelo que pueden hacer que éste se levante y arranque las nuevas plantas. Comprueba el mantillo en enero y febrero para ver si se ha adelgazado a causa de los vientos invernales u otras razones y añade más mantillo si es necesario
Hidratar las plantas perennes
Los remojos profundos en otoño son importantes si el otoño ha sido seco. Las coníferas, como los tejos, y los árboles de hoja ancha de hoja perenne, como los acebos y los bojes, son susceptibles de quemarse en invierno porque liberan humedad a través de sus hojas durante todo el año. Presta especial atención a los árboles de hoja ancha expuestos al sol de la tarde, y dales más agua cuando sea necesario.
Protege la corteza de los árboles jóvenes
Los árboles recién plantados, especialmente los frutales, tienen una corteza fina que puede sufrir quemaduras de sol o agrietarse por las fluctuaciones de las temperaturas diurnas y nocturnas. La cinta para envolver árboles y los protectores de plástico en espiral pueden ayudar a prevenir este problema.
Crea cortavientos
Los árboles de hoja perenne expuestos también son susceptibles de sufrir quemaduras por el viento. En otoño, antes de que el suelo se congele, clava tres estacas en el suelo en el lado de barlovento de las plantas que quieras proteger. Coloca las estacas en forma de «V» con la estaca delantera orientada hacia el viento y envuelve las estacas con arpillera o tela de jardinería. No es necesario envolver toda la planta.
Guardar los arbustos
Los arbustos tiernos pueden envolverse en arpillera o tela agrícola cuando se prevean heladas fuertes o prolongadas. Retira la tela cuando las temperaturas se calienten para evitar el sobrecalentamiento de la planta. No utilices plástico. El plástico no respira y puede provocar altas temperaturas que «cocinen» la planta. Considera la posibilidad de construir un sencillo tipi para colocarlo sobre los arbustos bajo los aleros. Coloca el tipi en su sitio en otoño y cúbrelo con una tela para proteger las plantas de la nieve que caerá en cascada desde los tejados cuando la nieve se derrita.
Elementos de agua
La regla número 1 es no permitir que la bomba se congele. Consulta con los expertos en mantenimiento de estanques de jardín de tu zona si tu bomba moverá el agua durante todo el invierno o si ésta y las plantas del estanque deben retirarse y guardarse hasta el invierno.
Verduras frescas
Incluso durante las nevadas y heladas, los jardineros de muchas partes del país pueden seguir cultivando y cosechando cosechas de temporada fría, como lechugas, espinacas, remolachas y otras hortalizas, creando un marco frío con aros de alambre baratos y tela agrícola.