La atracción gravitatoria de la luna (junto con la atracción gravitatoria del sol, por supuesto) ha dado forma a gran parte del pasado y del presente de la Tierra. La luna influye en los patrones de marea de la Tierra, pero las mareas son uno de los resultados más observables de la atracción gravitatoria de la luna. ¿Qué hay de las influencias menos obvias que tiene la gravedad de la Luna sobre nuestro planeta?
Un estudio botánico de 2015 sugiere que la gravedad de la luna podría afectar al movimiento de las hojas de algunas plantas. Tras estudiar los datos históricos de las plantas, así como los datos de la vegetación cultivada en la Estación Espacial Internacional, el investigador Peter Barlow llegó a la conclusión de que podría existir una correlación entre el movimiento del agua dentro de las hojas de las plantas y los ciclos de las mareas lunisolares, en un movimiento denominado «leaftide». Se necesitan más estudios para conocer mejor la relación entre la atracción gravitatoria lunar y la botánica, y quizás revelar otras influencias de la gravedad lunar en la flora, y quizás más allá.
Aunque la relación entre el comportamiento de las hojas y la atracción gravitatoria de la Luna sigue siendo incierta, los científicos han descubierto algunas conexiones interesantes entre la atracción gravitatoria de la Luna y aspectos de la vida en la Tierra.
Tabla de contenidos
Días ligeramente más largos
La atracción gravitatoria de la Luna retrasa la rotación de la Tierra, en un fenómeno conocido como «frenado de marea», a un ritmo de 2,3 milisegundos cada siglo, por lo que -en teoría- un día soleado en 2115 será 2,3 milisegundos más largo que el actual. Si nos remontamos a hace 1.400 millones de años, un día duraba aproximadamente sólo 18 horas porque la luna estaba más cerca de la Tierra, según un estudio de 2018.
Esto no es un gran problema para las próximas generaciones de creadores de calendarios, pero cuando se miran las cosas desde la perspectiva de un millón de años, puede ser importante. Sin embargo, algunos científicos creen que la tasa de 2,3 milisegundos por siglo no es consistente debido a los cambios continuos en los océanos y continentes de la Tierra a lo largo del tiempo.
El eje de la Tierra, las estaciones y la vida en nuestro planeta
La gravedad de la Luna es la responsable de que el eje de la Tierra se mantenga estable y es un factor entre varios que influyen en la rotación constante de la Tierra en la misma dirección. El eje de rotación único y favorable de la Tierra determina las estaciones y mantiene nuestro clima propicio para el desarrollo de la vida. Nuestra luna también estabiliza a la Tierra en su eje, por lo que se tambalea menos de lo que lo haría en caso contrario.
¿Y la influencia de la atracción gravitatoria de la Tierra sobre la Luna?
Es una calle de doble sentido en lo que respecta a la gravedad. La atracción gravitatoria de la Tierra no sólo es responsable de la forma de huevo de la luna, al haber tirado de una luna joven durante su formación, sino que también sigue haciendo que la forma de la luna cambie. La Tierra provoca «la marea del cuerpo lunar», que crea «protuberancias» en la superficie de la luna, una en el lado que mira a la Tierra, y un bulto igual en el lado lejano.
Así pues, la luna no sólo ilumina nuestros cielos nocturnos, inspira asombro y dicta los horarios de los hombres lobo, sino que también hace posible la vida tal y como la conocemos. Desde su influencia en las mareas hasta la regulación de las estaciones, tenemos muchos motivos para dar las gracias a nuestra vecina celeste. Privar a la luna del debido crédito sería una auténtica locura.
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