Evita las costosas versiones compradas en las tiendas haciendo tus propias sales marinas deliciosas y personalizadas en casa. Son un magnífico complemento para cualquier cocina y también son un bonito regalo.
La sal marina aromatizada es una adición sabrosa y elegante a la comida cuando se espolvorea en ensaladas, sopas y huevos, se frota en la carne antes de asarla y se utiliza para rematar las verduras asadas. También cuesta una fortuna comprarla en tiendas de comestibles y especias de alta gama. Así que, ¿por qué no intentar hacerla tú mismo? La lista de ingredientes es bastante corta y el delicioso resultado es mucho más barato que cualquier producto acabado que puedas comprar.
The Kitchn recomienda utilizar 1 cucharadita de aromatizante por cada 1⁄4 taza de sal. Se recomiendan las sales más gruesas y escamosas porque tienen mejor textura y aspecto. La sal kosher es asequible, pero puedes mejorarla con flor de sal, sal gris o sal Maldon. Guárdala siempre en un recipiente hermético en un lugar oscuro, y déjala reposar un par de días después de mezclarla para que los sabores se infundan.
Aquí tienes algunas recetas sencillas:
Tabla de contenidos
1. Sal infusionada con hierbas
Esta receta es una versión de la omnipresente mezcla de sal «aspero» de la Toscana que se usa en casi todo. Procede de un blog llamado Writes4Food.
1 taza de sal marina fina
1 cucharada de cada una de las siguientes hierbas frescas, finamente picadas: tomillo, orégano, albahaca, romero, salvia
2-3 hojas de laurel
1 diente de ajo grande, pelado
Pica las hojas de laurel y el ajo con un palillo. Mezcla bien la sal y las hierbas en un tarro de cristal con tapa; introduce la brocheta en la sal. Deja la mezcla a temperatura ambiente durante una semana, agitando bien el tarro cada día. Al cabo de una semana, desecha la brocheta de ajo. La sal se conserva en un lugar fresco durante 3-4 meses; el sabor se intensificará con el tiempo.
2. Sal con infusión de cítricos
Corta tiras finas de piel de limones, limas o naranjas. También puedes rallar la piel de forma gruesa. Sécala lentamente en un horno a la temperatura más baja. Una vez que esté totalmente deshidratada, mézclala bien con la sal, utilizando la proporción recomendada de 1 cucharadita por 1/4 de taza. Juega con combinaciones interesantes, como chile-lima y naranja-limón con romero.
3. Sal de azafrán e hinojo
Combina 1⁄4 cucharadita de hebras de azafrán con 1 cucharadita de semillas de hinojo secas y 1⁄4 taza de sal marina. Muele en un molinillo de café o de especias hasta conseguir la textura deseada.
4. Sal ahumada
Prepara la parrilla para asar de forma indirecta. Añade 2 tazas de astillas de madera que hayan sido remojadas y escurridas. Si tu parrilla no tiene cajón de ahumado, pon las astillas en un paquete de aluminio, hazle unos agujeros y colócalo sobre la fuente de calor.
Esparce 2 tazas de sal kosher en un recipiente resistente al calor, es decir, un molde de aluminio desechable para hornear. Colócalo en la rejilla lejos de la fuente de calor y ahúma durante 11⁄2 horas. Enfríalo y guárdalo en un recipiente hermético.
Puedes probar con diferentes maderas para obtener distintos sabores, como la madera de manzana, el cedro, el nogal americano o el mezquite.
5. Sal de porcino
1 paquete (14 gr/0,5 oz) de setas porcini secas
1⁄4 taza de sal marina
1⁄4 cucharadita de nuez moscada fresca molida
Muele todos los ingredientes juntos en un molinillo de café en varias tandas hasta que se conviertan en polvo con algunos trozos de setas más grandes. Guárdalo en un recipiente hermético en un lugar oscuro hasta 1 mes. (Receta de Canadian Living.)