Durante el tiempo frío, hacer menos cosas a tu pelo le beneficiará más.
El frío puede ser muy duro para el cabello. Hace que los tallos del cabello se vuelvan frágiles, haciéndolos más propensos a la rotura y a las puntas escupidas. Opaca el brillo natural y hace que el color se desvanezca. Evita los días de mal pelo inducidos por el invierno (¡y las grandes facturas de la peluquería!) aprendiendo a cuidar tu cabello durante el tiempo frío. Aquí tienes algunos consejos.
Menos calor: En invierno tendemos a utilizar más a menudo los aparatos de calor, lo que no es bueno para el cabello. Tómate más tiempo en el secado para no tener que hacerlo tan a menudo.
Lavar menos: El invierno es un buen momento para entrenarse para pasar más tiempo entre lavados. Utiliza sombreros y peinados para superar esos límites. Te lo agradecerás cuando vuelva el calor.
Protege con aceite: Añade a tu acondicionador un poco de aceite hidratante fuerte, como el de oliva o el de jojoba, para conseguir ese impulso extra. Utiliza unas gotas de aceite en tus puntas cada día para evitar que se abran. Frota una pequeña cantidad en las palmas de las manos y pásala por la cabeza para reducir el encrespamiento. Lee: Usa el aceite para nutrir tu cabello de forma natural
Preacondicionar el cabello: Masajea a fondo tu cabello seco y tu cuero cabelludo con aceite de coco antes de lavarlo. Déjalo reposar hasta una hora y luego lávate el pelo como de costumbre. Tu pelo retendrá parte del aceite.
Usa una mascarilla hidratante semanal: Una mascarilla es un tratamiento acondicionador prolongado que retiene la humedad y da un brillo suave a los mechones cansados. Puedes hacer fácilmente una mascarilla en casa, utilizando ingredientes de tu despensa. Consulta esta lista de 6 mascarillas caseras para el pelo que sirven para una gran variedad de propósitos, o echa un vistazo a 12 Hidratantes para el pelo totalmente naturales que puedes hacer tú misma.
Ponte un gorro: Protege tu pelo del frío tapándote cuando salgas a la calle. Una sugerencia es forrar tu gorro de lana, algodón u otro tejido grueso de invierno con una vieja bufanda de seda o satén para reducir las puntas abiertas. También puedes envolverte el pelo con una bufanda antes de ponerte el gorro.
Sécate bien el pelo: Nunca salgas a la calle con el pelo mojado. El aire frío hace que el pelo húmedo sea más propenso a romperse y también hace que el color se desvanezca más rápidamente. Tómate el tiempo necesario para secarlo completamente antes de salir corriendo.
Abraza la humedad de todo tipo: Bebe mucha agua y utiliza un humidificador en tu habitación para combatir la sequedad que produce la calefacción en invierno. No te preocupes; no creará el tipo de humedad que provoca un encrespamiento excesivo, sino una sensación de suavidad e hidratación.