Avión, tren o automóvil: ¿Cuál tiene la mayor huella?

Mucha gente se preocupa por el impacto climático de sus viajes, y algunos incluso compensan con pagos a empresas buenas como Terrapass. ¿Pero sabes realmente si coger el tren es más ecológico que conducir? ¿Y hasta qué punto es malo volar?

Comparación de aviones, trenes y coches

Según la Guía Verde de National Geographic, que ya no se publica, aproximadamente duplicas tus emisiones si cancelas tus reservas de avión y atraviesas el país en coche. Si tomas el tren, reducirás el dióxido de carbono (CO2) a la mitad en comparación con el avión. Una razón clave es que el tren (o el autobús diésel) puede ser un gran emisor de carbono, pero está diseñado para transportar a muchos pasajeros, por lo que las emisiones per cápita son mucho menores.

Los aviones representan aproximadamente el 3% del total de las emisiones climáticas mundiales. Un solo vuelo produce tres toneladas de dióxido de carbono por pasajero, pero la cantidad aumenta drásticamente si el avión va casi vacío. Lo que complica aún más el panorama de los aviones es que producen estelas de vapor y emiten ozono troposférico, que tienen un gran impacto climático, pero no duradero. El CO2 del tubo de escape de tu coche, por el contrario, permanecerá en la atmósfera durante siglos.

El estudio definitivo al respecto se realizó el año pasado y apareció en Environmental Science and Technology. La gran lección: vale la pena compartir el coche.

Conducir un coche en solitario tiene el mismo impacto climático básico que tomar un vuelo en avión con el 80% de su capacidad a una distancia similar, según el estudio. Si el avión está lleno, supera al coche. Si añades otras dos personas, es como si viajaras en un autobús o tren (medio lleno). Si tu coche es un diésel (o un híbrido), los dos pasajeros adicionales te hacen ver mejor que un pasajero medio de tren o autobús. Me encantaría saber cómo se compara un coche eléctrico de batería, pero eso estaba más allá de los límites del estudio.

Entonces, ¿qué es mejor?

Suponiendo que tu viaje esté totalmente reservado, el autobús diésel queda en primer lugar, seguido del tren de alta velocidad, el coche con tres personas dentro y, por último, el avión medio.

Los trenes y los autobuses tienen una ocupación media de sólo el 40%, así que hay mucho margen de mejora en este aspecto. Y los coches serían mucho más limpios si pudieran almacenar el CO2 que generan. Un sondeo muestra que los consumidores están dispuestos a pagar un extra para convertir sus viajes en luchadores contra el carbono. Y aprende más sobre las compensaciones de carbono en este vídeo de Grist:

Deja un comentario

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Al hacer clic en el botón Aceptar, aceptas el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datas para estos propósitos.    Configurar y más información
Privacidad